Consciente de que su alianza con Occidente no ha rendido frutos económicos, el presidente Javier Milei ha dado un sorpresivo giro en su posicionamiento frente a la segunda economía del mundo, y no descarta profundizar vínculos comerciales, búsqueda de inversiones y ampliación de asistencia financiera a través del swap con China.
El Presidente anunció que viajará a China en enero del año próximo para la cumbre de la Celac, aunque todavía no hay precisiones sobre la fecha en la que se realizará. El cónclave reunirá al país asiático y a los países latinoamericanos y caribeños. El anuncio fue doblemente sorpresivo por el contexto: en la entrevista con Susana Giménez. En Presidencia, no dan detalles sobre si se está trabajando para alcanzar una cumbre bilateral con Xi Jinping, líder del país asiático.
Lo que está confirmado es el viaje de Diego Sucalesca, el director de la Agencia de Inversiones y titular de la Marca País, a una importante feria de inversiones a China a principios de noviembre. La feria CIIE, o “China Impo Expo”. Comenzará el 5 del próximo mes. Toda una gestualidad teniendo en cuenta el contexto económico de Argentina, que busca la llegada de fondos frescos.
En los países de la región China desarrolla negocios en tres áreas: alimentos, energía y minería. Tres ítems muy importantes en los que la Argentina se destaca. De hecho, ya existen inversiones chinas en lo referido con el litio. Con todo, China está lejos de ubicarse en el primer pelotón de países con inversión directa en la Argentina. Tiene cerca de US$ 4 mil millones invertidos, lejos de EE.UU. y España.
Tampoco hay confirmación sobre el probable viaje de la hermana del Presidente, Karina Milei, también a principios del mes próximo. Sucalesca, está bajo la órbita de la Secretaría General.
Con todo, el cambio de posición de Milei no ha sido inocuo. Funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. advirtieron sobre los “grandes riesgos” que las actividades de China tienen para países de la región.
Los números de la balanza comercial con el gigante asiático han mejorado en el primer semestre del año. Fundamentalmente por dos motivos: por un lado, exportamos productos del agro y este último verano no hubo sequía; por otro, la caída de la actividad económica y la recesión desplomaron las importaciones.
El promedio histórico indica que la Argentina exporta a China entre 7 y 8 mil millones de dólares. Mientras que las importaciones (fundamentalmente insumos industriales) oscilan entre los 14 y 15 mil millones de dólares.
“En el proceso de los meses de gestión, el Gobierno ha experimentado, como dijo el presidente Milei, lo interesante del vínculo con una economía tan dinámica como la china, lo que ha permitido la ratificación de la relación”, analizó Alejandra Conconi, directora de la Cámara Argentino-China, analizando el viraje en el posicionamiento del Gobierno respecto del país asiático.
