El Aga Khan IV, un líder espiritual de 12 millones de miembros de la secta ismaelita del Islam, criador de caballos de carreras y que alguna vez fue uno de los hombres más ricos del mundo, murió a los 88 años.
A pesar de su vida privada, a veces turbulenta, miles de islámicos creen que el Aga Khan IV era descendiente directo de Mahoma a través de su hija, Hazrat Bibi Fatima, y el primo y yerno del Profeta, Hazrat Ali.
Su muerte es significativa para millones de ismaelitas en todo el mundo, que constituyen la segunda comunidad chií más grande, viviendo en unos 35 países de Asia, África, Oriente Medio, Europa, América del Norte y Australia.
En un anuncio en las redes sociales, la Red de Desarrollo Aga Khan dijo: "Su Alteza el Príncipe Karim Al-Hussaini, Aga Khan IV, 49º Imán hereditario de los musulmanes chiítas ismaelitas y descendiente directo del Profeta Mahoma (la paz sea con él), falleció pacíficamente en Lisboa el 4 de febrero de 2025, a los 88 años, rodeado de su familia”.
Mitad líder espiritual, mitad multimillonario: quién fue el Aga Khan IV, fallecido a los 88 años en Lisboa
El príncipe de los ismaelitas, cuyos antepasados huyeron de Persia a la India hace 200 años, nació en Suiza en 1936 y pasó gran parte de su vida en Francia.
Su abuelo, el Aga Kahn III rompió con 1.300 años de tradición para convertirlo en su sucesor, permitiendo que el título se saltara una generación en 1957. El Aga Khan IV sólo tenía 20 años y era estudiante en Harvard cuando heredó el cargo.
El abuelo nombró a su nieto para evitar que su hijo, un notorio “playboy” de la época, ocupara el cargo y dijo que sus seguidores deberían ser liderados por un joven "que ha sido criado en medio de la nueva era".
"Era un estudiante que sabía cuál iba a ser su trabajo por el resto de su vida", dijo en una entrevista de 2012 con la revista Vanity Fair. "No creo que nadie en mi situación hubiera estado preparado".
Siguiendo una antigua tradición, se convirtió en el Aga Khan IV en octubre de 1957, en una ceremonia en Dar es Salaam, Tanzania, donde su peso era igualado en diamantes como regalos de sus seguidores.
Durante las siguientes siete décadas el Aga Khan combinó a la perfección lo espiritual y lo terrenal: fue príncipe de los ismaelitas y una celebridad entre los ricos del mundo.
El alcance de su imperio financiero es difícil de medir, la revista Forbes lo incluyó en la lista de las personas más acaudaladas. Al momento de su muerte, se calcula que tenía una fortuna de casi US$ 14.000 millones.
La vasta riqueza del Aga Khan se utilizó principalmente con fines filantrópicos, en decenas de organizaciones benéficas y en la compra de un yate de US$ 100 millones, pero también le ayudó a disfrutar de su amor por las carreras.
Karim fue el propietario de uno de los animales más famosos de las carreras de caballos, Shergar, que ganó los campeonatos más famosos del Reino Unido, como el Derby de Epsom, el Derby Irlandés y el King George. Khan también era propietario de los caballos de carreras Zarkava y Sinndar, que lo convirtieron en uno de los magnates de las carreras más exitosos del mundo.
En su momento de mayor fama, el multimillonario se codeó con algunas de las celebridades más notables y la realeza de Gran Bretaña, Europa y Estado Unidos, y su figura se hizo habitual en las revistas de la alta sociedad.
Su primera esposa fue la modelo británica Sally Croker-Poole, con quien se casó en 1969. Rebautizada como begún Salimah, fue la madre del príncipe Rahim, que se espera que sea su sucesor de su padre como 50° Imán hereditario de los musulmanes chiítas ismaelitas.
El primer matrimonio del Aga Khan terminó en divorcio en 1984, y él se casó con la ex cantante pop alemana Gabrielle zu Leiningen, en 1998. Ella se convirtió al islam y adoptó el nuevo nombre de Inaara con el título de “begún”, pero este matrimonio también terminó en divorcio, seis años después.
