En medio de lo que parecía ser el cierre de un año exitoso para Callejeros, se vivió una de las mayores tragedias no naturales en la Argentina, así como la mayor en la historia del rock: 194 personas murieron y alrededor de 1.500 resultaron heridas. ¿La causa? Un incendio provocado por una bengala durante el último de los tres recitales que el grupo brindó en República de Cromañón.
Cerca de las 22:50 del 30 de diciembre de 2004, la banda compuesta por Patricio "Pato" Fontanet (voz), Christian Torrejón (bajo), Maximiliano Djerfy (guitarra), Eduardo Vázquez (batería), Elio Delgado (guitarra y coros) y Juan Carbone (saxo y bandoneón) comenzó a tocar la primera canción de la noche. Sin embargo, una bengala alcanzó la media sombra que cubría el techo y provocó un incendio. En tan solo unos segundos, se formó una nube tóxica, que fue la responsable de las mayorías de las muerte. La formación interrumpió su presentación, mientras que los más de 4.500 presentes intentaban escapar.
En medio del pánico y la desesperación, la luz se cortó por las llamas, las cuales no se podían extinguir porque los matafuegos no funcionaban. En tanto, los jóvenes se amontonaron en las cercanías de la única puerta de acceso, ya que cuatro de las seis salidas de emergencia estaban cerradas con un candado y alambres.
“Al estar el establecimiento colmado de gente, en cantidad excesivamente superior a la permitida, y con sus salidas en parte obstruidas y en algún caso ‘clausurada’, y tomando en consideración que al instante de iniciarse el incendio se cortó la luz de la parte interior del local, denotan el peligro al que se vieron expuestas las personas”, estableció en uno de sus fallos el Tribunal Oral en lo Criminal N°24.
En ese contexto, 194 personas perdieron la vida y al menos 1.432 resultaron heridas. Entre las víctimas fatales se encontraban familiares y allegados de miembros de Callejeros: la novia de Fontanet; la madre de Vázquez; la tía, el tío, la ahijada y la prima de Djerfy, y la esposa del manager, Diego Argañaraz, así como el hermano del percusionista invitado, Daniel Conte.
Había más de 4.500 asistentes esa noche, siendo que Cromañón solo estaba habilitado para 1.031. Varios de los espectadores que lograron ponerse a salvo terminaron en un estacionamiento ubicado detrás del boliche. Algunos testigos que ayudaron con el traslado de heridos y que volvieron a ingresar al local relataron que había "varios cadáveres apilados" en el interior. Ese episodio se convirtió en la peor tragedia mundial en la historia del rock, así como una de las mayores tragedias no naturales en la Argentina.
El proceso judicial contra los miembros de Callejeros
Debido a la complejidad del caso se realizaron cuatro juicios orales para juzgar a 26 personas, de las cuales 21 fueron condenadas, aunque solo 18 pasaron por la cárcel. Los integrantes del grupo fueron procesados por el hecho y se generó un debate en torno a su responsabilidad en el siniestro. Mientras algunos atribuían la culpa a los actores políticos y dueños del establecimiento, hubo quienes apuntaron los dedos hacia Callejeros, acusándolos de incentivar la utilización de ese tipo de pirotecnia en sus recitales.
El juicio principal comenzó en agosto de 2008 y se encargó de la investigación del fallecimiento de las víctimas y las lesiones sufridas por los sobrevivientes. En esa instancia, los magistrados Marcelo Alvero, María Cecilia Maiza y Raúl Llanos condenaron al mánager del grupo Diego Argañaraz a 18 años de prisión. En tanto, los miembros de Callejeros fueron absueltos en primera instancia por el Tribunal Oral en lo Criminal 24. En ese mismo proceso, también fue sentenciado a 20 años de prisión el gerenciador de Cromañón, Omar Chabán, así como funcionarios porteños y miembros de la fuerza policial.
Sin embargo, las absoluciones a los músicos fueron revocadas por la Cámara de Casación en abril de 2011 y fueron condenados tras ser considerados coorganizadores del recital. Asimismo, el tribunal atenuó la calificación del delito impuesto a Chabán, y por lo tanto su pena (pasó a ser de diez años y nueve meses), al convertir el incendio doloso en culposo, figura que también achacó a los integrantes de Callejeros, al considerar que no se trató de un acto intencional, sino de negligencia.
