Miles de personas continuaron desfilando este jueves ante el ataúd del papa Francisco en la basílica de San Pedro para darle un último adiós antes del funeral previsto el sábado en presencia de dignatarios internacionales.
Desde el miércoles a las 11 de la mañana hasta hoy, al menos 90.000 personas recorrieron la nave central de la imponente basílica barroca para despedirse unos segundos del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, anunció el servicio de prensa del Vaticano.
Las filas para entrar siguen congregando a miles más pese a la larga espera que puede prolongarse durante horas.
La capilla ardiente sólo cerró apenas dos horas en la madrugada de este jueves y El Vaticano aseguró que, dependiendo de la afluencia, podría prolongar de nuevo su apertura más allá de la medianoche.
Los fieles tienen hasta la noche del viernes para despedirse de Francisco. A las 20.00 de ese día (15:00 en Argentina) el sencillo féretro será cerrado y sellado y se preparará para el funeral de Estado que tendrá lugar el sábado.
Al menos 130 delegaciones, incluyendo unos "50 jefes de Estado y 10 monarcas" en ejercicio, asistirán a la misa funeral que tendrá lugar en la plaza de San Pedro, informó la Santa Sede.
Presidentes como Donald Trump, Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, así como el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres, ya anunciaron que acudirán.
El entierro será ese mismo día en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, el primero de un pontífice fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. Su tumba será en mármol, procedente de la región italiana de donde son oriundos una parte de sus ancestros, y tendrá por única inscripción "Franciscus", según la Santa Sede.
El Vaticano por ahora descartó decidir la fecha del cónclave para mantener el foco en el funeral. La elección debe celebrarse en la emblemática Capilla Sixtina en un plazo de entre 15 y 20 días desde su muerte, o antes si los cardenales lo deciden. Más de dos tercios de los 135 purpurados electores fueron nombrados por el difunto papa.
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Aviones de combate están en alerta para intervenir, mientras que helicópteros policiales sobrevuelan el centro histórico y francotiradores fueron desplegados en los tejados de la Via della Conciliazione que conduce a la plaza San Pedro y en la cercana colina del Janículo.
Primer día del velatorio
El miércoles, los dolientes debieron soportar una fila de hasta cuatro horas para poder despedirse de la máxima figura de la Iglesia Católica, fallecida a los 88 años, pero cada doliente solo pudo pasar ante el féretro unos pocos segundos. Federico Rueda, un argentino de 46 años, confesó que, incluso con un periodo tan corto de tiempo, se sintió feliz: “Vale la pena perderse otros lugares para despedir a un argentino: un Papa muy digno”. Por su parte, el mexicano Leobardo Guevara, de 24 años, reveló que sintió una “sensación de paz”, al estar frente al cuerpo del primer Papa latinoamericano.
La Agencia de Protección Civil Italiana estima que cientos de miles de personas llegarán a Roma para despedir al Papa. Por ese motivo, se está preparando un gran operativo de seguridad para el funeral frente a San Pedro, donde estarán presentes líderes mundiales como el presidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodímir Zelenski.
El megaperativo de seguridad para el funeral del papa Francisco
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni le rindió homenaje al papa Francisco en una sesión conjunta especial del parlamento en Roma, antes de presentar personalmente sus respetos en San Pedro. La mandataria definió al Sumo Pontífice como una persona decidida y cálida. “Con él podías hablar de todo. Podías abrirte y contar tu historia sin filtros ni miedo a ser juzgada”, confesó.
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Tras el funeral, el ataúd de Francisco será llevado a su iglesia favorita, la basílica papal de Santa María la Mayor de Roma, donde será enterrado y señalado con una inscripción muy simple: Franciscus.
Por la llegada constante de gente, las autoridades han debido reforzar la seguridad del funeral. Pierfrancesco Demilito, portavoz de la protección civil italiana, le confirmó a la AFP que era imposible predecir la multitud esperada, pero calculó “al menos varios cientos de miles de personas”.
