"No olvidar, siempre resistir". La letra de "El nudo" se convirtió en uno de los lemas de la tragedia de Cromañón, donde murieron 194 personas y más de 1.400 resultaron heridas durante un recital de Callejeros. Tan solo tres años antes de esa fatídica noche, el grupo lanzaba su primer álbum "Sed", donde ese tema salió a la luz. Lo que menos se habrían imaginado los músicos en ese momento era que estarían involucrados en uno de los hechos más trágicos de la historia del rock. Y por si eso fuera poco, no sería la única desgracia que vivirían.
Doce años atrás y a unos veinte kilómetros de distancia, comenzó a gestarse Callejeros. Era 1992 y unos jóvenes del barrio de Villa Celina, ubicado en el partido bonaerense de La Matanza, se juntaron con el objetivo de formar una banda de rock: Gatos Callejeros. Con cambios en la formación, surgió el nuevo nombre: Río Verde, una referencia a la canción "Green River" de Creedence y que reflejaba su oferta musical de ese entonces, cuando se dedicaban a tocar covers de otros artistas como Chuck Berry y los Rolling Stones.
Para finales de 1996, hubo otras modificaciones en el grupo y se sumaron nuevos miembros, lo que llevó a que su sonido tuviera una variación rotunda y pasaran a llamarse Callejeros. Su consolidación musical llegaría entre fines de 1999 y comienzos del 2000 con el ingreso de otro guitarrista y la incorporación del saxo. De esa manera, la formación de Patricio "Pato" Fontanet (voz), Christian Torrejón (bajo), Maximiliano Djerfy (guitarra), Eduardo Vázquez (batería), Elio Delgado (guitarra y coros) y Juan Carbone (saxo y bandoneón) quedó estable y lanzó su propuesta propia dentro del rock barrial.
Una vez afianzados, el conjunto grabó tres demos que habían realizado entre 1997 y el 2000, en miras de poder lanzar su primer álbum de estudio oficial. Después de casi un año de distribuirlo de manera casera, la banda le presentó su material al sello discográfico Pelo Music, con quienes acordaron su primer contrato. Así, en 2001, se estrenó "Sed", compuesto por doce temas, de los cuales cuatro estaban en el cassette "Adelantos" y uno formaba parte de "Callejeros (Milonga Roncanrol)". El disco fue grabado, mezclado y masterizado de forma independiente en El Mataderos Records.
Los próximos dos LP no se hicieron esperar mucho más. En marzo de 2003 se estrenó "Presión", que cuenta con catorce canciones y fue grabado en el mismo estudio que su predecesor. Al año siguiente, fue el turno de "Rocanroles sin destino", también con catorce pistas, del que se desprendió como primer corte de difusión el hit “Prohibido”. El disco fue presentado dos veces: la primera, en Córdoba, ante 10 mil personas, y la segunda, en el estadio de Excursionistas frente a casi 15 mil personas.
En paralelo, Callejeros había alcanzado su pico máximo de popularidad. En ese sentido, el grupo agotaba las localidades en los sitios donde tocaban, tales como los míticos Cemento y el Estadio Obras Sanitarias (el "templo del rock"), a lo que se añade que ya habían tenido su primera presentación en el Cosquín Rock. Además, con una carta de recomendación del manager de La Renga, firmaron contrato con Pelo Music (que llevó a una multinacional a 2 Minutos, La Renga y Viejas Locas) y reeditaron los dos primeros discos.
Incluso en la prensa se reflejaba la promesa y fama creciente que tenía el grupo oriundo de Villa Celina. "El asunto es que Callejeros va a llenar Obras. Y tiene con qué [...] Un comentado papel secundario como teloneros de Viejas Locas y La Renga, un par de amigos en la tumba y un frontman (Patricio Santos Fontanet) amado, santificado y cuestionado [...] Con eso lograron llegar al Marquee y llenarlo, llegar a Cemento y llenarlo, alquilar el Microestadio de Atlanta y llenarlo… En Cosquín Rock 2004 no sólo fueron una de las sorpresas, sino que también le cortaron la cara a todos los medios de la Capital, hablaron únicamente con la prensa provincial [...] el público de Callejeros mantiene la ortodoxia rockera. Eso quedó demostrado con un ataque serial (de tres recitales) en República Cromañón", se lee en un artículo de la Rolling Stone en junio de 2004, seis meses antes del hecho que cambiaría el rumbo de la banda.
