“Todo marcha acorde al plan”, aseguran desde presidencia de la Cámara de Diputados ante la voluntad manifiesta del gobierno nacional de anticipar la convocatoria a las sesiones extraordinarias para finales de enero.
El plan en cuestión incluye tanto las reformas y ajustes tecnológicos en el recinto como el cronograma fijado para la discusión en comisiones y la posterior convocatoria a sesionar para tratar algunos temas que ahora el oficialismo consideraría como “urgentes”.
Entre otras cosas, en el recinto se está modernizando el cableado que conecta el envío de datos con el sistema central de votación, una tarea que no se realizaba hace casi tres décadas y que ya pedía una reestructuración.
De acuerdo a lo previsto, durante la semana del 20 de enero podrían convocarse a las primeras reuniones de comisión y para la semana siguiente recién comenzar a pensar en una eventual sesión, lo cual solo sucederá si previamente se da el consenso entre el oficialismo y un número suficiente de aliados.
Otra de las barreras a sortear es que la Cámara baja otorgó de manera obligatoria las vacaciones durante todo el mes de enero para ordenar el personal y garantizar que estén operativos para febrero. Los legisladores no entran bajo ese régimen, pero muchos de ellos están transitando sus vacaciones, aunque con la atención puesta en las comunicaciones internas que pueden señalar un eventual regreso anticipado que para los representantes del interior merece una planificación aún mayor por la coordinación de los vuelos para llegar a Buenos Aires.
Según confirmó el jefe de Gabinete Guillermo Francos, habrá una convocatoria para el martes 14 tanto a los diputados del PRO, principales aliados de La Libertad Avanza y con los referentes del radicalismo, a quienes se fueron acercando de a poco, con la mira puesta en las elecciones legislativas. Precisamente, éste es el punto que al mismo tiempo acerca y aleja a los libertarios de sus socios ya que las prioridades parlamentarias se ven condicionadas por los eventuales acuerdos que se podrían cerrar para los comicios generales de medio término.
“Primero apoyemos las leyes que tenemos por delante y después hablemos de elecciones. Tratemos de buscar los consensos para llevar los proyectos adelante. En eso estamos trabajando”, justificó este viernes Francos, frente a las presiones que vienen del PRO para comenzar a charlar si habrá acuerdos en las provincias y cómo se conformarían las listas en el caso de que se eliminen las PASO como quiere el Gobierno.
Hasta ayer a última hora no había llegado al búnker del PRO ninguna convocatoria de parte del oficialismo aunque sí habrá reuniones internas para comenzar a calentar motores y unificar posturas sobre los principales temas que pretende debatir LLA, sobre todo la reforma electoral.
Es que en el temario tentativo del Ejecutivo también figuran la ley antimafia (que ya tiene media sanción de Diputados), reiterancia y juicio en ausencia, todos asuntos respaldados por el PRO.
También se incluyó Ficha Limpia, con un proyecto alternativo que todavía no se dio a conocer pero que en el decreto indica que será remitido proximamente por el Ejecutivo y que solo sería avalado por el partido amarillo si mantiene el espíritu del proyecto que defendieron hasta el final de las sesiones ordinarias, pero no pudieron darle media sanción.
En tanto, en el Senado el recinto ya está disponible para sesionar ya que no se encaró ninguna reforma y tampoco se unificaron las licencias de verano para el personal. Pero lo que resta trabajar ahí son los acuerdos políticos ya que en la convocatoria a extraordinarias se incluirían los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla para los dos lugares vacantes que tiene la Corte Suprema.
Más allá de acercar posiciones con el PRO y con la UCR, el oficialismo tiene que terminar de cerrar un entendimiento con el kirchnerismo que tiene prácticamente la mitad de los senadores y es el único espacio que le puede garantizar los dos tercios necesarios para aprobar las candidaturas.
Con la primera sesión en el Senado se concretaría la jura de la reemplazante de Edgardo Kueider, quien no obstante mantiene el proceso judicial para mantener su banca.
