Rupert Grint, conocido por interpretar a Ron Weasley en la saga Harry Potter, enfrenta una considerable deuda fiscal de 1.8 millones de libras (aproximadamente 2.3 millones de dólares) tras perder una disputa legal contra la agencia tributaria del Reino Unido, Su Majestad la Renta y Aduanas (HMRC). La controversia surgió por el uso de una estrategia financiera que, según las autoridades, fue diseñada para reducir su carga impositiva, una maniobra similar a la utilizada por The Beatles en los años 60.
El caso, que comenzó a investigarse en 2019, se centró en la declaración fiscal de Grint correspondiente al año 2012. Según el fallo de la jueza Harriet Morgan, el actor clasificó erróneamente los pagos residuales obtenidos por su trabajo en la franquicia Harry Potter, tratándolos como activos de capital en lugar de ingresos. La HMRC argumentó que esto le permitió tributar a una tasa significativamente más baja.
Durante el juicio, la HMRC comparó la táctica utilizada por Grint con la "cláusula Beatles", una estrategia adoptada por la famosa banda para transferir derechos musicales a una empresa y pagar menos impuestos. En el caso de Grint, se descubrió que en 2011 creó la empresa Clay 10 Limited, a la que transfirió sus derechos residuales como capital.
Según documentos obtenidos por The Telegraph, esta compañía acumulaba más de 27 millones de libras (aproximadamente 34 millones de dólares) en capital hacia marzo de 2023.
La jueza Morgan señaló que las ganancias residuales del actor estaban directamente relacionadas con su trabajo en la franquicia y, por lo tanto, debían ser gravadas como ingreso. Sin embargo, también reconoció que Grint había delegado la gestión de sus finanzas en su padre, Nigel Grint, y en su equipo de contadores, asegurando que desconocía la magnitud de las irregularidades.
Una historia fiscal complicada
No es la primera vez que Rupert Grint se enfrenta a problemas fiscales. En 2019, el actor perdió un caso separado relacionado con un reembolso de impuestos por un millón de libras (1.2 millones de dólares).
Grint, quien ganó alrededor de 24 millones de libras (30 millones de dólares) durante su participación en las ocho películas de Harry Potter, ha mantenido un perfil bajo en el cine y la televisión tras el cierre de la saga en 2011. Entre sus trabajos recientes destacan la película Knock at the Cabin, la serie Servant de M. Night Shyamalan y su participación en Cabinet of Curiosities, la antología creada por Guillermo del Toro para Netflix.
A pesar de su éxito en el mundo del entretenimiento, este fallo representa un duro golpe financiero y reputacional para Rupert Grint. La resolución del caso subraya la importancia de una correcta planificación fiscal, especialmente para figuras públicas cuya riqueza atrae un escrutinio constante por parte de las autoridades. Grint deberá ahora enfrentar las consecuencias económicas de esta disputa legal, mientras intenta dejar atrás un capítulo que ensombrece su trayectoria profesional.
JCCL/ff