De la promesa del éxito a la tragedia: Cromañón y el proceso judicial contra Callejeros
El 2004 parecía ser prometedor para Callejeros. Después de años de trabajo, habían conseguido instalarse en el mainstrean y llenar dos veces el Obras. Los números también mostraban que era su momento de apogeo: habían pasado de tocar en lugares para 1.000 personas a llenar un estadio para 5.000. Para finalizar el año, decidieron festejar junto a sus fanáticos en República de Cromañón, en lo que se veían como tres noches seguidas de puro rock en las que presentarían sus discos publicados hasta ese entonces. No era un escenario ajeno, ya que habían tocado allí el 12 de julio de ese mismo año, en el marco de la inauguración del local.
En la última de esas veladas, cerca de las 22:50, una bengala alcanzó la media sombra que cubría el techo y provocó un incendio. En tan solo unos segundos, se formó una nube tóxica, que fue la responsable de las mayorías de las muertes. Por si eso fuera poco, era difícil escapar del establecimiento porque cuatro de las seis salidas de emergencia estaban cerradas con un candado y alambres, se había cortado la luz por las llamas y los matafuegos no funcionaban.
El humo se expandió rápidamente por todo el local, ante lo que el público entró en pánico y comenzó a correr con desesperación, causando una estampida. En ese contexto, 194 personas perdieron la vida, mientras que al menos 1.432 resultaron heridas. Entre las víctimas fatales se encontraban familiares y allegados de miembros de la banda: la novia de Fontanet; la madre de Vázquez; la tía, el tío, la ahijada y la prima de Djerfy, y la esposa del mánager, Diego Argañaraz, así como el hermano del percusionista invitado, Daniel Conte.
Había más de 4.500 asistentes esa noche, siendo que Cromañón solo estaba habilitado para 1.031. Varios de los espectadores que lograron ponerse a salvo terminaron en un estacionamiento ubicado detrás del boliche. En tanto, algunos testigos que ayudaron con el traslado de heridos y que volvieron a ingresar al local relataron que había "varios cadáveres apilados" en el interior. Ese episodio se convirtió en la peor tragedia mundial en la historia del rock, así como una de las mayores tragedias no naturales en la Argentina.
Los integrantes del grupo fueron procesados por el hecho y se generó un debate en torno a su responsabilidad en el siniestro. Mientras algunos atribuían la culpa a los actores políticos y dueños del establecimiento, hubo quienes apuntaron los dedos hacia Callejeros, acusándolos de incentivar la utilización de ese tipo de pirotecnia en sus recitales.
En el plano judicial, los músicos llegaron a recibir condenas. Si bien en 2009 fueron absueltos de la causa penal, dos años después Casación revisó la sentencia y los consideró partícipes necesarios del delito de “Incendio Culposo seguido de muerte en concurso real con cohecho activo”. En 2012, se dictó el inmediato cumplimiento de la pena de catorce años.
El expediente llegó a la Corte Suprema de Justicia, que en 2014 hizo lugar al recurso extraordinario presentado por el grupo. De esa manera, los artistas quedaron en libertad, pero la actuación judicial no terminó en esa instancia. Es que, casi 17 años después, la mayoría de ellos cumplió una condena efectiva de cinco años y pasaron a libertad condicional.
"Sigo cantando, por eso vivo, por todos los que se me han ido": Callejeros post-Cromañón
En medio de la batalla judicial, la banda intentó seguir con su carrera y regresar a los escenarios, lo que generó reacciones adversas. La primera vez que volvieron a presentarse en público fue como invitados en un show de Jóvenes Pordioseros el 6 de julio de 2006, año y medio después de Cromañón. "Vamos Callejeros", coreaban algunos de los presentes, mientras otros insultaban, según reportes de la época. "Nos hubiera encantado hacerlo de otra manera, pero la censura funciona así", expresó Fontanet en esa oportunidad antes de entonar "Prohibido", una decisión que no resulta azarosa considerando que, además de ser uno de sus himnos, dice: "No escucho y sigo/Porque mucho de lo que está prohibido me hace vivir"
Tres meses atrás, en abril, Callejeros editó su cuarto álbum, “Señales”. El material fue Disco de Oro por haber superado las 20 mil unidades vendidas a horas de haber sido lanzado, a pesar de no haber realizado ninguna campaña de promoción ni tener un recital programado para su presentación. Dentro de la lista de temas, se incluyeron nueve canciones posteriores a la tragedia, entre las que se encuentran "Frente al río" (que Fontanet le dedicó a Mariana Sirota, su novia y víctima de Cromañón) y "Día a día" (de Djerfy a sus amigos fallecidos en el incendio), que reza en su letra: "El tiempo me trata de curar/Pero sigo cantando, por eso vivo/Por ella y por todos/Los que se me han ido".
