Con un segundo semestre que sigue sin evidenciar números positivos en la economía y la imposibilidad de acumular reservas el Gobierno de Javier Milei orienta las energías en el segundo semestre a la hiperactividad de la agenda desregulatoria del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
El economista cuenta con el “paraguas” de tener una muy buena relación con el Presidente.
Es que entre el jefe de Estado y el “Coloso” hay una admiración intelectual mutua que le permite al último ministro en ingresar al Gabinete, llevar adelante adelante una agenda de trabajo basado en dos pilares: reducción del Estado y desregulación de la economía apoyado tanto en la ley Bases, como en el megadecreto 70/23.
El vínculo entre Milei y Sturzenegger es fluido. Hablan a diario. Es un diálogo informal que no requiere protocolos ni intermediarios.
El vínculo con Milei es fluido y de manera informal sin intermediarios
En Casa de Gobierno deslizan que Sturzenegger es el ministro que más se parece en la personalidad al Presidente, en especial por su audacia. “‘Sturze’ tira algo en lo que por ahí nadie estuvo trabajando; y a partir de ahí, todos se alinean y se ponen a trabajar en eso”, apuntan.
Según pudo averiguar PERFIL tiene como principal objetivo en el corto plazo la eliminación de organismos y áreas del Estado que “duplican” funciones. Un ejemplo: la Orsna, que es el organismo encargado de regular lo relacionado con los aeropuertos de todo el país y que tiene cerca de cuatrocientos empleados.
En Gobierno entienden que dicha competencia debería estar a cargo de la Secretaría de Transporte, hoy a cargo de Franco Mogetta.
Para ello el extitular del BCRA desarrolla un trabajo “transversal”, con cada uno de los ministerios y secretarías del Estado con los que va “peinando” y las áreas para llegar a las resoluciones. Además, también hay negociaciones por lo que tiene que ver con los empleados. Es por ello que los gremios estatales están en “alerta” respecto de cada una de las medidas que anuncia Sturzenegger en sus redes sociales y que casi a diario salen publicadas en el Boletín Oficial.
La Subsecretaria de Empleo Público, Rossan Reggi, ya tuvo una primera reunión. Los gremios estatales es uno de los puntos de conflicto que tendrá el ministro.
Por otra parte, Sturzenegger se puso a trabajar fuertemente en las modificaciones de la Ley de Deportes y en el proyecto de las SAD y nadie en el Gobierno descarta que termine involucrándose en política de Gimnasia de La Plata, club del que es hincha. “Necesitamos capitales”, dijo durante la semana.
La AFA y el Chiqui Tapia son otro punto de conflicto para Sturzenegger. En la Asociación de Fútbol no tuvieron noticias del ministro.
Tampoco del nuevo subsecretario de Deporte, Diógenes de Urquiza. “Quisiera meterse en cualquier lado”, apuntan en el universo del fútbol mientras miran con desconfianza al ministro que tiene sus oficinas en el histórico edificio de “Shell”, en la calle Diagonal Norte.
Se trata de una cartera “compacta”, que solo ocupa dos pisos de dicho edificio. Sturzenegger trabaja codo a codo con cada uno de los secretarios que seleccionó para el cargo, Maximiliano Fariña, Martín Rossi y el secretario de legales, Marcelo Hernández.
También sumó a su equipo a Alejandro Tamer, un dirigente de San Lorenzo que pese a lo que circuló, no estará involucrado en el tema deportivo. Su cartera heredó pocos directores.
Sturzenegger obtuvo un reciente premio. Fue designado como representante del Poder Ejecutivo ante el Consejo de Mayo; eso se debe a que es quien “interpreta” de mejor manera la visión del Presidente; con todo, en la propia Casa Rosada dan casi por muerto al Consejo.
