En junio, Sandra Pettovello despidió a Pablo de la Torre de la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia y lo denunció por supuestas irregularidades en las contrataciones de funcionarios a través de la Organización de Estados Americanos (OEI). El episodio fue un escándalo y puso la lupa sobre este tipo de contratos. PERFIL hizo un pedido de acceso a la información pública a todos los ministerios para consultar la cantidad de empleados que se rigen con este sistema, qué tareas cumplen y cuánto cobran. Capital Humano fue el único que no respondió.
Pasaron dos meses desde que PERFIL presentó el pedido. Todos los ministerios fueron contestando la solicitud a lo largo de este tiempo, menos Capital Humano. La cartera tampoco solicitó la prórroga. Simplemente, no respondió. Como si se hubiera adelantado al decreto de Javier Milei que restringió el acceso a la información pública, Pettovello se mantiene en silencio. Ante la consulta de este medio, los voceros de la ministra se comprometieron a dar información en las próximas 48 horas, aunque lo cierto es que los plazos ya están vencidos.
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La actualidad política y económica de Argentina instala un nuevo tema cada día y la salida de De la Torre parece haber quedado en el olvido. Sin embargo, la denuncia que presentó Pettovello sigue abierta en manos del fiscal federal Ramiro González. Además, días después de que se presentara esa demanda, la Procuración de Investigaciones Administrativa (PIA) ordenó recolectar documentación de una quincena de reparticiones públicas sobre los convenios celebrados con la OEI para contratar personal.
De la Torre, durante los meses que estuvo en la gestión, era señalado como la mano derecha de Pettovello. Su despido se dio en el contexto de la crisis que enfrentó la cartera por no repartir alimentos a los comedores comunitarios. En medio del conflicto, la ministra denunció a su funcionario en Comodoro Py y también hizo una presentación en la Oficina Anticorrupción.
“La denuncia es improcedente y todos dicen que se va a desestimar porque está muy mal redactada, sin fundamentos ni pruebas”, aseguró un exfuncionario de Capital Humano. Desde que se fue De la Torre, en los pasillos del ministerio se repite que Pettovello logró reconstruir el diálogo con el dirigente de San Miguel y que hubo una decisión explícita de desescalar. Es más, más de uno considera que la demanda fue una decisión que le puede jugar en contra a la propia ministra, ya que en definitiva es ella la máxima autoridad.
La denuncia de Pettovello contra De la Torre
El mecanismo de contratación que quedó bajo la mira con la denuncia de Pettovello se utiliza desde hace años. Básicamente, se trata de convenios a través de los cuales un organismo internacional puede contratar de manera temporal a personas para que presten servicios en determinadas oficinas públicas del Estado. En general, el destino son proyectos en educación, cultura y ciencia. La selección del personal y las tareas asignadas corren por cuenta de las autoridades gubernamentales, y el organismo es el que paga los honorarios.
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La hipótesis de investigación es que algunos de los contratos celebrados por la OEI en el marco de una alianza con Capital Humano pueden haber sido una “pantalla” para hacer caja política. Se analiza si hubo personas que cobraron honorarios sin haber tenido designación, si este mecanismo se utilizó para pagarle a personas que cumplían funciones en otras áreas de gobierno, si hubo gente que recibió “sobresueldos” y hasta si se usaron para sacar una diferencia y cambiarla a dólares.
Cuando explotó el escándalo, la cantidad de información cruzada fue descomunal. De hecho, hasta se filtró una planilla con la supuesta facturación de un grupo de amigos de quien era el director administrativo del área en Capital Humano, Federico Fernández. La lista incluía a 18 personas con honorarios de entre $600.000 y $1.400.000. En los medios se habló de los “ñoquis rugbiers”, por haber jugado con el exfuncioario cuando eran compañeros del colegio La Salle.
Después de que en junio todas las partes involucradas de esta historia se tiraran en los medios con arsenal pesado, se llamaron a silencio.
GL
