“A ver, enseñame lo que es la dictadura”, escribió Alfredo Casero en un rapto de bronca al ver en los medios un video que mostraba al legislador kirchnerista Juan Cabandié increpando a una oficial de tránsito que le pidió los papeles del seguro excusándose en que es hijo de desaparecidos. Y ese fue el principio de la polémica que no tardó en estallar y que trajo aparejado que el actor confesara en el programa de Jorge Lanata que él, análisis de sangre mediante, no es hijo de quien creía que era. Incluso, que recibiera fuertes críticas de una parte del staff de periodistas de 6-7-8. Su hijo, Nazareno Casero, actor que intregra el elenco de Vecinos en guerra, se animó con PERFIL a hablar sobre el asunto.
—¿Qué pensás respecto de lo que sucedió con tu padre?
—Creo que hay una intolerancia muy grande de ambos lados. Ante cualquier posición o idea que moleste a los otros empieza una catarata de insultos y de improperios que no construyen. Está todo tan confrontado que parece que se tratara de dos barras bravas, de la oposición y del oficialismo. Y creo que hay un montón de gente que se encuentra en el medio. Siento que se defiende con uñas y dientes lo que se piensa, dejando de lado la lógica en ambos lados. Está todo muy peleado, nos vamos a terminar matando a piñas.
—¿Creés que tu papá quedó en el medio de estos dos polos?
—Yo creo él sabe por qué dijo lo que dijo. Pero me parece raro. Veo que ponen a mi viejo en la misma vereda que a Fabián Gianola, Miguel del Sel o Cecilia Pando. Y yo no lo veo así. El tendrá su derecho a réplica, espero, y podrá aclarar su punto de vista. Yo no lo veo a él desde ese lado y me resulta incómodo. Me parece una boludez que la gente deje de respetarlo artísticamente por cómo piensa. Por eso yo nunca dije de qué lado estaba porque automáticamente, si vos votaste a favor o en contra, artísticamente quedás marginado por cómo pensás y ya lo que hacés es una bosta porque o sos oficialista o sos opositor. Y esa desvirtualización de las cosas es una cagada. No siempre las personas que te gusta lo que hacen tienen que pensar igual que uno, no es así. Yo quiero salvar el contenido que cada uno tiene para dar más allá de su opinión. Después, Alfredo (N. de la R: así llama a su padre) pudo haber dicho cosas que pudieron haberle dolido a mucha gente, pero eso lo tiene que hablar él.
—¿Sentís que sufrió un escarnio por exponer su punto de vista?
—Siempre pasó lo mismo con Casero. La gente nunca lo entendió y siempre le tiraron a matar. Siempre fue transgresor, pero tal vez les molestaba menos a algunos. Y no lo hace por pose, lo hace porque lo piensa así. Y creo que lo que él dice lo dice con la boca y lo banca con el cuero.
—¿Creés que le pasó lo mismo que a Juan Campanella y a Ricardo Darín?
—Puede ser, pero no estuve muy al tanto de lo de ellos por lo que no podría compararlos. Pero esto me toca directamente porque muchos de los agravios que son para Casero me llegan a mí ya que me insultan a mí también. El otro día me gritaron “facho” en la calle.
—¿Cómo es la relación con tu papá?
—Hablamos mucho, pero no vivimos juntos. Yo estoy tranquilo con mi padre porque sé cómo piensa, sé que no es un golpista, sé quién es y cómo es. Y sé que jamás ponderaría un golpe de Estado. Es un librepensador, piensa sin ataduras. No tiene un casette, un discursoarmado. Por eso cuando la gente dice que no puede hilvanar dos palabras, es porque piensa las cosas a medida que las va diciendo. Y sabe perfectamente lo que dice. También puede haberse equivocado y tiene que tener su derecho a réplica.
—¿ Simpatizás con el kirchnerismo?
—En su momento voté a Cristina y a Filmus. Pienso que hay una mirada esperanzadora y utópica en la juventud, en la cual me incluyo, y que encaja muy bien con la idea del kirchnerismo a grandes rasgos. Pero yo no soy kirchnerista ni opositor. Simpatizo, pero no militaría.
—¿Le criticás algo al Gobierno?
—Eso lo diría en vivo y en otro medio porque le doy la posibilidad a cualquiera de que lo entienda como quiera. Por ejemplo, ahora dicen que Diego Capusotto lo mató a Casero. Yo nunca sentí que le haya pegado un palo. Lo que leí me pareció muy sensato; creo que ni siquiera le esté respondiendo directamente. Así que no veo un River-Boca con Casero-Capusotto. El maniqueísmo que existe, o sos bueno o malo, no nos está dejando ver con claridad. Y eso pasa delos dos lados. No dudo que a quien le convenga tergiversar los dichos de mi padre lo hará. No acuso a nadie, perome parece que la cosa está así, muy polarizada.
—¿Cómo fue que tu papá se enteró de que no era hijo biológico de su padre?
—Yo no puedo contarlo porque es su historia. Yo la sé hace mucho tiempo. Pero no creo que sea prudente responder algo que es enteramente de él. Sólo puedo decir que él busca un montón de respuestas que espero las encuentre.
“La realidad está en el medio”
“Los que se bancaron la dictadura tienen suerte de estar vivos, los que no se la bancaron fueron perseguidos o asesinados”, tuiteó Diego Capusotto. Y esto se entendió como su “aporte” a la polémica que provocó Alfredo Casero con sus tuits y videos. Por esto, la actriz Verónica Llinás también utilizó esa red social para pronunciarse en contra de la llamada polarización. Y en diálogo con PERFIL agregó: “Me niego a pronunciarme a favor de uno u otro (Casero/ Capusotto); también a tener que soportar esta división porque viéndolo de esa forma se extreman las tendencias para hacerlas más fuertes. Y eso lleva a las personas a lugares a los cuales quizás no irían naturalmente. Creo que esto pasa de los dos lados. Muchos fueron cascoteados por decir lo que pensaban. Y a mí ninguna posición extrema me parece interesante. Creo que la realidad siempre está en el medio”.