Casi no hay registro próximo de un Punta del Este donde la temperatura, el viento, y lloviznas intermitentes hacían del comienzo de la temporada de verano, un comienzo de otoño. Recién en los últimos días asomó un sol con algo de viento, que habilitó la ocupación de las playas esteñas.
Ese clima de frío inesperado hizo de los chales el must de este verano en Punta del Este. El accesorio que en otras temporadas era un objeto de uso fortuito, se convirtió en un objeto imprescindible tanto para el día como para la noche. Más de allá de las chaquetas, camperas y sweaters.
Mauro Colagreco fue otro must esteño, pero gastronómico.
Una de las habitués de Punta del Este que potenció a los chales como un must fue Rossella della Giovampaola. No hubo salida a evento de los que hubo en lo que va de la temporada que ella no los combinara con diseños relajados de Oscar de la Renta, Pucci o firmas similares.
En caso de Rossella Della Giovampaola los chales –que colecciona– son de Manos del Uruguay –una famosa firma uruguaya–, y de Gabriela Hearst, una uruguaya de origen pero que instalada en Nueva York, se hizo un nombre en el mundo de la moda. Incluso vistió a Jill Biden cuando su marido Joe Biden asumió como presidente de Estados Unidos.
“Los de Manos del Uruguay son de lana..¡Y son fabulosos! Vaya donde vaya a todos les gustan”, dijo a PERFIL, Rossella Della Giovampaola. “Los de Gabriela Hearst son de cashmere, algunos jaspeados o de varios colores, son más suaves, y ella los hace tejer acá (en Uruguay) en Manos del….”.
En esa línea de vestir con chales uruguayos están también María Toscana, la hija de Rossella, y su hermana Patricia della Giovampaola quien por ejemplo, combinó estos accesorios con vestidos Pucci, Brandon Maxwell y Oscar de la Renta.
EI/fl