A siete meses de haber asumido el gabinete del presidente Javier Milei, no termina de asentarse atravesado por internas y por la permanente eyección de funcionarios en todas sus líneas. En lo que va de la gestión se expulsó a más de 50 funcionarios, a razón de uno cada cuatro días.
La semana culminó con un nuevo round entre la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, por un polémico tuit en el que la titular del Senado tildó a Francia de país “colonialista”, a días de que Milei visite París.
Karina pidió un encuentro con el embajador francés Romain Nadal a través de Diana Mondino, una jugada que buscó dejar expuesta a la vicepresidenta. El encuentro de Karina con el representante galo pretendió poner paños fríos a una situación inexistente. El embajador francés jamás manifestó ante el gobierno argentino molestia alguna.
Villarruel no se doblega, Karina dispuesta a todo y un llamado de Milei para la Selección
Desde el entorno de Villarruel salieron a responder. Dijeron que ella “no está a tiro de decreto” y agregaron que es la funcionaría que “menos” gana en comparación con el resto del gabinete. Y es que la titular de la Cámara alta no cuenta con “gastos reservados”, tal como sí lo hacen otros ministerios.
Además, no se privaron de ironizar y deslizaron que “Giorgia Meloni debe estar muy contenta”; y es que la mandataria italiana, quien mostró buena sintonía con Milei, tiene una inquina especial con Emmanuel Macron, quien recibirá a Milei.
Karina no solo incomodó a Villarruel sino que también hizo lo propio con la canciller Mondino, quien en tanto ministra se vio desplazada de sus funciones por una secretaria de Estado. Es “el Jefe”, explicaron en Casa Rosada desestimando rangos y jerarquías.
Y es que la canciller es también una de las funcionarias más apuntadas dentro del gabinete y hay quienes señalan que su principal problema es no tener buen vínculo con Karina. Quedó claro cuando la secretaria general le arrebató la “Marca País” para dársela a Diego Sucalesca, un periodista cercano al Presidente y a ella.
La tribu de tuiteros libertarios salió a bancar el mensaje de Villarruel, pero se vieron obligados a recalcular ante la jugada de Karina. Algunos de ellos se vieron forzados a criticar la “falta de timing” del mensaje de la vice.
Se trata de la misma tribu de tuiteros que hizo rodar la cabeza del ahora exsubsecretario de Deportes, Julio Garro. El exintendente de La Plata llegó a dicha silla con el apoyo de Mauricio Macri y con el objetivo de impulsar las SAD. De urgencia debieron encontrar un reemplazo: Diógenes de Urquiza, otro hombre cercano a Macri.
Y es que la inminencia de los JJ.OO. apuró la designación. Con todo, Daniel Scioli (ahora jefe directo de Urquiza) tiene pensado asistir a la inauguración de los juegos en avión comercial. El exmotonauta asimiló rápidamente el “no hay plata”.
Los cortocircuitos fueron precedidos por la salida de Teddy Karagozian del Consejo Económico, luego de declarar abiertamente que no hay repunte en la economía. Su salida fue informada por Manuel Adorni a través de un tuit. En Casa Rosada dijeron que la expulsión fue un mensaje de respaldo absoluto a Luis “Toto” Caputo.
La salida de Karagozian no estuvo exenta de cruces tuiteros con Javier Lanari, quien en lo formal es el 2 de Eduardo Serenellini, pero en la práctica trabaja cercano a Adorni. Serenellini es otra incógnita en el Gobierno: nadie sabe cómo resiste en su cargo.
"Funcionarios que no funcionan": cuántos renunciaron o fueron echados desde el comienzo de gestión
“Origen de la traición. Uno traicionó porque quería afanarse información confidencial para hacer más rentable la consultoría. El otro lo hizo después de fracasar en imponer su agenda prebendaria”, lanzó el Presidente desde sus cuentas. Dos teledirigidos con nombre y apellido: Karagozian y Fausto Spotorno, otro de los asesores echados del cada vez más escuálido Consejo Económico.
El megaministerio de Capital Humano, conducido por la amiga del Presidente, Sandra Pettovello, tampoco logra hacer pie. Lucas Fernández Aparicio llegó para ser jefe de Gabinete pero terminó como asesor.
Recientemente hubo cambios en el área administrativa. Guillermo García Elesequi, un funcionarios de carrera, fue desplazado en su rol y reasignado por tratarse de un funcionario de “planta permanente”. A su vez, camina sobre la cuerda floja Tomás Di Giudice, el hombre coordinador de la secretaría social de Yanina Nano Lembo, y hasta sonó Martín Amestoy (ex de la actriz Silvina Escudero) para ingresar en el área social.
En un clima caliente por la escasez de dólares, tensiones y anuncios en el mercado cambiario, se fue expulsado días atrás Fernando Vilella, etiquetado como hombre cercano a Martín Lousteau. Nunca gustó siquiera el nombre de “Bioeconomía” que tenía su secretaría. Demasiado “suntuoso” desde la óptica libertaria. Vilella se fue del Gobierno con un puñado de leyes que nunca llegaron al Congreso, como una iniciativa para grandes inversiones y una de biocombustible consensuada con las provincias.
Pese a las turbulencias, parecería haber un puñado de funcionarios que por ahora no están alcanzados por la desaprobación presidencial. La revisión de la que habló Javier Milei después de la aprobación de la ley Bases parece lejana. Las salidas por ahora son accidentales y por errores forzados.
Según trasciende, hoy, los ministros y colaboradores con los que el Presidente mantiene diálogo más fluido son su hermana Karina, el asesor todoterreno Santiago Caputo, su amiga personal Pettovello, Luis “Toto” Caputo y el flamante ministro desregulador, Federico Sturzenegger. Con todo, quienes conocen de cerca los entretelones del poder libertario señalan que en la valoración del Presidente, hoy en el top tres de sus ministros están Caputo, a quien respaldó fuertemente por su gestión al frente de Economía. Pettovello por cortar “curros” del kirchnerismo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien pretende sobrevolar las internas otorgándole mayor celeridad a la gestión y oficiando de vocero del Gobierno. “Es mi voz en el Gabinete”, dijo ayer el Presidente sobre el ministro que reemplazó a Nicolás Posse.
LT
