“¡Hola, chicos! Soy su viejo amigo Steve King y les digo que si prohíben un libro en su escuela, vayan cuanto antes a la librería o biblioteca más cercana y descubran lo que no quieren que lean”. Stephen King escribió este posteo en X –red social que abandonó hace unos días– el 18 de enero de 2023, cuando en el estado de La Florida comenzaron a retirar libros de las bibliotecas escolares. Como en Argentina, la acusación de “pornográficos” también se usó como argumento para la censura en boca de personajes políticos similares y de fundaciones de dudosa intención y afiliación.
A sala llena. El caso de Cometierra, el libro de Dolores Reyes, se convirtió en el emblema de plan de censura que lidera la vicepresidenta Victoria Villarruel, secundada por acólitos mileimacristas, a quienes no se les conoce la lectura como un pasatiempo habitual, salvo la de leer posteos en X.
La acción antidemocrática de este grupo partidario es la que generó “En defensa de los libros”, una lectura colectiva de Cometierra y de otros textos que integran otras que forman parte de la colección Identidades Bonaerenses que hicieron más de cien voces de la cultura argentina, antes un auditorio colmado, en el teatro Picadero. Carlos Gamerro, Juan Sasturain, Claudia Piñeiro, Gonzalo Heredia, Flor Alcorta, Guillermo Martínez fueron algunos de los que participaron. Y por supuesto estuvo presente Dolores Reyes.
En la mira. Identidades Bonaerenses es un programa que se implementó en la provincia de Buenos Aires y que en el caso de Colección destinada a bibliotecas institucionales de gestión estatal de escuelas de nivel secundario, seleccionaron libros cuyos autores “ayudan a reflexionar sobre quiénes somos, cómo llegamos a ser quiénes somos y cómo podemos pensar en nuevas posibilidades de ser, entre otras cuestiones que rodean el escurridizo concepto de identidad”.
Cometierra o Si no fueras tan niña, de Sol Fantín, son dos de estos libros. Ambos títulos son los que la vicepresidenta y otra gente de su espacio buscan censurar como parte del objetivo central de esta extrema derecha de Gobierno: la eliminación de la ESI (Educación Sexual Integral). Mientras tanto, eliminaron a nivel país el exitoso programa de prevención del embarazo adolescente.