El presidente Javier Milei y el ex mandatario Mauricio Macri se reunieron en las últimas horas en la Quinta de Olivos, donde mantuvieron un encuentro a solas y reafirmaron que la relación entre ambos permanece en "buenos términos".
Teniendo en cuenta que la reunión se concretó luego del revés legislativo que recibió el oficialismo tras el rechazo del DNU 656/2024, todo parece indicar que se trató de un movimiento de pinzas orquestado desde Casa Rosada para reanudar los acercamientos con el macrismo, una alianza que no se termina de consolidar debido a las diferencias del ex mandatario con algunos de los colaboradores más cercanos de Milei, pasando por Santiago Caputo, Karina Milei e incluso Patricia Bullrich.
Según pudo saber la agencia Noticias Argentinas de fuentes interiorizadas en esta cita de urgencia, Milei y Macri se vieron las caras este miércoles por la noche en Olivos y cenaron milanesa, un menú que ya es habitual en los encuentros entre ambos.
"La relación sigue igual, en buenos términos", señalaron fuentes sondeadas por NA, que buscaron despejar así las versiones de un malestar entre ambos después del "giro" de los diputados del PRO, que no apoyaron el DNU que otorgó fondos millonarios a la nueva estructura de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
"Esto no es el cambio", subrayó el PRO acerca de la iniciativa del gobierno libertario.
El comunicado del partido amarillo puso de relieve que con anterioridad apoyaron varias de las reformas que impulsa el Gobierno, incluida la Ley de Bases, pero al mismo tiempo aclararon que "este DNU de $100 mil millones para inteligencia, en un contexto en el que "no hay plata", y sin aclarar el uso de los fondos, no es el cambio".
"El progreso económico requiere instituciones fuertes y transparentes, y de un gobierno austero. En el PRO esos valores son innegociables", aseveró el PRO, a sabiendas de que en caso de replicar su rechazo en la Cámara de Senadores, el decreto podría quedar sin efecto.
Macri, un aliado "incómodo" pero insustituible para el Gobierno
En este marco, las idas y vueltas del PRO y LLA ponen de manifiesto que Macri representa uno de los aliados más valiosos del Ejecutivo, más allá de los eventuales desacuerdos que esta semana resurgieron con fuerza y se materializaron en un golpe contundente al oficialismo en el Congreso.
Pese a las versiones acerca de un malestar entre los dirigentes, Milei sabe que el apoyo del ex presidente es vital, teniendo en cuenta que es capaz de mover influencias en el Congreso y las provincias para colaborar con la gobernabilidad de la administración libertaria. Macri también lo sabe y es probable que esto lo coloque en una posición de relativa ventaja a la hora de negociar con Casa Rosada.
A pesar del reciente intento de Milei y Macri por suavizar las internas, otros funcionarios del Gobierno fueron más severos en sus declaraciones. En efecto, Manuel Adorni llegó a calificar este jueves de "ingratos" a los integrantes del bloque del PRO de la Cámara de Diputados que respaldaron el rechazo al DNU.
En la habitual conferencia de prensa, el portavoz consideró que "hay ingratitud del bloque" del PRO.
"Macri no votó. Pero es parte del juego de la democracia y de la división de poderes", matizó Adorni.
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