La Justicia de Jujuy ordenó ayer la detención de la polémica líder piquetera Milagro Sala, jefa de la organización social Tupac Amaru, de fuertes vínculos con el kirchnerismo. Sala fue arrestada, acusada de instigación a cometer delitos y tumultos en concurso real, a raíz de una denuncia del Poder Ejecutivo provincial. Primero fue allanada su casa.
La dirigente piquetera mantiene desde el 12 de diciembre un acampe en la plaza Belgrano, en San Salvador de Jujuy, contra el gobernador Gerardo Morales, a quien le apunta por recortarle el manejo de fondos millonarios, destinados a la ayuda social.
El fiscal de Estado, Mariano Miranda, advirtió que Sala no será liberada hasta que no cese el acampe. Pero el acampe seguirá. Juan Manuel Esquivel, diputado de la Tupac, le dijo a PERFIL que eso “es una extorsión” y que Sala es la primera presa política del gobierno de Mauricio Macri. “Acampar no es ningún delito”, aclaró.
En su escrito, la fiscal Liliana Fernández de Montiel explica que pidió su detención porque la dirigente tiene aún dos procesos judiciales pendientes, por lo que de ser acumulados si es condenada, ya no correspondería la excarcelación. Además, relató que en la primera instancia en la que fue citada a declarar se excusó presentando un certificado médico “apócrifo”.
Hace dos días, por orden de la administración de Morales, les fue suspendida la personería jurídica a las organizaciones sociales que mantienen el acampe y le bloquearon el acceso a cuentas bancarias. Morales la acusó de haberse robado $ 29 millones y de tener “grupos armados”.
Ella, minutos antes de ser llevada a la comisaría de la mujer, dejó un mensaje en las redes sociales: “Esto es como una dictadura”, escribió. Su abogado, Luis Paz, acusó al mandatario radical de criminalizar la protesta social. Sala, que también es diputada del Parlasur, inició una huelga de hambre. Está detenida junto a otras cuatro mujeres. Sus abogados presentaron un escrito de cese de detención.
Sus colegas del Parlasur del FpV condenaron su detención. “Constituye una grave muestra de la intolerancia oficialista y de la criminalización de la protesta social”, expresaron.
En apoyo a Sala, varias organizaciones sociales bloquearon rutas en toda la provincia de Jujuy mientras que ATE anunció un paro de actividades para mañana. Varios dirigentes kirchneristas, como Aníbal Fernández, se solidarizaron con ella. Morales fue muy duro. “Les sacó el dinero al Estado y a los pobres”, declaró a TN. Anoche había rumores de que la policía reprimiría la protesta.
Sala quedó salpicada, el año pasado, por el asesinato del militante radical Jorge Ariel Velázquez. Primero intentó despegarse, alegando que el joven estudiaba en una organización de la Tupac, pero luego se comprobó que el día en que murió estaba repartiendo boletas de Cambiemos.
La Tupac Amaru excede los límites de una organización social. Tiene poder propio: metió cinco diputados provinciales y concejales en todas las ciudades. Obtuvo 28 mil votos en la última elección. Su agrupación había iniciado obras en todos los distritos con fondos nacionales.