Tras el funeral, todas las miradas estarán fijas en el proceso de elección del sucesor de Francisco. Cardenales de todo el mundo regresan a Roma para el cónclave, que debería arrancar no menos de 15 días y no más de 20 después de la muerte del papa. Sólo aquellos menores de 80 años son elegibles para participar de la votación.
Los cardenales ya se han reunido en dos ocasiones, llamadas congregaciones generales: la primera, el martes 22 de abril, donde fijaron la fecha del funeral, y, nuevamente, al día siguiente, este miércoles 23.
Unos 103 cardenales del total de 252, fueron a la reunión del miércoles, informó el Vaticano, pero solo 135 tienen derecho a votar en el cónclave. Allí definieron un plan para los tradicionales nueve días de luto por el papa, los llamados “novendiales”, que se extenderán desde el sábado 26 de abril hasta el 4 de mayo.
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Se había fijado otra reunión para el jueves 24 de abril a las 9:00 (07:00 GMT), pero el Vaticano insistió en que toda la atención esté concentrada en el funeral.
Al momento de su muerte, Francisco tenía dos meses de reposo por prescripción médica, sin embargo, siguió haciendo apariciones públicas a pesar de tener serias dificultades para respirar. El Domingo de Pascua recorrió la Plaza de San Pedro en el "papamóvil" para saludar a las personas reunidas en el lugar, parando para besar a los bebés en el camino. Falleció a la mañana siguiente, el 21 de abril, tras sufrir un derrame cerebral, caer en coma y tener una insuficiencia cardíaca, según su certificado de defunción.
El traslado del Papa Francisco
El féretro del Santo Padre fue llevado desde la que fue su residencia hacia la puerta central de la Basílica Vaticana, haciendo que el recorrido de la procesión pase por la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomartires Romanos, y atraviese el Arco de las Campanas antes de llegar a la plaza de San Pedro.
Al finalizar las liturgias correspondientes a la ceremonia, comenzaron a ingresar los fieles que desean darle un último adiós al religioso. Desde temprano se habían formado largas filas con miles de personas que ingresaban para tener su momento para despedirse del Santo Padre.
El cuerpo de Francisco, que murió el lunes, permanecerá en la Basílica hasta el sábado, cuando comiencen los funerales.
El ataúd con los restos del Papa se llevó abierto en procesión, cargado a hombros por los "sediarios" pontificios y escoltado por la Guardia Suiza. Al mismo tiempo, iba precedido por los cardenales presentes en Roma y del otro lado cerraban la procesión las personas más cercanas al religioso, como sus secretarios y asistentes.
Una vez en la Basílica de San Pedro, el féretro fue colocado ante el Altar de la Confesión, frente a la tumba de San Pedro y del baldaquino de Bernini. Ya finalizado el traslado, con la presencia cardenales, obispos y personal del Vaticano, de comenzaron a entornarse las "letanías de los santos", a las cuales se responde con la frase "ruega por él".
Ya finalizado el traslado del féretro, se dio inicio a los tres días de velatorio público previos al funeral que será llevado a cabo en la Plaza de San Pedro. Durante estos días, largas filas de fieles y peregrinos podrán pasar a darle el último adiós al Papa Francisco. Luego, el ataúd se cerrará en una ceremonia privada.
Asimismo, este martes el Vaticano divulgó las primeras fotografías y videos del Santo Padre en su féretro de madera, ubicado en la capilla de la Casa Santa Marta, la cual fue su residencia durante el pontificado y donde fue velado en las últimas horas frente a los cardenales presentes en Roma.
El Pontífice, quien en noviembre pasado impulsó una simplificación en el rito de los funerales papales y pidió una tumba modesta con una única inscripción —Franciscus—, yace sobre un ataúd forrado en terciopelo rojo. Viste una casulla púrpura y una mitra blanca, y sostiene un rosario entre sus manos.
Las imágenes corresponden al momento en que se constató su muerte, el lunes a las 20.00 (18.00 GMT), y muestran la presencia de numerosos cardenales radicados en Roma, además de varios de sus colaboradores más cercanos.