La expresidenta Cristina Kirchner deberá ir a la Corte Suprema de Justicia con el objetivo de resolver su situación judicial en la denominada causa “Vialidad Nacional”, por la que le pesa una doble condena con prisión de seis años.
La ocasión es especial. Es que el Máximo Tribunal se encuentra en un limbo, sin composición definida y con los postulantes de la Casa Rosada altamente cuestionados. La fecha para tratar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en el Senado, es el próximo 3 de abril. Victoria Villarruel, no pudo demorar más la convocatoria y se vio forzada a poner fecha.
La Casa Rosada se mantiene hermética. Da pocas señales de buscar votos para el juez federal, quien parecería haber quedado librado a su suerte; el catedrático en cambio, quedó firme hasta el 30 de noviembre.
La integración de la Corte ha motivado dolores de cabeza para la Casa Rosada, dado que en diciembre del año pasado se jubiló Juan Carlos Maqueda, y sin consensos para aprobar los pliegos de los postulantes se vio forzada a acelerar la designación vía decreto.
La Corte Suprema, cuyo titutlar es Horacio Rosatti había avisado en diciembre pasado que estaba en condiciones de funcionar con tres integrantes. El mensaje no fue receptado en la Casa de Gobierno que dejaba trascender que antes del 1° de marzo estarían Lijo y García- Mansilla integrando el Tribunal.
Ahora, Rosatti, García Mansilla, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz deberán atender la causa de la expresidenta, quien ayer habló públicamente y no ahorró críticas para la Justicia.
“Una Corte que de cuatro integrantes en la que tres aceptaron ser designados por decreto”, dijo Cristina, recordando que Rosatti y Rosenkrantz fueron designados por Macri. Al mismo tiempo calificó de “impresentable” a García- Mansilla, al recordar que había dicho públicamente meses atrás que no aceptaría ser designado vía decreto.
Sin nombrarlo, Cristina también criticó a Lorenzetti, quien posó junto a Sergio Moro, el fiscal brasilero que acusó a Lula y al fallecido Claudio Bonadio.
Lorenzetti es una pieza clave del entuerto. Es quien acercó el nombre de Lijo al Gobierno. Es también quien le aseguró a Santiago Caputo que los votos para aprobar el pliego de Lijo estaban, algo que resulta cada vez más complejo.
Cristina hará todo lo posible para trabar los pliegos de ambos postulantes. También lanzó críticas a los gobernadores del peronismo que días atrás, rompieron el bloque en el Senado.
Con todo, tanto el juez federal (quien jamás estuvo dispuesto a renunciar y la Corte le negó la licencia) y el catedrático, tienen un escenario complejo en la Cámara alta. Basta 25 votos para que ambos pliegos sean rechazados.
El Gobierno dejó trascender en las últimas horas que podría poner otras vacantes judiciales en la mesa de negociación. Un recurso que ya utilizó en el pasado sin resultados.
Cristina deberá ir en “queja” a la Corte Suprema luego de que la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazase su “recurso extraordinario”. La Casación dio a conocer su decisión el viernes pasado. Cristina los tildó de “macristas”. Ahora, la expresidenta tiene cinco días para presentar el recurso.
La pena que pesa sobre la titular del PJ no se ejecutará hasta que el Máximo Tribunal se expida sobre el recurso que presente Cristina. Así lo indica el art. 285 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación que sostiene que “mientras la Corte no haga lugar a la queja no se suspenderá el curso del proceso”.