Ese año, Callejeros tuvo la ilusión de presentarse en distintas provincias, pero no hubo resultados. En primer lugar, quisieron tocar en Tucumán, pero el entonces gobernador, José Alperovich, no permitió el concierto, ya que el estadio no contaba con la condiciones suficientes de seguridad. Algo similar ocurrió en La Pampa, cuando las autoridades provinciales rechazaron la propuesta a las pocas horas.
Finalmente, el 21 de septiembre de 2006, el grupo volvió a los escenarios con su propia fecha en el estadio Chateau Carreras (Córdoba), en lo que sería el recital más grande de su historia con 21 mil asistentes. El show comenzó a las 17, un horario atípico para las bandas del rock, y contó con un fuerte protocolo de seguridad (1.600 policías y un doble cacheo en las puertas).
"Mi viejo dice que muertos son aquellos a los que no se los recuerda. Y creo nosotros somos los primeros que los vamos a recordar. Todos sabemos que los chicos [fallecidos en República Cromañón] van a estar acá vivos, más vivos que nunca", expresó Fontanet durante ese recital. En los días previos, los padres de las víctimas de Cromañón viajaron hacia esa provincia para intentar impedir el evento, pero no tuvieron éxito. No obstante, lograron un embargo de la recaudación con las entradas.
La polémica en torno a Callejeros seguía, pero eso no detuvo al grupo. El 17 de octubre de 2006 realizaron su segundo concierto oficial en el Estadio del Centro en La Rioja ante aproximadamente 7.000 u 8.000 personas. Sumado a esto, el 11 de febrero de 2007 volvieron a ser uno de los artistas principales en el Cosquín Rock, donde tocaron para alrededor de 40 mil asistentes que agotaron entradas. Ese año también se presentaron en Santa Fe (Club Gimnasia y Esgrima y el anfiteatro de Rosario, dos veces en cada uno); Neuquén (estadio Ruca Che); Mendoza (estadio Andes Talleres y el anfiteatro de Villa María); Córdoba (tres shows en el teatro Orfeo); Olavarría; Mar del Plata (dos funciones); Salta y San Luis.
Para 2008, en medio de los rumores de separación, editaron lo que sería su último álbum de estudio: "Disco Escultura". El LP, que cuenta con trece canciones, fue bajo el sello "Rocanroles argentinos", creado por los miembros de la banda, luego de haber roto el contrato con Pelo Music. Con el tema "Siempre un poco más" como bandera, presentaron su trabajo en el Orfeo Superdomo de Córdoba.
A fines de ese año, se dio la primera salida de Callejeros: Maxi Djerfy dejó el grupo por problemas personales con sus compañeros, ya que no quería seguir tocando en medio del proceso judicial. Sin su guitarrista original, en 2009, el grupo realizó shows en Córdoba, Santa Fe y Olavarría. En tanto, el 31 de enero de 2010, brindaron un espectáculo en el Estadio Mundialista de Mar del Plata, ante más de 15 mil personas, en lo que fue su primer recital después de la absolución inicial en 2009.
Sin embargo, la alegría de la sentencia favorable no duraría demasiado. En febrero de 2010, Vázquez fue detenido y acusado de prender fuego a su esposa, Wanda Taddei, quien falleció luego de varios días de internación. Ese mismo día, Delgado también fue desvinculado del grupo. Con Luis Llamas (baterista de Ojos Locos), Álvaro "Pedi" Puentes (exguitarrista de Jóvenes Pordioseros) y Abel "Crispín" Pedrello (guitarra) como reemplazos temporales, Callejeros se presentó en público dos veces más: en Tucumán en mayo y en Córdoba en julio. Poco después, la banda llegó a su fin el 12 de noviembre de 2010.
