Dan Price es un empresario norteamericano de 36 años que en 2015 hizo un cambio radical en su empresa. Y para dejar registro de eso, convocó a The New York Times y el noticiero de la NBC. Ese lunes 13 de abril de 2015, Price dijo que durante tres años, los sueldos mínimos de su compañía –Gravity Payments– serían de US$ 70 mil anuales cuando hasta entonces el promedio era de US$ 35 mil. Y que él mismo pasaría a cobrar ese sueldo, de los US$ 1,1 millones anuales anteriores.
En el establishment de Estados Unidos que publicita la parodia de la meritocracia, el desafío financiero de Dan Price no pasó desapercibido. En cuestión de horas el video de la NBC tuvo más de 500 millones de visualizaciones y fue el más compartido en la historia de esa cadena de noticias. Y a Price le ofrecieron, por ejemplo, ser el “nuevo Donald Trump” en Billion Dollar Startup, una versión del reality El aprendiz.
A su vez, en una semana Gravity Payments recibió 4.500 CVs. Incluso inspirada por ese desafío, una ejecutiva de Yahoo tuvo su momento René Zellweger en Jerry Maguire: Tammi Kroll renunció a su puesto en Silicon Valley y pasó a trabajar con Price. “Pasé muchos años atrás del dinero, ahora quiero algo con un sentido concreto”, dijo Kroll. Ella se convirtió en mano derecha del empresario.
Negocio modelo. Como a los tres años, la estrategia de Price funcionó, siguió en esa línea. Y el efecto colateral se produjo en 2020, con la crisis económica mundial que provocó el coronavirus. “Con la pandemia, de un día para otro, perdimos el 55% de nuestros ingresos”, explicó Price al sitio web LadBible. “Pero nuestros empleados estaban tan comprometidos con la compañía que aceptaron recortes salariales temporales para evitar despidos. Resistimos la tormenta, les pagamos a todos y ahora estamos dando aumentos”. Y hace unos días, Dan Price publicó en sus muy activas cuentas de Twitter e Instragam: “Hoy (13 abril de 2021) hace seis años, aumenté el sueldo mínimo en mi empresa a US$ 70 mil anuales. Fox News me llamó ‘socialista con empleados terminarían desempleados y en la fila de los que buscan trabajo’. Pero nuestros ingresos se triplicaron, somos un caso de estudio de la Escuela de Negocios de Harvard. Y entre nuestros empleados, la compra de viviendas aumentó diez veces. Mi consejo: siempre inviertan en la gente”.
También recordó lo que sucedió cuando lo invitaron para hablar de su caso en Fox News, la cadena de la ultraderecha de Estados Unidos y pro Trump. “Los asistentes de producción me confesaron que estaban ganando un salario mínimo y luchaban por sobrevivir en Nueva York. Les pedí a los conductores que me entrevistaban –que ganan sueldos de siete cifras y se rieron de mí en el aire– que hablaran sobre el sueldo de los empleados de Fox al aire y siempre se negaron”. La estrategia de Price le hizo perder también algunos clientes, quienes le dijeron que lo suyo era una declaración política que los hacía sentir obligados a replicar subas de sueldos en sus propias empresas.
Escolaridad tardía. Price se crió en una zona rural de Estados Unidos, en una familia donde la religión regía la vida cotidiana. Él y sus cinco hermanos se levantaban a las 5 de la mañana, desayunaban y luego leían la Biblia. Recién a los 12 años ingresó a una escuela. Hasta esa edad, la educación la tenían en casa y con sus padres. Con la adolescencia llegó la rebeldía, la música punk y armó una banda de rock cristiano con la que giraron por Estados Unidos. En 2004 ingresó a la Universidad Cristiana de Seattle Pacific y fue allí donde ideó el sistema de procesamiento de operaciones de tarjeta de crédito porque había visto lo mucho que las tarjetas cobraban a los bares por ese servicio. Con 19 años y junto a su hermano mayor Lucas, creó Gravity Payments. En 2015, la jugada de Dan hizo que Lucas lo demandara con el argumento de que esa estrategia afectaría las ganancias de la empresa. Dan ganó. En lo estrictamente personal, a los 20 años se casó con su novia, se separó cinco años después y no en buenos términos.