Los primeros movimientos del flamante canciller, Gerardo Werthein, dan cuenta de que intentará imprimirle rápidamente una fuerte impronta a su gestión al frente de una cartera clave, como la de Relaciones Exteriores. Pero además es impronta, estará fuertemente alineada con la visión de Javier Milei.
En ese marco, en la Cancillería se vive un clima de completa incertidumbre. Según trasciende, Werthein pidió que muchos funcionarios pongan su renuncia a disposición, para evaluar, qué hará con cada uno de los cargos. Algunas fuentes señalan que se trata de un movimiento habitual al inicio de una nueva gestión.
Con todo, ya descabezó todo lo que tiene que ver con el área de Relaciones Internacionales. Es por ello que echó a Marcelo Cima, quien tenía a cargo la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales; a Gabriel Martínez, exSubsecretario de Negociaciones Económicas Internacionales; y Ramiro Velloso, ahora exSubsecretario de Promoción de las Exportaciones e Inversión.
Tampoco hay certezas sobre el futuro destino de Eduardo Bustamente, quien ingresó hace escasas semanas en reemplazo del “comunista” (como lo definen en Casa Rosada) Leopoldo Sahores, pero a su vez quedó envuelto en el escándalo por la votación contra el embargo a Cuba en la ONU.
Otro cambio importante fue el de su jefe de Gabinete. Corrió a quien respondía a Diana Mondino, Caspar Sprüngli y designó a Ricardo Lachterman, hombre de su confianza.
Werthein ha sido el hombre clave en la política exterior del presidente Milei, y además goza del respaldo de Karina. En los últimos días se lo vio ingresando al despacho de Santiago Caputo, en la Casa Rosada, con quien baraja los nombres para su reemplazante al frente de una embajada clave.
Según los perfiles que manejan, esperan que sea una persona con “acceso” a la Casa Blanca, sin importar su procedencia, es decir que venga de la política o del sector privado. Además, esperan que sea una persona que tenga incorporado “la línea” del Presidente y que no le sea necesario consultar cada uno de los movimientos que haga.
Werthein además llega con el espaldarazo suficiente como para que los roles de Úrsula Basset y Nahuel Sotelo, queden diluidos y sin la necesidad de continuar con la “intervención” en el ministerio, tal como sucedía con Mondino.
Hasta el momento, los diplomáticos de carrera se enteran por los medios de los cambios, y no fueron anoticiados de ninguna medida oficial. Con todo, Werthein ya aclaró que buscará bajar los gastos “innecesarios” y “duplicados” que tiene la diplomacia argentina en distintos destinos.
Como por ejemplo, “chefs” personales, o residencias que son incluso más grandes y costosas que las oficinas en las que trabajan los propios diplomáticos. Hace escasos días, circularon fotos de una fiesta de Halloween realizada en la lujosa mansión del Consulado argentino en Nueva York.