Como un asesino serial que deja víctimas esparcidas en un radio determinado y con un ritmo preestablecido, Banksy “esparció” en Inglaterra, un graffitii por día, durante nueve días. Y fue recién con el último de éstos que el artista cuya rostro aún se desconoce, confirmó la autoría de esta serie que tiene al mundo animal como protagonista.
Sobre una cortina metálica del zoológico de Londres, la pintura de Banksy exhibe a un gorila levantando una lona pintada de la que salen liberadas pájaros y un león marino, y tres pares de ojos denotan que hay más animales. Ese fue el noveno graffiti y –hasta ahora–el último, y si bien el arte callejero es efímero, la firma de Banksy le aporta cotización en el mercado del arte. ba"Definitivamente la preservaremos”, dijo Daniel Simmonds, uno de los administradores del zoológico de Londres. “La verdad, nos sentimos honrados de que Banksy haya elegido utilizar nuestras contraventanas para exhibir una de sus increíbles obras de arte". En el zoo, se produjo el ‘efecto Banksy’: hubo que poner custodia y vallado para controlar la cantidad de gente que se acercó a sacarse fotos con el gorila.
El primero de los animales de esta serie de Banksy fue una cabra salvaje, y apareció el 5 de agosto en un edificio de Kew Gardens, en el oeste de Londres. Dos elefantes enfrentados; tres monos balanceándose pintados sobre un puente ferroviario, un lobo aullando a la luna pintado sobre una antena parabólica–que luego fue robada–, dos pelícanos comiendo pescado en el cartel de un bar de pescado; un gran gato negro –o una pantera–estirándose, un cardumen de pirañas en un garita policial callejera, y un rinoceronte montado sobre un coche abandonado, completan la serie de nueve animales que, con la firma de Banksy, aparecieron a razón de una por día, en Londres y sus alrededores.
El arte de Banksy estuvo en Buenos Aires y fue un éxito.
De las mencionadas nueva piezas de arte callejero, el jueves 8 de agosto se robaron la del lobo aullando que Banksy pintó sobre una antena parabólica. Ese hecho está filmado y es objeto de una investigación policial. Por una cuestión de seguridad vial, la del gato negro –o pantera– fue desmontada de la pared donde estaba pintada porque, por su ubicación y por la publicidad que le dio ser una obra de Banksy, generaba más tráfico de lo habitual. De esta serie de animales, la más interactiva es la de las pirañas que Banksy pintó en una garita policial.
Por supuesto, ya circulan en Instagram fotos de transeúntes y turistas fotografiándose de diferentes formas dentro fuera de ella. La municipalidad de Londres protegió la cabina e incluso, por ahora está custodiada. Con respecto a la imagen del rinoceronte montado sobre un auto abandonado, un hombre no identificado la marcó para disputar –sin éxito– el copyright con Banksy.
