La inserción de María Becerra en la cultura norteamericana parece responder a reglas naturales. Como si “la Nena” de la música urbana argentina cumpliera con todos los requisitos del ícono del pop.Días atrás participó del programa de Kelly Clarkson, en el que hizo gala de su hablar articulado y fluido del idioma inglés. Con su característico histrionismo y entre risas, había referido la experiencia inolvidable pero también estresante de los recitales en River, que la convirtieron en la primera mujer solista en actuar en esa mítica arena.
“El primer día comenzamos el show dos horas más tarde. Llovía tanto que había agua por todos lados. Entonces, cuando teníamos que empezar el show, se cortó la energía y el generador también. Yo estaba llorando detrás de la pantalla y diciendo: ‘¿Este es el show más importante de mi vida y me pasa esto ahora? No lo puedo creer’”, recordó ante una anfitriona entusiasta como Kelly Clarkson. A esa entrevista en Nueva York se le sumó, a los pocos días, el inesperado encuentro con Adam Sandler, en las calles neoyorquinas. La artista refirió a ese momento como “un sueño”. Y agregó: “Mi actor favorito desde que soy chiquita”.
Fascinación. Nueva York es una ciudad heterogénea, donde cultura y consumo se manifiestan en dimensiones importantes. En ese sentido, María lo aprovechó al máximo, comprando ropa, mostrando en redes nuevos looks, y también, disfrutando de la compañía de su novio, J Rei.Marías se compró un buzo blanco de marca premium, un gorro tipo piluso que lució poniendo su glamour al servicio de sus seguidores, y paseó con sus botas negras, vistiendo una bermuda de jean con una musculosa estampada.
Y como si su ingreso a Estados Unidos se diera de manera gradual, casi ascendente, Becerra sumó un hito más: fue al Empire State y encendió sus luces.“Brillando de rojo esta noche en colaboración con @mariabecerra en celebración del 80 aniversario de @Holausa”, describió la cuenta del Empire State Building en Instagram. En la publicación puede verse una serie de fotos de la artista posando desde el observatorio del edificio, que es un emblema de la ciudad de Nueva York.
La artista dio un discurso en el edificio, en conmemoración de los 80 años de la revista Hola, y se mostró emocionada de estar en lo que definió como el “edificio más icónico del mundo”. Y se explayó: “En verdad es un honor, hoy, poder estar cambiando las luces a este color tan hermoso, el rojo, que representa tanto para nosotros. Quiero dedicarle este momento a Argentina y a Hispanoamérica. Todo esto es para ustedes”. El balance de su paso por Nueva York fue definitivamente un éxito. “Estoy como en un sueño, no puedo creer las cosas que han pasado en estos días. Empecé mi gira por Estados Unidos, cantamos en Nueva York y el show estuvo sold out (con entradas agotadas)”.
Con Thalía. La semana pasada, María Becerra había participado en el Billboard Latin Music Week de 2024, que se celebró en Miami. Allí compartió una charla con Thalía, en la que hablaron sobre cómo impactan los comentarios en las redes sociales y cómo eso puede afectar la salud mental de los artistas, cuya exposición, a veces, es excesiva. Se expuso una contradicción que deben afrontar: las redes sociales son una herramienta fundamental para conectarse con las audiencias y ampliar la llegada de una obra, de una creación artística. Pero, más allá de la promoción, tan necesaria en el rubro, hay aspectos que se resignan, y los artistas quedan atrapados en espacios de toxicidad que pueden afectar el bienestar mental y emocional.“Las redes sociales son una parte muy importante en lo que es la salud mental de todo el mundo”, expuso María Becerra. “Eso de estar expuestos 24/7 y sentir esa necesidad, esa presión de mostrar lo que hago, y además, que se vea lindo, el aesthetic (la estético). Sabés que todo el mundo va a estar comentando. Es una exposición muy importante”.
Así, el itinerario de Becerra no para. Esa gira en Estados Unidos se despliega entre lo artístico y lo mediático, exportando su argentinidad y volviéndola local en cada ciudad. De Nueva York a Los Ángeles, San Diego, Miami, San Francisco, Dallas, San Antonio, y Houston, antes de cruzar a México.
