“Mi idea no era hacer un hotel sino un lugar de encuentro, de conocimiento, de cultura, de música, de sabores y de alegrías. Que la gente viviera en espacios especiales y que pudieran también elevar su vida, tener momentos, lindos instantes. Eso es lo que quería hacer con el hotel. Por eso fui tan atrevido de poner Hotel + Universe, porque es más que un hotel. Es un universo de situaciones, de baile, de shows”, explica Alan Faena, el hombre que revolucionó Puerto Madero al crear el hotel que lleva su apellido para luego sumarle edificios residenciales y un centro de arte conformando el Faena District. Y ese universo Faena, que creó de a poco, cumplió diez años y lo celebró ayer con una gran fiesta en el Faena Art Center, a la que concurrieron numerosas figuras del espectáculo y la política.
La cita era a las 19.30 del viernes pero los invitados, a quienes se les entregaban antifaces, empezaron a llegar a las 20. Vestido de riguroso blanco y con una galera del mismo color, el propio Faena fue el encargado de recibir a cada uno de los invitados para luego pasar al salón Molinos y dar comienzo a la fiesta. La propuesta, fiel al espíritu innovador del lugar, fue patinar y bailar sobre un piso de pinturas al ritmo de varios DJ invitados. Entre ellos, la transformista y renombrada DJ Lady Bunny como estrella invitada, quien además animó la fiesta con su gran histrionismo; el DJ Font; Felipe Zamorano Graffigna; Chamorro; Cisco; Novella y DJ Traviesa. Todos los invitados tuvieron sus patines proporcionados por el Faena para que se pudieran sumar al baile. Y si bien algunos se resistieron a rolear, como el caso del ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, a otros no les importó estar de vestido largo para patinar. Entre los asistentes, se pudo ver a Ginette Reynal, Nicolás Repetto junto a su mujer, Florencia Raggi, Cecilia Roth, Julieta Cardinali, Vicentico y Valeria Bertuccelli, y el periodista Luis Majul. Antes del baile, el dúo de artistas Assume Vivid Astro Focus (AVAF) realizó su exhibición llamada Angeles veloces arcanos fugaces. La misma estuvo basada en los ideales utópicos comunitarios que surgieron en la era disco de Nueva York en la década del 70. Y fueron ellos los encargados de la instalación de la pista de patinaje “neodisco” en la sala Molinos, concebida para la ocasión.
Alrededor de las 22, la pista de patinaje se fue vaciando. Y el festejo siguió con una cena para 200 personas en la intimidad del hotel. Allí Alan disfrutó, además, de la compañía de sus padres, Víctor y Elisa, y de su mujer, Ximena Caminos, quien también es curadora de arte y directora creativa del Faena. Para la cena, la también madre del primogénito de la pareja, Noah, cambió su vestido rojo por uno de lentejuelas dorado, más acorde a la ocasión. Alan vive con ella y su hijo en Miami. Y vinieron especialmente para la fiesta, que no quedó reducida a un grupo selecto. Fue un poco más allá y se invitó a los asistentes del evento a compartir, a través de las redes sociales, sus fotos patinando. Por cada foto compartida, el empresario donará diez pesos en beneficio de la ONG Olimpíadas Especiales en la Argentina.
