El Gobierno lanzó una campaña antiderechos en el marco del Día del Niño por Nacer que fue establecido durante el mandato de Carlos Saúl Menem. La vicepresidenta Victoria Villarruel, alineada a la Casa Rosada, participó un conversatorio donde aseguró que “ofrecer el aborto como respuesta a una mujer embarazada en dificultad es abandonarnos a la mediocridad y el desaliento”.
La titular del Senado estuvo acompañada por distintos expositores que rechazaron la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) aprobada junto con la ley de 1000 días en 2021 por el Congreso de la Nación. A pesar de que la primera norma establece al aborto como un derecho y no como una obligación, y que la segunda dispone el cuidado integral de las personas durante el embarazo, Villarruel hizo su propia lectura.
En esa línea, la vice consideró que, a una mujer "decirle desde el Estado que no puede traer vida al mundo y que un futuro mejor es inalcanzable es un mensaje terrible. Por el contrario, el trato digno comienza con el respeto de la integridad física y el reconocimiento al derecho a la vida", postuló.
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El texto de la IVE pone el acento en la posibilidad de decisión de gestación de todas las personas, a través de la Educación Sexual Integral, el uso de anticonceptivos y, en última instancia, del aborto si quien cursa el embarazo lo requiriera. Además, la norma establece en el artículo 3 el derecho a la vida como el respeto a la integridad física.
En otros de los pasajes, Villarruel señaló que para ella es importante que se reviertan "los procesos de desvalorización de la vida humana, la cultura de la muerte y el descarte", porque, dijo, "el derecho a la vida y dignidad humana se protegen desde la concepción hasta la muerte natural".
Al mismo tiempo, la vicepresidenta tomó nota de la baja de natalidad registrada en los últimos 10 años, un proceso que responde a múltiples factores y que comenzó antes de la ley que legalizó el derecho al aborto. “Con la tasa de natalidad más baja de la historia, se pone en evidencia un problema profundo que amenaza las posibilidades. La población es el recurso más valioso de una Nación y la necesidad de incremento de los nacimientos es un desafío estratégico", sostuvo.
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A continuación, contrapuso "la esencia profundamente solidaria de nuestro pueblo" (que, según dijo, se expresó en la tragedia de Bahía Blanca), con "la llamada cultura de la muerte que se manifiesta en la promoción de leyes que legalizan el aborto o en impulsar ideologías que contradicen la biología, generando una atmósfera de pesimismo y desaliento".
En un contexto en el que la pobreza infantil alcanzó el 65% durante el tercer trimestre del 2024, de acuerdo a la encuesta de la UCA, la titular del Senado eligió apuntar contra el aborto como principal enemigo de la vida aunque reconoció que "muchas veces esta atmósfera cultural y la falta de políticas consecuentes con la persona humana han generado políticas públicas reduccionistas que promueven una cultura del descarte, alimentando un proceso de deshumanización".
"Muchas madres en nuestro país, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, no encuentran el apoyo necesario para vivir sus embarazos con esperanza y alegría. Por eso, necesitamos políticas públicas globales que protejan a las madres y les garanticen a ellas y sus familias", concluyó.
LM/ML
