La fallecida reina británica Isabel II bromeó diciendo "al menos ahora no tendré a ese idiota organizando mi funeral" después de conocer la renuncia del primer ministro Boris Johnson en septiembre de 2022, solo unos días antes de su muerte, según un nuevo libro sobre el Brexit.
La reina Isabel tenía 96 años el 6 de septiembre de 2022 cuando aceptó la renuncia de Johnson después de una serie de controversias políticas. Horas después confirmó en el cargo a su sucesora, Liz Truss.
La monarca falleció dos días después en el Castillo de Balmoral (Escocia) y sus masivos funerales en Edimburgo, Londres y Windsor se convirtieron en uno de los mayores eventos mediáticos de la historia. Su reinado fue un récord: empezó en febrero de 1952 y se extendió durante 70 años y siete meses.
La madre del actual rey, Carlos III, hizo este comentario "para divertir" a su familia y a sus asistentes más cercanos durante una velada en Balmoral, asegura Tim Shipman, autor del nuevo libro "Out, a political history of Brexit".
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Según el diario The Telegraph, fuentes cercanas a la familia real británica advirtieron que las palabras no sonaban propias de la reina, sobre todo porque ella habría estado al tanto de que el duque de Norfolk es históricamente el responsable de los funerales de la realeza.
"El cortesano explicó que los últimos días de la reina fueron felices", escribió Shipman. "Había disfrutado de una reunión con su familia y su preciado personal dos noches antes de su muerte. El cortesano confió que cuando se mencionó a Boris Johnson, la reina, con picardía en la mirada, dijo: 'Bueno, al menos ahora no tendré a ese idiota organizando mi funeral'".
"Parece que esto se dijo para divertir, pero era un sentimiento ampliamente compartido en la casa real", dice el autor, quer también escribió que había "una furia absoluta entre los miembros de alto rango de la familia real y los cortesanos" por la decisión de Johnson de prorrogar el Parlamento en 2019.
Johnson se vio obligado a dimitir en julio de 2022 tras una acumulación de escándalos, incluido el "partygate".
Fue duramente criticado en el Parlamento por las reuniones sociales que mantuvo en el 10 Downing Street -su residencia oficial como primer ministro- durante los confinamientos por el covid. Una de esas fiestas se realizó la víspera del funeral del esposo de la reina, el príncipe Felipe, en abril de 2021.
La policía de Londres emitió 126 multas por las veladas nocturnas, las fiestas con alcohol y los "viernes de vino", incluida una para Johnson, y el escándalo ayudó a acelerar el final de su mandato.
Para el autor, la visión de la reina sobre el que fue el 14° primer ministro de su reinado fue "en realidad más optimista que la de algunos". "Ella pensaba que Johnson era un personaje pícaro y cómico y se tomó el desastre con calma", escribió Shipman.
El entonces príncipe de Gales -el actual rey Carlos III- por su parte, estaba "absolutamente furioso" e "indignado de que Boris tratara a la reina de esa manera", afirma el autor.
ds