Horas de extremísima tensión se vivieron en las inmediaciones del Congreso mientras la Cámara de senadores trataba los de moradísimos proyectos de Ley Bases y el paquete fiscal.
Desde temprano, manifestantes, agrupaciones políticas y diputados se congregaron en las calles adyacentes del Palacio Legislativo para mostrar el rechazo a los proyectos del oficialismo y rechazar su tratamiento mientras el operativo policial crecía en intensidad y se preparaba para mostrar su rostro más feroz.
Uniformados de todas las fuerzas desplegaron un numerosísimo operativo: Gendarmería, Prefectura, Policía Federal, Policía de la Ciudad, carros hidrantes y motos. El robusto operativo mostró las intenciones del oficialismo: despejar la Plaza de los dos Congresos y mostrarse implacable ante las agrupaciones políticas vinculadas al peronismo y a la izquierda.
Violencia en el Congreso: detonaciones, autos incendiados y casi 20 detenidos
El oficialismo logró quórum temprano por la mañana. Pero en las primeras horas de la tarde comenzaron los incidentes y una nube de gas lacrimógeno floto por encima de la Plaza de los dos Congresos, extendiéndose hasta la avenida 9 de julio. El humo se sentía en el ambiente. Ojos irritados, expresiones de dolor, corridas, griterío e insultos para con las fuerzas de seguridad se vieron mientras el Senado inconmovible, continuaba el tratamiento de la ley. El operativo de Bullrich no distinguió manifestantes y hasta una jubilada se vio afectada por el gas.
Imágenes apocalípticas que rememoraron el tratamiento de la reforma previsional de 2017 contra Macri volvieron a verse, mientras autos y tachos de basura eran incendiados. Manifestantes con caras cubiertas hicieron desmanes mientras las fuerzas de seguridad buscaban despejar la Avenida de Mayo y reprimían.
Destrozos, piedras, veredas rotas, llamas, objetos destrozados pavimentaron la Avenida de Mayo desde el Congreso hasta la 9 de Julio. Calles cortadas, tránsito colapsado y el subte A que no paraba en todas las estaciones fueron parte del saldo que arroja la jornada al caer la tarde.
Un ruido ensordecedor de estruendos de bombas, sirenas de fuerzas de seguridad y de ambulancias, explosiones de balas de gomas, gritos, insultos y cánticos se apoderó del centro porteño, mientras el presidente Javier Milei siguió con su agenda imperturbable. Para cuando exponía en CATO, el foro para la “libertad y el progreso” lo peor de la tensión de la jornada parecía haber quedado atrás.
Las explosiones de las bombas se multiplicaron durante todo el día, tanto, que hasta se sentían en la Avenida Córdoba, a muchas cuadras de distancia del Congreso.
Dos autos, entre ellos uno de la señal Cadena 3 fueron dados vuelta e incendiados a plena luz del día en una jornada colmada de violencia. Al caer la tarde, la PSA y la PFA con sus escudos ya habían realizado un cerco humano para aislar al Congreso junto con la instalación de vallas.
