La puesta a punto que Javier Milei y Santiago Caputo pensaron para la central de inteligencia que ahora volvió a tener el nombre de SIDE no termina de arrancar, según pudo saber PERFIL.
Es que en las oficinas de la central crecen las dudas tras el rechazo que sufrió el DNU 656/24 que destina $100 mil millones para fondos reservados y además se acrecientan el temor y la incertidumbre por el cambio de jefes en ocho meses de gestión. Desde que Milei está en Casa Rosada, la agencia tuvo dos jefes: Sylvestre Sívori, desplazado por responder a Posse y Sergio Neiffert, hombre de confianza de Caputo.
En ese marco las estructuras de la central no sienten el “respaldo” para avanzar en la realización de tareas que tiene que ver principalmente, con la producción y validación de información. “Nadie está atado a la silla”, comentan, para graficar la incertidumbre.
Según pudo saber este diario, también viene demorado el proceso administrativo de readecuación del organigrama de la agencia luego del decreto que entre otras cosas estableció cambios a la Ley de Inteligencia. Quedan a su vez pendientes muchos nombramientos, entre ellos, la División de Asuntos Internos cuyo jefe debe ser designado por el Presidente. Por el momento, no hay nombres en carpeta.
En ese marco, en el mundillo de la central se ríen de la creencia instalada de que en pocas horas de haber recibido fondos, la agencia estaba filtrando videos de la intimidad del expresidente Alberto Fernández. “Eso ya se sabía desde hace dos o tres meses, no tiene nada que ver con los fondos”, apuntan.
Incluso, en los pasillos que transitan los agentes hay lamentación por la actitud del Gobierno por dejar correr ese tipo de versiones que no hacen más que desacreditar la labor de la agencia. Además, tampoco cayó bien la “torpeza” de blanquear el envío de fondos en un DNU. Según Caputo, habrían sido sugerencias de los abogados del Estado.
En la semana legislativa para el olvido que tuvo el oficialismo, hay voces que desestiman el rol de la Bicameral de Inteligencia, la que desde el martes pasado quedó en control de Martín Lousteau y el kirchnerismo. Según trasciende, en la práctica la comisión tiene poco peso a la hora de realizar un efectivo control de los fondos.
Entre los empresarios del sector vinculados a la defensa y la seguridad circuló la versión de que los fondos destinados a la agencia se “readjudicaron”, una jugada administrativa que busca asegurar que lo destinado no se reasigne.
Y es que hace algunas semanas desde la CC denunciaron que ya se había ejecutado el 80% de los fondos reservados, argumento rechazado por el Gobierno, que sostiene que los fondos fueron transferidos, pero no gastados.
Entre esos mismos empresarios del sector tampoco hubo novedades sobre compras de equipamientos para la central. Es un secreto a voces que la central quedó desmantelada luego de la última gestión y que los agentes quedaron “golpeados” luego de que Graciela Caamaño filtrase el nombre de varios de ellos. Hay consenso en que se debe invertir en “equipos” y en readiestramiento de agentes. Para esto último se reincorpora el menemista residual Juan Bautista “Tata” Yofre.
Según dejó trascender el propio gobierno ante bloque aliados, los fondos tendrían principalmente dos objetivos: por un lado, la compra de “fierros”; por otro, pagar indemnizaciones.
A su vez, el Gobierno realizó gestiones para la compra del programa Pegasus, que lo vende una empresa israelí. Un software para intercepción de comunicaciones; los vínculos vienen por el lado de Patricia Bullrich y del empresario Mario Montoto.
