La invitación decía el “Sarao del Virrey” pero la anfitriona resultó ser una virreina, Inés Etchebarne Mihanovich; hubo un virrey – Walter D’Aloia Criado–, pero tomó un papel más discreto aunque presente para que, junto con “la corte” del comite de organización del sarao, todo resultara perfecto.

En la noche del Sarao del Virrey el mundo estaba sacudido por las primeras consecuencias de la aplicación de los aranceles que implementó, y en Argentina, la economía del gobierno de Javier Milei estaba a horas de recibir el dato negativo de la inflación de marzo, y de asistir a la celebración que hizo el Gobierno de lo que en tiempo de Macri presidente fue objeto de crítica furiosa del propio Milei: conseguir los dólares del Fondo Monetario Internacional para aumentar la deuda externa de Argentina.
¿Por qué el Museo Fernández Blanco es un joya de Buenos Aires?
En ese contexto, y por varias horas, todo el Museo Fernández Blanco fue escenario de una cena a beneficio donde los invitados reinterpretaron el código de vestimenta del Sarao del Virrey. Así hubo quienes se optaron por portar detalles como condecoraciones, camafeos, mantones, abanicos o peinetones, mientras que muchos otros, se vistieron como para la filmación de una película ambientada en tiempos de la colonia de una Argentina a la que le faltaba poco para nacer como nación.

A toda esta puesta escenográfica potenciada por la arquitectura del museo y los vestuarios elegidos por los invitados, el comité organizador ideó un menú con, por ejemplo, “carne braseada (...) al uso de la Corte de la Nueva España(...) y picatoste del Reyno de Castilla”; o el postre fue una “siesta virreinal de peras (...) y una salsa de chocolate como lo toma la Señora Virreina”.

El Museo Fernández Blanco comprende el Palacio Noel, la Casa Fernández Blanco, y la Casa Girondo.Lo recaudado en este Sarao del Virrey se destinará parala puesta en valor de la Casa de Oliverio Girondo y Nora Lange, un espacio con historia propia porque en la primera mitad del siglo XX fue centro de reunión de personajes de la cultura argentina que recibían sus dueños, los poetas Oliverio Girondo y Norah Lange. Por allí pasaron Federico García Lorca, Pablo Neruda, Borges, Olga Orozco y personajes que fueron arte de las vanguardias que se alentaba desde la Revista Martín Fierro y su entorno.
LT