Por orden de Casación, el Tribunal Oral fijó nuevas penas para los artistas: Fontanet recibió siete años de prisión, Vázquez seis y el resto de los miembros (Torrejón, Carbone, Djerfy y Delgado) cinco. Asimismo, el escenógrafo del grupo, Horacio Cardell fue sentenciado a tres años de prisión. De esa manera, fueron detenidos el 21 de diciembre de 2012.
No obstante, permanecieron tras las rejas un año y ocho meses, debido a que, en agosto de 2014, la Corte Suprema hizo lugar a un recurso de la defensa de los músicos que solicitaba que otra sala de Casación revisara la sentencia de la tercera. Por ese motivo, quedaron en libertad, aunque volvieron a prisión en abril de 2016, cuando el máximo tribunal dejó firme la condena, algo que ya había hecho la sala cuarta de Casación en septiembre de 2015.
La sentencia contra los músicos por el delito de "incendio culposo seguido de muerte y cohecho activo" fue justificada en que eligieron el local República Cromañón como lugar para brindar el show y, de esa manera, no evitaron un riesgo potencial. Sumado a esto, se contempló que todos los miembros de la banda tomaban las decisiones en conjunto.
En octubre de 2016, Djerfy fue beneficiado con prisión domiciliaria. En tanto, Carbone, Delgado y Torrejón quedaron en libertad en julio de 2017, tras cumplir la mitad de su condena y sumar antecedentes de buena conducta por participar en talleres dentro de la cárcel. Finalmente, en mayo de 2018, Fontanet abandonó el penal después de recibir una reducción de pena por una serie de cursos que hizo dentro de prisión. Era el último de los condenados por la tragedia de Cromañón que aún estaba tras las rejas.
Caso aparte fue el de Vázquez, que continúa preso, pero por femicidio. En febrero de 2010, el baterista fue detenido y acusado de prender fuego a su esposa, Wanda Taddei, quien falleció luego de varios días de internación. Según trascendió, la roció con alcohol y activó un encendedor después de una discusión. Por el hecho, fue condenado a 18 años de prisión en 2012, aunque Casación elevó la pena un año más tarde a cadena perpetua, motivo por el cual permanece en el penal de Ezeiza.
El destino musical de Callejeros post-Cromañón
En medio de la batalla judicial, la banda intentó seguir con su carrera y regresar a los escenarios, lo que generó reacciones adversas. La primera vez que volvieron a presentarse en público fue como invitados en un show de Jóvenes Pordioseros el 6 de julio de 2006, año y medio después de Cromañón. "Vamos Callejeros", coreaban algunos de los presentes, mientras otros insultaban, según reportes de la época. "Nos hubiera encantado hacerlo de otra manera, pero la censura funciona así", expresó Fontanet en esa oportunidad antes de entonar "Prohibido", una decisión que no resulta azarosa considerando que, además de ser uno de sus himnos, dice: "No escucho y sigo/Porque mucho de lo que está prohibido me hace vivir".
Tres meses antes, en abril, Callejeros editó su cuarto álbum, “Señales”. El material fue Disco de Oro por haber superado las 20 mil unidades vendidas a horas de haber sido lanzado, a pesar de no haber realizado ninguna campaña de promoción ni tener un recital programado para su presentación. Dentro de la lista de temas, se incluyeron nueve canciones posteriores a la tragedia, entre las que se encuentran "Frente al río" (que Fontanet le dedicó a Mariana Sirota, su novia y víctima de Cromañón) y "Día a día" (de Djerfy a sus amigos fallecidos en el incendio), que reza en su letra: "El tiempo me trata de curar/Pero sigo cantando, por eso vivo/Por ella y por todos/Los que se me han ido".
Después de varios intentos fallidos de presentarse en distintas provincias, el grupo volvió a los escenarios de manera oficial el 21 de septiembre de 2006, con su propia fecha en el estadio Chateau Carreras (Córdoba), en lo que sería el recital más grande de su historia con 21 mil asistentes. "Mi viejo dice que muertos son aquellos a los que no se los recuerda. Y creo nosotros somos los primeros que los vamos a recordar. Todos sabemos que los chicos [fallecidos en República Cromañón] van a estar acá vivos, más vivos que nunca", expresó Fontanet durante ese show. Incluso siguieron con recitales a lo largo del país durante todo 2007 y 2008, llegando a ser una de las bandas principales del Cosquín Rock.
