PROTAGONISTAS
a días del lanzamiento de ‘debí tirar más fotos’

Bad Bunny lo hizo de nuevo: con su nuevo álbum, metió las 17 canciones en los charts

Con ‘Debí tirar más fotos’, Bad Bunny hizo de este trabajo el más escuchado de la Argentina, en Spotify. Y a nivel global, esa plataforma lo ubica en el primer puesto en las listas globales Daily & Weekly Top Artist (artista diario y semanal). En la previa del lanzamiento, Bad Bunny reveló en exclusiva la lista de canciones con una ‘búsqueda del tesoro’ basada en coordenadas, que guiaba a los fans a lugares específicos en Google Maps. Las diecisiete canciones ingresaron a listas como la de ‘Billboard EE.UU’. Allí, él pasó a ser el músico con más de cien temas rankeados: tiene ciento trece.

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Looks. Con la bandera de Puerto Rico visible para lanzar Debí tirar más fotos (izq.); y Bad Bunny en Argentina (der.). | gtza. spotify

Sin posibilidad de error alguno, se podría empezar con una afirmación: Bad Bunny es uno de los principales voceros de Puerto Rico. Y además es un artista global que se hace cargo de las expectativas depositadas en él. Hace ya un par de semanas que Debí tirar más fotos es el disco más escuchado en casi todos los charts del mundo. Y a esta altura, alguien ajeno a la obra del “Conejo Malo” podría imputarle a ese éxito constante, que se trata de una desmesurada reacción de las audiencias, que acatan la imposición de un mercado que tiene a Bad Bunny como uno de sus principales productos comerciales y masivos.

La imputación contiene su verdad. Bad Bunny es casi un sinónimo de éxito, y él lo sabe. El día siguiente al lanzamiento del álbum repitió el chiste, con tono altivo. Y lo hizo con una publicación en su Instagram, filmado con la cámara en modo selfie, y con la pregunta: “¿Podés poner la canción más escuchada del mundo?”. La respuesta del asistente virtual fue Baile inolvidable, la tercera canción de Debí tirar más fotos. Esto mismo lo había hecho en 2020 y la respuesta había sido su éxito Dákiti, que había grabado con el cantante y compositor puertorriqueño Jhayco.

Récord. La respuesta de los charts a los lanzamientos de este portorriqueño es impresionante. La revista norteamericana Billboard actualizó el Hot 100, en donde se ranquean las cien canciones más escuchadas de la semana, y Bad Bunny posicionó los 17 temas de su nuevo álbum. Con esas inclusiones, se convirtió en el primer artista latino en superar la barrera de las cien canciones rankeadas en el chart, llegando a 113. De ese total, 41 llegaron al Top 40; doce al Top 10 y una, I like it, colaboración con Cardi B y J Balvin, logró el primer lugar en 2018.

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Charts. En Spotify, el álbum debutó con más de 35 millones de reproducciones, durante la semana de lanzamiento. Dobló el rendimiento del primer día del disco anterior, y todas las canciones se mantuvieron dentro del 200 Global de la plataforma. En lo que concierne al número uno del nuevo álbum, la cosa fue variando. La que primero se posicionó fue la que abre el disco, Nuevayol. Al poco tiempo, la canción que da nombre al disco, titulada con las siglas Dtmf (Debí tirar mis fotos), una suerte de crítica a la pulsión de sacar fotos para recordar los momentos vividos, en lugar de vivirlos y ya. En el corto que ilustra el concepto, un señor le dice a una rana: “Yo decía que había que vivir el momento. Pero, cuando llegas a esta edad, recordar no es tan fácil”.

En lo que repecta al tema llegó en su primer día a 1,51 millones de reproducciones en Spotify y superó en pocos días los diez millones de streaming: fue el séptimo número uno de Bad Bunny en su carrera. El 9 de enero, el número uno lo ocupó El baile inolvidable.

Pertenencia. A través del neobolero, la bachata, el reggaeton y otros ritmos fusionados con el espíritu de la jíbara de los montes de Puerto Rico de los años 50, esta vez Bad Bunny le dio forma a un disco menos conceptual que contestatario. Porque el mensaje se plantea bastante sencillo, pero potente: contestar lo que se instaló como sentido común a la hora de entender la realidad de su amada Puerto Rico, un estado libre no incorporado a los Estados Unidos, pero con una influencia cultural y económica fuerte, ya que desde 1917 los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses.

Debí tirar más fotos traza una doble historia de amor: por un lado Puerto Rico, por otro, un interés romántico, no personalizado, por momentos idealizado, y por otro, agente de un desamor propio de los fogosos bailes a los que invita la fiesta. Es como si ambas improntas se entrelazaran en una búsqueda introspectiva de amor e identidad.

En cuanto al tópico de la identidad nacional, lo que pasó en la canción Hawai es una especie de clímax: una oda a la soberanía y un posicionamiento firme contra la gentrificación del territorio boricua, asediado por el turismo y el neocolonialismo norteamericano. Y todo acompañado de una reivindicación del reggaetón. En una entrevista reciente con Rolling Stone, Bad Bunny dijo: “Siento que el reggaetón de 2002 al 2003, ahora que sabemos que el reggaetón explotó con Gasolina, y todo eso... Yo creo que el reggaetón de esa época es el que más valoro”.

Orgulloso. En ese sentido, la maniobra retórica del músico para posicionar en los charts mundiales su denuncia es exquisita: insta a sus fans al baile, con irresistibles reggaetones, y encastra una denuncia social que da la vuelta al mundo y moviliza a la reflexión. Las redes sociales colapsaron de videos empatizando con la situación de Puerto Rico y el destrato cultural que sufre por el establishment norteamericano que, por caso, en la campaña de Trump llamaron isla flotante de basura en medio del océano”. La sentencia parece ser que el hartazgo boricua llegó para reclamar algo nuevo. Los puertorriqueños tienen en Bad Bunny un vocero con visibilidad.