“Su perversión explotó como una bomba atómica en nuestra familia. No sé de dónde venía esa perversión. Ni siquiera la entiendo... Era el doctor”, dijo ante el tribunal el mayor de los tres hijos de Joël Le Scouarnec, el pediatra de 74 años, que afronta un juicio por pedofilia más grande que tuvo Francia. Su hijo menor, un electricista de 37 años, relató al tribunal que recordaba haber crecido en una “familia normal” en la que algunas cosas “no se decían (...) tengo muy buenos recuerdos de mi padre”. Pero la relación se cortó cuando el caso salió a la luz: “Quería mantener esa imagen de él”, explicó ante la Justicia. Este hijo dijo que, tras estallar el caso, se había vuelto “un poco paranoico; nunca dejo a mi hijo solo”.
Quién es. Joël Le Scouarnec nació en 1950, se graduó de médico en la Universidad de Nantes en 1985, estuvo casado hasta 2000, pero se divorció en 2023, tiene tres hijos. En el juicio que comenzó el miércoles 26 de febrero, se lo acusa de haber abusado de 299 menores, de los cuales solamente catorce de ellos eran mayores de 20 años; el resto, todos eran menores de 14 años. De esos 299, 158 eran varones; 141, mujeres. Estos abusos, y en algunos casos violaciones, los realizaba mientras sus víctimas estabanan bajo los efectos de la anestesia general. ¿Dónde cometía estos abusos? En los hospitales donde trabajó como pediatra y cirujano entre 1989 y 2014.
Cabe aclarar que Joël Le Scouarnec ya está en prisión, porque en 2020, un tribunal lo condenó por haber abusado de cuatro menores, entre ellas, dos de sus sobrinas.
Pero el presente juicio es diferente. Para dimensionar el caso, este proceso le costará la Estado francés 3,2 millones de euros; por el juzgado declararán más de 750 personas, y como el edificio del tribunal de Vannes no tiene salas tan grandes, el juicio tendrá lugar en dos espacios de la Facultad de Derecho de esa ciudad. En uno estarán los testigos, sus familiares y abogados; en otro, la prensa y el público habilitado.
Detallista. En el allanamiento al domicilio de Le Souarnec, donde vivía como un ermitaño con sus decenas de muñecas, se incautaron de más de trescientas mil imágenes pedófilas, además de miles de páginas con listas, así como y diarios en su computadora. En cuadernos, el pediatra y cirujano, anotaba meticulosamente los nombres de sus víctimas, junto con los deatlles de los abusos que les infligía bajo los efectos de la anestesia, a veces incluso en la mesa de operaciones.
En una anotación de 1996, Le Scouarnec escribió: “ELLA sabe que soy un pedófilo”, en una apartente referencia a su exmujer, Marie-France.
Esta mujer está acusada por su cuñado de no haber hecho nada para detener el accionar del pediatra. Interrogado por la presidenta del tribunal, este hermano de Le Souarnec dijo que no tenía “pruebas” que respaldaran sus afirmaciones, tampoco ocultó su enemistad con su cuñada y la acusó de “querer a su marido por dinero”, de haberse acostado con el primer esposo de su hermana, de haber tenido un amante, incluso de haberse insinuado a él también. Mientras esta interna familiar se expuso el primer día de audiencias, una víctima del pediatra dio la cara ante los medios, así como dos abuelos que perdieron a su nieto, quien se suicidó cuando supo que su nombre y los detalles del abuso cometido contra él estaban en uno de los cuadernos de este médico.
Fracaso. Los abogados de las víctimas y de las asociaciones de protección de la infancia consideran que este caso pone de manifiesto los fallos sistémicos que permitieron a Le Scouarnec perpetrar sus crímenes. “¿Cuántas personas sabían que era un pedófilo y le permitieron ejercer la medicina en contacto con niños?”, pregunta indignada una de las víctimas a la AFP, que solicitó el anonimato. “Ellos lo sabían y nadie hizo nada. Quiero que sean juzgados”.
Por su parte, Frédéric Benoist, abogado de la asociación de protección de la infancia La Voix de l’Enfant, estima que el hecho de que nunca se prohibiera ejercer a Le Scouarnec es un “fracaso colectivo”. Dicha asociación presentó una denuncia en este sentido y la fiscalía de la ciudad bretona de Lorient indicó que tiene abierta una investigación por no haberse impedido crímenes contra la integridad de las personas.