Para 2008, en medio de los rumores de separación, editaron lo que sería su último álbum de estudio: "Disco Escultura". Sin embargo, a fines de ese año, se dio la primera salida de Callejeros: Maxi Djerfy dejó el grupo por problemas personales con sus compañeros, ya que no quería seguir tocando en medio del proceso judicial. El siguiente miembro que sería desvinculado del grupo fue Vázquez en febrero de 2010, por el femicidio de Taddei, y le seguiría Delgado ese mismo día. Finalmente, Callejeros llegó a su fin el 12 de noviembre de 2010.
“Salieron las miserias de cada uno, tuvimos que afrontar un juicio y un montón de cosas que nunca habíamos vivido, todo eso hizo que la banda se rompiera. Yo lo comparo mucho con un aborto. Cuando una pareja pasa por un aborto después es muy raro que sigan juntos, y eso pasó con Callejeros”, consideró Djerfy en diálogo con Radio Zónica en diciembre de 2017. "No hay relación. No tengo el teléfono de ninguno ni nada por el estilo. Nos vimos las últimas veces que estuvimos presos y después… cada uno mantiene a su familia, trata de salir a buscar el mango como se pueda", agregó sobre Fontanet y Torrejón, según consignó La Nación en 2019.
Si bien Callejeros cesó, los integrantes continuaron con sus propios proyectos musicales. Desde el penal de Ezeiza, Vázquez llegó a formar un grupo con Pity Álvarez, que había ingresado en el establecimiento en 2018. Por su parte, Carbone y Delgado grabaron un par de canciones bajo el grupo Libertad a Calle G, en referencia al pabellón donde se encontraban alojados en la cárcel.
Al momento de dejar la formación original, Djerfy presentó el grupo Esas cosas y lanzó dos discos: "Siempre" (que era doble, en 2010) y "Punto cardinal" (2011). Carbone siguió con su proyecto tanguero llamado Perfil Bajo (editando un álbum en 2009: "Juan carbone y los musicantes de Perfil Bajo") y en 2015 formó Juancho en Banda (con un LP en 2018: "Magia"). En tanto, Delgado creó El Hito (publicó un único disco en 2013: "Máquina del tiempo") y en 2023 lanzó Cantinela junto a Horacio y Martín Ale (exbaterista y bajista de Los Gardelitos, respectivamente), que cuenta con sus propios temas, pero aún no estrenó un álbum.
En paralelo, Djerfy sumó otro proyecto a finales del 2014: Nuestra Raza, que contó con la participación de Delgado y Carbone en su formación. En marzo de 2020 editaron su primer disco, "Voces". Sin embargo, el grupo también sufrió tragedias. Es que, el 12 marzo de 2021, Djerfy falleció a sus 46 años tras sufrir un infarto mientras jugaba al fútbol. Finalmente, Nuestra Raza tendría el mismo destino que Callejeros: separación por diferencia entre sus miembros, pero "en buenos términos", según aclaró el actual Cantinela en diálogo con El Litoral.
El otro grupo que surgió del desprendimiento de la banda original fue Don Osvaldo, creado en diciembre de 2010 por Fontanet y Torrejón, quienes siguieron tocando junto a los músicos de la última etapa de Callejeros, salvo Carbone. Originalmente se hacían llamar Casi Justicia Social y mantuvieron el logo con las iniciales "CJS", aunque cambiaron su nombre en septiembre de 2014, en honor a Osvaldo Pugliese. Sus primeros dos discos de estudio llevan la denominación original: "Casi Justicia Social I" (2015) y "Casi Justicia Social II" (2019). El tercero, lanzado en 2022, se llamó "Flor de Ceibo".
En las letras de Don Osvaldo, la tragedia de Cromañón se hace presente. Por ejemplo, el tema "Por culpa" reza en sus versos: "Por culpa de la culpa, tanta gente/se culpa por haber sobrevivido/y mientras no sienten nada los culpables/de habernos empujado a un precipicio". Sumado a esto, el conjunto participó tanto en 2021 como en 2022 del festival "No nos cuenten Cromañón", los cuales se realizaron en el Obelisco porteño en homenaje a las víctimas. “Seguimos exigiendo justicia”, exclamó el exlíder de Callejeros en aquellas oportunidades.