Rocanroles con destino: los proyectos musicales de los ex Callejeros
El fin de Callejeros no significó la retirada de la música de sus miembros. En ese sentido, cada uno de ellos continuó con otros proyectos personales. Sin embargo, sí fue el término de la amistad que alguna vez los unió. "No hay relación. No tengo el teléfono de ninguno ni nada por el estilo. Nos vimos las últimas veces que estuvimos presos y después… cada uno mantiene a su familia, trata de salir a buscar el mango como se pueda", había expresado Djerfy sobre Fontanet y Torrejón, según consignó La Nación en 2019.
En el caso de Vázquez, el 14 de junio de 2012 fue condenado a 18 años de prisión por el femicidio de su esposa, a quien roció con alcohol y activó un encendedor luego de una discusión. Al año siguiente, Casación elevó la pena a cadena perpetua. En la actualidad, se encuentra detenido en el penal de Ezeiza y llegó a formar un grupo con Pity Álvarez, que había ingresado en el establecimiento en 2018.
Quienes también realizaron un proyecto desde la cárcel fueron Carbone y Delgado. En ese sentido, grabaron un par de canciones bajo el grupo Libertad a Calle G, en referencia al pabellón donde se encontraban alojados en la prisión. "Para todos los que envían sus mensajes de aliento y fuerza, y para los que puedan y quieran colaborar, les presento este proyecto musical que armé junto con Elio Delgado. El nombre del mismo fue creado por ustedes, de tanto escucharlo me pareció el nombre ideal [...] la lucha continúa, o mejor dicho siento que recién empieza, al igual que este proyecto (claro que con la triste particularidad de estar en esta situación de encierro)", explicó el saxofonista en una carta desde el complejo penitenciario.
Por otro lado, al momento de retirarse de la formación en 2009, Djerfy presentó el grupo Esas cosas y lanzó dos discos: "Siempre" (que era doble, en 2010) y "Punto cardinal" (2011). Por su parte, Carbone siguió con su proyecto tanguero llamado Perfil Bajo (editando un álbum en 2009: "Juan carbone y los musicantes de Perfil Bajo") y en 2015 formó Juancho en Banda (con un LP en 2018: "Magia"). En tanto, Delgado creó El Hito (publicó un único disco en 2013: "Máquina del tiempo") y en 2023 lanzó Cantinela junto a Horacio y Martín Ale (exbaterista y bajista de Los Gardelitos, respectivamente), que cuenta con sus propios temas, pero aún no estrenó un álbum.
En paralelo, Djerfy sumó otro proyecto a finales del 2014: Nuestra Raza, que contó con la participación de Delgado y Carbone en su formación, cada uno con el mismo instrumento que en su época de Callejeros. En marzo de 2020 editaron su primer disco, "Voces". Sin embargo, el grupo también sufrió tragedias. Es que, el 12 marzo de 2021, Djerfy falleció a sus 46 años tras sufrir un infarto mientras jugaba al fútbol. Finalmente, Nuestra Raza tendría el mismo destino que Callejeros: separación por diferencia entre sus miembros, pero "en buenos términos", según aclaró el actual Cantinela en diálogo con El Litoral.
Un camino similar tuvieron Fontanet y Torrejón, quienes siguieron tocando luego de la disolución junto a los músicos de la última etapa de Callejeros, salvo Carbone. Con esa formación, se rebautizaron como Casi Justicia Social, manteniendo el logo de Callejeros con sus iniciales "CJS" y, entre otros shows, se presentaron en el Cosquín Rock de 2012. En septiembre de 2014, cambiaron su nombre a Don Osvaldo, en homenaje a Osvaldo Pugliese, aunque sus primeros dos discos de estudio llevan la denominación original: "Casi Justicia Social I" (2015) y "Casi Justicia Social II" (2019). El tercero, lanzado en 2022, se llamó "Flor de Ceibo"
En 2018, Fontanet recibió la libertad condicional y la jueza Vilma Bisceglia le prohibió organizar espectáculos públicos y hablar en sus conciertos sobre Cromañón. Como frontman de Don Osvaldo, participó tanto en 2021 como en 2022 del festival "No nos cuenten Cromañón", los cuales se realizaron en el Obelisco porteño en homenaje a las víctimas. “Seguimos exigiendo justicia”, exclamó el exlíder de Callejeros en aquellas oportunidades, demostrando que, a pesar de los nuevos proyectos, la memoria de la tragedia sigue presente.