“Si se arma todo por decreto, después va a ser más fácil desarmar todo por decreto”, dijo Gala Díaz Langou en el discurso que dio como titular de Centro de Implementación de Políticas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) en la cena por los veinticinco años de ese reconocido think tank argentino.
Esta reunión que tuvo casi mil invitados se realizó tres días antes de que el Senado de la Nación rechazara las designaciones de Ariel Lijo y de Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema que, por decreto, quiso imponer Javier Milei. Quizá teniendo en cuenta dicha situación, Gala Díaz Langou remarcó que la independencia y legitimidad del Poder Judicial es fundamental para que exista un pleno Estado de derecho, y que para que eso suceda, “se requieren procesos de designación transparentes y acuerdos políticos que aseguren estabilidad en los nombramientos”. Finalmente, la titular de Cippec apuntó sobre un detalle que se le demandó al actual gobierno desde antes de conocerse que Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla eran sus elegidos para la Corte Suprema, esto es, que al menos uno de los nuevos miembros sea una mujer. “Resulta fundamental promover una mayor diversidad de miradas en la Corte Suprema, garantizando una representación más equitativa, incluyendo la presencia de mujeres en su conformación”, remarcó Gala Díaz Langou.
Las llaves. Esta descripción respecto del Poder Judicial que Cippec dio en su cena-aniversario, se incluyó como ejemplo de una de las “tres llaves” que el think tank propuso como agenda de futuro para la Argentina. En este caso, “Instituciones democráticas sólidas” fue esa llave; las otras dos fueron “Una estrategia de desarrollo”, y “Estabilidad macroeconómica”. Esta última llave se dio en la previa de la publicación de los aranceles globales que impuso Donald Trump. Igualmente Díaz Langou apuntó a que “en el último año, Argentina realizó avances significativos en la estabilización económica (...) y para sostenerla, es necesaria una reforma integral que actualice algunos aspectos, como las condiciones de acceso a la jubilación: solo un veinticuatro por ciento de la población cumple con los treinta años de aportes requeridos, lo que llevó a recurrir a moratorias (...) La propuesta de Cippec permitiría mejorar la situación de la mayoría de los futuros jubilados argentinos y también, asegurar la sostenibilidad del sistema”.