Durante su visita a la zona más afectada por las devastadoras inundaciones en el este de España, el rey Felipe VI y la reina Letizia enfrentaron una furiosa reacción de residentes indignados con la respuesta del Estado, quienes lanzaron barro, piedras y otros objetos hacia los monarcas y su comitiva.
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Entre gritos de “¡Fuera!” y “¡Asesino!”, los guardaespaldas debieron abrir paraguas para proteger a la pareja real en medio del caos. Dos agentes resultaron heridos, uno con una profunda herida en la frente, mientras que el automóvil oficial del presidente del gobierno español sufrió daños.
La catástrofe, que cobró la vida de más de 200 personas y dejó miles de hogares destrozados, ha generado una indignación generalizada en Paiporta, donde los residentes continúan sin servicios básicos como agua potable y electricidad. “¡Hemos perdido todo!”, exclamaba un residente mientras otros clamaban: “¡Queremos justicia!” y “¿Dónde está Pedro Sánchez?”.
La frustración también se dirigió al presidente regional de Valencia, Carlo Mazón, con gritos de “¡Dimisión ya!”. Uno de los habitantes expresó con furia: “Nos dejaron solos. Las alertas llegaron tarde y tuvimos que evacuar sin ayuda. ¿Dónde estaba el Estado?”.
La angustia de la Reina Letizia
Visiblemente afectada, la reina Letizia rompió en llanto tras escuchar los relatos de los sobrevivientes, especialmente después de que una mujer le dijera: “Nos han abandonado; no tenemos agua ni luz, ¿qué esperan para ayudarnos?”. A su lado, el rey Felipe VI, con el rostro y su abrigo manchados de barro, trató de calmar a la multitud, diciendo: “Entiendo su dolor y su enojo, estamos aquí para escucharlos. Nuestro compromiso es con ustedes, con cada familia afectada”. En un intento por conectar con los residentes, el monarca añadió: “Es necesario brindar esperanza a estas personas y asegurarles que el Estado está presente en toda su plenitud”.
Sin embargo, la ira de los ciudadanos no cesó, y una residente golpeó el auto oficial mientras gritaba: “¿Esperanza? ¡No necesitamos palabras, necesitamos acciones!”. En su mensaje posterior a las autoridades locales, el rey reiteró: “A estas personas hay que darles más que promesas; necesitan ayuda real y ahora”.
La visita, que pretendía mostrar cercanía, se transformó en una escena de tensiones y reclamos. Pedro Sánchez, quien también estuvo en la zona, aseguró a los medios que “los esfuerzos de recuperación no se verán frenados por este incidente”, y expresó su solidaridad con los afectados: “Entiendo la desesperación y el sufrimiento. Es nuestra obligación atender cada necesidad y reconstruir lo que se ha perdido”.
Que dijeron los monarcas tras vivir de cerca el enojo de los valencianos
"Es difícil comprender cómo funcionan todos los mecanismos puestos en marcha para paliar los efectos de esta catástrofe", expresó el rey Felipe, reconociendo que, además de la estructura de respuesta, existen expectativas elevadas de los ciudadanos afectados.
Sin leer apuntes y mirando de frente a quienes lo rodeaban, el monarca transmitió su “gratitud y orgullo por veros trabajar representando a todos los españoles tras este monumental desastre que ha afectado a tantas vidas y modos de vida”, dijo. A su lado, la reina Letizia escuchaba con un rostro serio, reflejando la conmoción de una jornada que quedará grabada en su memoria, en la que fue vista consolando a los vecinos afectados, rota de dolor y manchada de barro, ofreciendo abrazos y palabras de consuelo.
En su discurso, el Rey enfatizó que “a las personas hay que darles esperanza y garantizarles que el Estado en su plenitud está presente”, y se mostró confiado en que “cada día irá mejor” y que la eficacia de los recursos irá en aumento. “Lo importante es lo que estáis haciendo para que la gente perciba que los mecanismos en los distintos niveles están funcionando”, afirmó.
Felipe VI también quiso reconocer “la enorme contribución de personas de todo tipo, locales…”, subrayando la resiliencia y solidaridad que caracteriza al pueblo español. "Luego hay que organizarlo, gestionarlo... y no es fácil", comentó, haciendo hincapié en la admiración que le provoca ver la capacidad de los ciudadanos para unirse en momentos de crisis.
El Rey finalizó su discurso anunciando que él y la Reina tienen previsto visitar otras zonas afectadas, incluidos “lugares, municipios e incluso provincias” que también han sufrido el impacto de las inundaciones. “Gracias por el esfuerzo, sé que son días agotadores. No hay horas, no hay minutos, y hay mucha necesidad que atender. Ánimo y adelante”, concluyó, agradeciendo profundamente la labor de quienes están en la primera línea de asistencia.
JCCL CP