“La verdad es que todos los días lo malcrío un poco”, suelta a PERFIL Juliana Awada ante la consulta de si estuvo más cerca de Mauricio Macri esta semana, luego de que el viernes 3 de junio sufriera una arritmia. “El siguió su semana igual que siempre, trabajando. Personalmente, lo cuidé como lo cuido todos los días. Lo veo muy bien. Siempre estoy cerca de él. ¡Y de verdad que está muy bien! Es una persona sana. Lo que sí, tratamos de dormir un poco más esta semana”, agregó.
Se sabe: desde que Macri llegó al poder, hace seis meses, en su vida hubo cambios y estrés. El pasado 3 de junio, cuando se encontraba en la quinta de Olivos, tuvo una arritmia. Pese a la insistencia del director de la Unidad Médica Presidencial –el cardiólogo Simón Salzberg– de internarlo, Macri se opuso. “Ya se me va a pasar, ¿para qué internarme?”, le dijo. Finalmente, y por cuatro horas, se internó en la Clínica Olivos por una fibrilación auricular (arritmia cardíaca). Se le realizó un ecocardiograma y una cardioversión eléctrica. “Estará anticoagulado al menos tres semanas y le indicamos el uso de una medicación antiarrítmica preventiva, pero en forma transitoria”, explicó entonces Salzberg.
El domingo mismo, el Presidente se reunió con la mesa chica de Cambiemos en su quinta Los Abrojos. Y esta semana arrancó tomando el antiarrítmico recetado, pero sin dejar de atender sus temas de agenda. El lunes tuvo su primer acto en el club de Lomas de Zamora. Por la tarde volvió a Casa de Gobierno, donde recibió al primer ministro de Montenegro, Milo Dukanovic. El martes, entre otras cosas, compartió un brindis con los periodistas acreditados en Gobierno por el Día del Periodista. Allí relató el momento inicial en que empezó a sentirse mal, cuando le pidió a Anita, su secretaria personal, que llamara a un médico de guardia. Bromeó diciendo que en un primer momento pensó que estaba hipocondríaco, y se refirió a los medios que hacen la comparación del desgaste físico: “Usan el Photoshop pero al revés, para hacerme parecer desgastado”.
El miércoles, reunión en Olivos. “Lo vi muy bien, enganchado y activo. Me asombró la buena memoria, porque hizo preguntas de la reunión anterior”, contó a PERFIL Eduardo Amadeo. También ese día tuvo un nuevo control médico: toma de la presión arterial y electrocardiograma. Ambos dieron bien. “El Presidente está bien, sano, ya volvió a su ritmo habitual de trabajo”, dijo a Salzberg a este medio. El martes viajará a Colombia y estará con él Fernando Pálizas, el número dos de la UMP y especialista en terapia intensiva. Y Salzberg confirmó que al regreso le colocará un holter –un dispositivo que permite el monitoreo ambulatorio del ritmo cardíaco por 24 horas– como parte de los controles de rutina.