El impacto de la muerte del papa Francisco es innegable. Tanto así que cientos de funcionarios de diversas religiones brindaron sus condolencias por el hecho y le agradecieron al difunto pontífice por su labor al frente de la Iglesia Católica en estos años. Tal es el caso de Oriente Medio, y en particular Tierra Santa. Notre Dame de Jerusalén, el centro que recibe peregrinos en la ciudad, hizo sonar sus campanas en señal de luto y la Iglesia del Santo Sepulcro, que este domingo de pascua celebraba la misa por la resurrección de Cristo, recibe también a los fieles que rezan por el fallecido papa.
El homenaje y los agradecimientos no son casuales. Durante su segundo año al frente de la Iglesia Católica, Francisco había viajado a la región y mantuvo, hasta sus últimos días, una postura a favor de la paz y el diálogo, sin esconder sus denuncias de los ataques de Israel sobre Palestina. De hecho, en el verano de 2024, solicitó a la comunidad internacional que apoye la investigación sobre si las masacres de palestinos en Gaza constituyen un crimen de genocidio, a la vez que exigía un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y el acceso de ayuda humanitaria.

Por su parte, el presidente de la autoridad palestina, Mahmud Abbas, lo recordó como “un símbolo de tolerancia, amor y fraternidad”. Éste había tenido una reunión con Francisco el pasado diciembre. A su vez, el movimiento islamista Hamás envió sus condolencias a todo el mundo católico, y recordó la importancia del Papa como “una de las voces más prominentes en las condena de los crímenes de guerra y genocidas contra el pueblo palestino”.
Inclusive, líderes que no comulgaban con la ideología de Francisco y que hasta habían recibdoo críticas por parte de éste, se mostraron de luto por el hecho, como el presidente israelí, Isaac Herzog, quien expresó sus condolencias por la muerte. Según indicó, era un Papa que siempre defendió “reforzar los lazos con los judíos” y “fomentar el diálogo interreligioso”. Esto último es algo que celebraron y recordaron líderes políticos y religiosos judíos, musulmanes y cristianos de otras denominaciones

Bartolomé, Patriarca de Constantinopla y jefe de la Iglesia Ortodoxa, recordó al Papa como un “amigo genuino” junto al que trabajó por el acercamiento de ambas iglesias, divididas desde el cisma de Oriente hace mil años. Es más: el patriarca había invitado a Francisco a peregrinar juntos esta primavera a Nicea, la actual localidad turca de Iznik, donde hace 1700 años tuvo lugar el primer concilio ecuménico de la cristiandad.
Murió el papa Francisco: quiénes son los principales candidatos que podrían sucederlo
¿Y ahora cómo sigue la Santa Sede?
El próximo paso será la elección de un nuevo papa a través del cónclave, un procedimiento en el que los cardenales habilitados se aíslan en el Vaticano hasta alcanzar una decisión. Aunque técnicamente cualquier hombre católico podría ser elegido, la tradición indica que el sucesor suele surgir del colegio cardenalicio. Solo los cardenales menores de 80 años pueden participar en la votación, y el proceso concluye cuando un candidato logra al menos dos tercios de los votos. Esta etapa puede extenderse durante varios días.
En el cónclave participarán varios cardenales originarios de Oriente Medio y el norte de África. Entre ellos están Louis Raphael Sako, patriarca caldeo de Bagdad, con 76 años; Dominique Mathieu, arzobispo belga radicado en Teherán, también de 76; y Pierbattista Pizzaballa, de 60 años, al frente del Patriarcado Latino de Jerusalén. Todos ellos se encuentran dentro del rango de edad permitido para votar.
En cambio, el cardenal sudanés Gabriel Zubeir Wako, de 84 años, ya no podrá participar como elector. Uno de los nombres que ha comenzado a circular como posible sucesor de Francisco es el del arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, un francés nacido en Argelia cuando aún era territorio administrado por Francia.
TC