"Hay que darle una enorme prioridad el tema educativo, estamos taladrando con el tema y vamos a insistir hasta el cansancio”. La definición de Horacio Rodríguez Larreta ante el bloque de diputados nacionales del PRO marcó un lineamiento clave: la oposición avanzará con la discusión pública para intentar reabrir paulatinamente las escuelas y con la educación como eje central.
En ese marco, mientras escala la pelea política entre Nación y Ciudad por la reapertura, diputados nacionales y provinciales de Juntos por el Cambio le pidieron al Gobierno Nacional y a la Provincia de Buenos Aires que expliquen cuál es el plan educativo para sortear la pandemia.
En términos de disputa, esta semana se dio a conocer que el Gobierno nacional le pidió a la Ciudad que reabra 24 escuelas para que 60 mil bolivianos vayan a votar mientras no autoriza a 6.500 chicos que perdieron contacto con el sistema educativo a que retomen sus clases en los patios de los colegios.
Incluso, Cristian Ritondo en Diputados y Esteban Bullrich (ex titular de la cartera educativa) y Martín Lousteau en el Senado se subieron al tema para criticar al oficialismo. Además, este pedido de Nación supone que las fuerzas de seguridad federales con las de la Ciudad se pongan de acuerdo para custodiar la elección boliviana, justo cuando la ministra nacional, Sabina Frederic, viene de criticar a la Policía de la Ciudad por el caso Roldán.
Paralelamente, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, viene siendo presionado por el gremio mayoritario, UTE-Ctera, cuya cara visible es Roberto Baradel, y, aunque viene reuniéndose con su par porteña, la larretista Soledad Acuña, insiste con que lleguen 6.500 computadoras para los chicos que detectó la cartera educativa porteña pero aún no habilita la reapertura de colegios.
En plena discusión, un comunero de Lugano del Frente de Todos, Miguel “Mope” Eviner no tuvo mejor idea que abrir, junto a UTE, de manera clandestina una escuela y hasta lo publicó en redes sociales.
En este marco, en la sede gubernamental en la calle Uspallata se preguntaban, con sorna, días atrás si Eduardo López, líder del gremio UTE, ahora va a decir que el Gobierno nacional “manda a los bolivianos a enfermarse a las escuelas”, como planteó sobre los chicos. “Mientras tanto López le cumple el sueño a Bill Gates, una educación sin escuelas y con docentes remotos”, bromean en Uspallata.
En otros casos, intendentes de Juntos por el Cambio como Gustavo Posse, de San Isidro y Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, presentaron protocolos para reabrir las escuelas y fueron rechazados por la Provincia.
Información
En consonancia, los legisladores de Juntos por el Cambio comenzaron a moverse con el tema. En este caso, se trata de dos pedidos de informes. Uno es de la diputada nacional vidalista, Mercedes Joury, quien junto a un grupo de legisladores del PRO encabezado por María Luján Rey, Silvia Lospennato y Carla Piccolomini, entre otros, solicitó información al ministerio de Educación sobre el retorno a clases presenciales.
Además, pidió información a la Nación en relación al Programa de Acompañamiento a las Trayectorias y Revinculación de los estudiantes (ATR) que lanzó el gobernador Axel Kicillof. Se trata de un plan mediante el cual se busca dar “continuidad educativa a aquellos alumnos que quedaron aislados del sistema educativo”.
“No está claro qué harán los docentes en el domicilio, tampoco si están los docentes en formación preparados para acudir a los domicilios sin el acompañamiento que suele existir en las prácticas profesionales, cuántos docentes se asignarán verdaderamente al Programa, a cuántos alumnos se alcanzará, y qué criterios de prevención sanitaria utilizarán para que los docentes no estén en riesgo de contraer el virus ni de propagarlo en los domicilios de los alumnos”, apuntó la diputada nacional platense.
Por su lado, el diputado provincial, y ex viceministro de Educación bonaerense, Sergio Siciliano, hizo lo propio: presentó en la Legislatura bonaerense un proyecto de resolución respecto de diversos puntos en relación a la situación educativa en todos los distritos de la Provincia, y en particular, sobre el retorno a las clases presenciales.
“Nos preocupa que después de 200 días, la solución que plantea el Gobernador Kicillof sea la de continuar dejando sin clases a la mayoría de los alumnos, y que también conlleva a la precariedad laboral del docente”, afirmó Siciliano, y agregó que “pareciera que se están destinando los recursos a una salida temporal y poco eficiente”.