El desfile de miles de creyentes y turistas para presentar sus respetos al papa Francisco terminó este viernes. Posteriormente, el féretro del primer santo padre latinoamericano fue cerrado en una ceremonia privada encabezada por el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, que tapó su rostro con un velo de seda blanca, le roció agua bendita y depositó una bolsa con monedas y medallas acuñadas durante su pontificado.
Luego, Farrell leyó el Rogito, una especie de obituario oficial que también se deposita en el ataúd dentro de un tubo metálico. "Fue un pastor simple y muy amado", reza el de Francisco. Las imágenes de televisión mostraron cómo la capilla ardiente, instalada en la basílica de San Pedro, se vaciaba del gran público, mientras permanecían cardenales, sacerdotes y trabajadores de la Santa Sede. Su entierro tendrá lugar el sábado. Según informó el Vaticano, al menos 250 mil personas presentaron sus respetos al fallecido Pontífice y largas filas de fieles esperaron pacientemente su turno ante la capilla ardiente.
El presidente francés, Emmanuel Macron, fue uno de los últimos en presentar sus respetos. La multitud superó las 195.000 personas que acudieron a ver al predecesor de Francisco, Benedicto XVI, después de su muerte en 2013. "¡Qué gran hombre! Amaba a todos, a todas las religiones", dijo Igho Felici, un italiano de 53 años, tras ver el féretro de Francisco. Y añadió: "Tenía que estar aquí".

Durante todo el día, grandes multitudes de personas llenaron la Via della Conciliazione, la amplia avenida que conduce a la basílica, peregrinos y turistas mezclándose con italianos que disfrutaban del feriado del 25 de abril.
Operativo de seguridad
Mientras tanto, Roma permanece blindada para recibir a 130 delegaciones oficiales procedentes de todo el mundo, entre ellas 50 jefes de Estado y 10 monarcas, que asistirán a las exequias.




Mientras tanto, el mandatario argentino Javier Milei ya se encuentra en Roma para asistir este sábado al funeral. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y su esposa Melania llegarán a la capital italiana en la noche del viernes.
Las delegaciones ingresarán al Vaticano a través de la Puerta del Perugino, donde dejarán sus vehículos antes de dirigirse a la plaza de San Pedro por un acceso lateral. Allí serán recibidas por el prefecto de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza, y posteriormente acompañadas a sus lugares por el personal del ceremonial pontificio. Las delegaciones internacionales se ubicarán en el lado derecho de la plaza, mientras que los cardenales ocuparán el lado izquierdo.
Según el protocolo vaticano, las primeras filas están reservadas para los jefes de Estado, dando prioridad a las delegaciones de Italia, la más numerosa, con la presencia del presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni y de Argentina, país natal del papa Francisco, representado por el presidente Javier Milei.




Las primeras filas también estarán reservadas para las Casas reales de tradición católica. En ese lugar se encontrarán los reyes de España, Bélgica, Luxemburgo, Mónaco y Andorra, entre otros. Justo detrás se sentarán los representantes de monarquías no católicas, como el rey Carlos Gustavo de Suecia y la reina Silvia, junto con el príncipe Guillermo de Inglaterra.
El resto de las delegaciones se ordenarán siguiendo el orden alfabético francés. Donald Trump, acompañado por su esposa Melania, estará ubicado en la misma fila que el presidente francés Emmanuel Macron, pero a considerable distancia del ucraniano Volodímir Zelensky.
En otra de las filas se ubicarán el presidente de Brasil, Lula da Silva; la gobernadora general de Canadá, Mary Simon; los jefes de Estado de Cabo Verde y Chipre, José Maria Pereira Neves y Nikos Christodoulides, respectivamente; así como el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
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Cómo será la tumba del papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor
Por otra parte, el Vaticano difundió este viernes las primeras imágenes de la tumba del Papa, situada en la basílica de Santa María la Mayor, donde se encuentra la imagen de la Virgen que siempre veneró. En su testamento, Francisco pidió un ataúd simple, sin ornamentación especial, con la única inscripción “Franciscus”.
La tumba será de mármol proveniente de Liguria, la tierra de los abuelos de Jorge Bergoglio y llevará una reproducción en plata de su cruz pectoral.
El cortejo fúnebre que trasladará el cuerpo del Papa desde la Basílica de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, tras la ceremonia fúnebre, avanzará a paso lento para permitir que los fieles puedan despedirse.
Así lo indicó el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, quien añadió que el recorrido será transmitido en directo por televisión hasta la entrada de la basílica mariana, ya que el acto de entierro se realizará en privado.
El público podrá visitar la tumba del papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, a partir del domingo, un día después de su funeral, según anunció este jueves el servicio de prensa del Vaticano. El entierro del pontífice argentino, fallecido el lunes a los 88 años tras doce años de pontificado, será el primero de un Papa fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.
MC/LT