Kim Kardashian continúa sorprendiéndonos con su afición por piezas icónicas que en su día pertenecieron a ilustres figuras. Tras encarnar el estilo de Marilyn Monroe en la Met Gala de 2022 con un vestido adornado con cristales, el pasado fin de semana volvió a acaparar miradas en la gala Art + Film del LACMA.
"Lady Di no era feliz porque no tenía un amor romántico", cuenta la vestuarista de la princesa Diana
Esta vez, lo hizo con un tesoro histórico: la emblemática Cruz de Attallah, una joya que alguna vez llevó Lady Di. Kardashian adquirió esta pieza en enero de 2023 durante la subasta Royal and Noble organizada por Sotheby’s, desembolsando 197.453 dólares (alrededor de 182.450 euros), "más del doble de su estimación previa", según confirmó la casa de subastas.
Kristian Spofforth, jefe de joyería de Sotheby’s en Londres, celebró la venta en su momento: "Se trata de una pieza de joyería audaz en tamaño, color y estilo, una deslumbrante exhibición de fe o moda, o ambas cosas. Estamos encantados de que esta joya haya encontrado una nueva vida en manos de otro nombre mundialmente famoso".
La impresionante cruz mide 136 x 95 mm y está decorada con 11 amatistas cuadradas, enmarcadas por diamantes de talla redonda que suman 5,25 quilates.
Un collar para dos estilos icónicos
Kim Kardashian se tomó dos años para encontrar la ocasión adecuada y finalmente lució la Cruz de Attallah en un estilo radicalmente distinto al de la princesa Diana. En 1987, Lady Di usó este llamativo accesorio durante una gala benéfica en Londres, combinándolo con un vestido de terciopelo en tonos burdeos y negro de Catherine Walker. La cruz, colgada a la altura del vientre y sostenida por un largo collar de perlas, añadía un toque de inspiración histórica a su conjunto.
Sin embargo, Kardashian eligió una versión mucho más moderna, combinando la cruz con dos gargantillas de perlas que realzaban su escote y destacando la joya como el único toque de color en un look en blanco total: un vestido sirena de Gucci y un abrigo crema llevado sobre los hombros.
Esta joya, creada en los años 20 por Garrard, joyero oficial de la familia real británica, fue muy valorada por Diana, quien también le confió el diseño de su anillo de compromiso. La cruz toma su nombre de Naim Attallah, empresario y editor británico-palestino que la prestó a la princesa en varias ocasiones. Diana fue la única en lucirla en público... hasta ahora, cuando Kardashian le ha dado una nueva vida en el escenario de la alta moda.
JCCL CP