Una histórica propiedad en Londres con una fuerte conexión con Lady Di cambió de dueño tras venderse por €12 millones en octubre. Ubicada en el exclusivo barrio de Mayfair, esta casa perteneció al padre de la princesa de Gales, quien la adquirió en 1990 para vivir junto a su segunda esposa, Raine Spencer.
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Tras el fallecimiento de John Spencer, la tragedia marcó nuevamente la historia de la familia con el accidente automovilístico en París que le costó la vida a Diana de Gales en 1997. Poco después, Raine Spencer decidió vender la propiedad a los coleccionistas de arte Alan y Mary Hobart, por US$2,82 millones (€3,4 millones al cambio actual).
En 2021, los nuevos propietarios fallecieron y, tres años después, sus albaceas pusieron la casa en venta. Según la revista británica Country & Town House, la alta demanda y el interés en la propiedad hicieron que se vendiera en menos de cuatro meses.
Una residencia llena de historia y lujo
Ubicada en el número 24 de Farm Street, esta residencia georgiana de 460 m² fue testigo de numerosas visitas de Diana de Gales tras su divorcio de Carlos III. Entre los ilustres visitantes también figuraban el multimillonario egipcio Mohammed Al Fayed, última pareja de Lady Di, y el reconocido peluquero Peter Constandinos.
La casa cuenta con cuatro plantas y una distribución que combina elegancia y comodidad. Dispone de cinco habitaciones, biblioteca, vestíbulo de recepción, comedor, cocina y sala de desayunos.
En la planta superior se encuentra la suite principal, que incluye una sala de estar, vestidor y terraza privada. Además, la propiedad tiene un área destinada al personal, equipada con su propia cocina y dormitorio.
Entre sus comodidades más exclusivas, la casa cuenta con un ascensor que conecta los cuatro pisos, un patio privado y un estacionamiento subterráneo, un lujo poco común en la zona. El sótano alberga dos habitaciones adicionales con dos baños, vestidor y cocina.
La venta de esta icónica residencia de la familia Spencer refuerza su valor no solo por su arquitectura y ubicación privilegiada, sino también por el legado de Lady Di, quien convirtió este lugar en un refugio tras su divorcio.