El Gobierno decidió modificar la estructura de la Secretaría de Culto, que pasará a tener el llamativo nombre de Secretaría de Culto y Civilización, y nombró al frente del organismo al diputado bonaerense ultracatólico Nahuel Sotelo. La información se confirmó luego de días de rumores y en medio de una de las tantas internas libertarias, en este caso la de Cancillería. El desembarco del dirigente al Ejecutivo nacional, que llega con el aval directo de Javier Milei, implica un avance del sector más conservador de La Libertad Avanza.
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Sotelo desembarcará en el organismo para reemplazar al neuquino Francisco Sánchez, quien en su breve paso por la gestión enojó a más de uno. Sus declaraciones en un acto de Vox en España, en el que se pronunció hasta contra el divorcio, generaron una polémica que en el oficialismo consideraron “innecesaria”. Además, no logró tender buenos puentes con la Iglesia local ni con otros credos más allá de un pequeño sector del evangelismo con el que ya tenía vínculo.
Aunque el diputado bonaerense está en la misma línea ideológica que Sánchez, entre los suyos le reconocen un diferencial: “los buenos modales”. Con su llegada a Culto, el organismo pasa a tener un protagonismo inédito. Su designación es interpretada por más de uno como otro gesto para controlar de cerca a la canciller, Diana Mondino, y evitar que se corra de los lineamientos nacionales en materia internacional, de derechos humanos y género.
Obsesionados con la Agenda 2030, Sotelo pretende ser una especie de guardián del discurso reaccionario.
Nahuel Sotelo, agenda conservadora y crecimiento
En el mundillo que entiende de Culto están convencidos de que el entorno de Mondino fue el que hizo trascender anticipadamente la información sobre la designación de Sotelo con el objetivo de desgastarlo. La canciller acumula traspiés y un sector del oficialismo empezó a mirarla de reojo porque no confían que pueda sostener con firmeza la agenda de La Libertad Avanza: “Tenés que tener a alguien que entienda bien la discusión porque de lo contrario terminás alineado a cualquier organismo internacional progre que te promete guita sólo si enseñás ideología de género en las escuelas”, renegó un libertario.
Quienes conocen a Sotelo se molestaron con la filtración, pero están tranquilos: el bonaerense tiene el respaldo directo de los hermanos Milei.
Sotelo es muy joven. Tiene 29 años, pero trabaja en política desde hace mucho tiempo. Formó parte de la campaña de Alfredo Olmedo en Salta, fue asesor del concejal de Rosario Ariel Cozzoni y entró a la Cámara bonaerense de la mano de José Luis Espert en 2021 aunque pronto se convirtió al mileísmo y hoy es el presidente del bloque La Libertad Avanza —donde será reemplazado por Agustín Romo cuando asuma en el Ejecutivo—.
Cuando tenía 23 años escribió "Cartas de los '70; el dolor de la otra parte", el libro que le abrió las puertas a la política y lo acercó a los sectores que pregonan por “la memoria completa”. De hecho, buena parte de sus proyectos como legislador fueron en ese sentido. Por ejemplo, solicitó que se declarara ciudadano ilustre de la provincia al coronel Jorge Roberto Irazábal, secuestrado y asesinado por el Ejército Revolucionario del Pueblo en 1974; o que se derogue de la ley 14.910, que establece que se deben incorporar los conceptos de "dictadura cívico- militar" y "30.000 desaparecidos" en los actos y publicaciones oficiales en los que se haga referencia a los crímenes de Estado. Aunque su agenda está en sintonía con la de Victoria Villarruel, él solo reconoce como jefe político a Milei.
En 2022, Sotelo fundó La Julio Argentino, una agrupación que reivindica la figura de Roca y con la que La Libertad Avanza pretendió poner un pie en universidades. Con el lema "Hagamos a la Argentina grande de nuevo” y la idea de que el país “necesita una nueva conquista”, comenzó a acumular territorio.
El joven habla con el discurso de la derecha internacional: reivindica a figuras como Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo, de Brasil, o Nayib Bukele, de El Salvador, y está en contra de cualquier atisbo progresista.
“No lo subestimo por su edad. No hay enemigo chico, decía un filósofo”, sostuvo alguien del universo religioso que observa con cierta sorpresa el ascenso de este sector de la derecha católica al que históricamente se enfrentó el Papa Francisco.
Culto y política
Sánchez, antes de ser designado en Culto, había tenido una buena cantidad de declaraciones en contra el Papa y en su gestión no logró generar buenos lazos con líderes religiosos. “Francisco estuvo pintado en la reunión que tuvo la cúpula de la Iglesia con el presidente en marzo. Pero cuando terminó el encuentro, les dijo a monseñor Ojea y a Marcelo Colombo: ‘Ustedes saben que en los colegios católicos hay un montón de ESI y gente a favor del aborto? Los tipos se horrizaron. ¿Cómo les vas a decir lo que pasa en sus diócesis? Se creía que sabía más que ellos”, contó alguien de ese mundo.
Hay decenas de anécdotas sobre la falta de cintura política de Sánchez, quien renunció argumentando dificultades para sostener su vida familiar con sus funciones en la Ciudad de Buenos Aires. Sotelo, justamente, tiene un perfil contrario. Sus años en política lo convirtieron en un hábil interlocutor y una de sus misiones es mejorar el tenso vínculo entre La Libertad Avanza y el Vaticano.
En público Sotelo tiene un perfil dialoguista. Trabaja fuerte su discurso en redes sociales y en diciembre de 2023 se casó con una instagramer mexicana Clara Cuevas cuyo contenido está enfocado en el catolicismo.
El evento se convirtió en contenido para redes: Cuevas contó que le había enviado una invitación a la boda al Papa Francisco y que tiempo después recibió una carta de felicitaciones y dos rosarios por parte del mismísimo Bergoglio. Punto para Sotelo que, aunque no tiene un vínculo formal con Ojea, puede dar un primer paso menos fallido que Sánchez.
La nueva secretaría tendrá otra estructura y a más de uno le llamó la atención que su nombre ahora incluya la palabra “civilización”: “¿Qué significa? ¿Que hay otra cosa como la barbarie?”, se preguntó una persona que trabajó en el organismo. Lo más novedoso, sin embargo, es que el ente tendrá facultades más amplias.
Durante décadas, y en las diferentes administraciones, el área de Culto se enfocó en el diálogo interreligioso. A partir de ahora su área de influencia será mayor aunque todavía no se conocen los detalles. Se especula con que Sotelo pueda llegar a asumir diferentes roles en el contacto internacional, pero también con las provincias y el territorio.
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“La interlocución por el tema alimentos hoy está en manos de Sandra Pettovello con los curas, ¿se la darán a él?”, se preguntan quienes los conocen. Se trata de uno de los temas calientes de la semana: el sábado, la Conferencia Episcopal organizó un encuentro con jueces y fiscales para manifestar la preocupación por el crecimiento del narcotráfico en los barrios y alertar sobre la profunda crisis social.
La derecha católica
Sotelo es parte del sector ultracatólico de La Libertad Avanza. Es amigo del diputado nacional Santiago Santurio y del legislador bonaerense Agustín Romo y hace algunos meses el grupo fue bautizado por los medios como “La banda del Opus Dei”. Sin embargo, el concepto es incorrecto.
Santurio es miembro del Frente Joven y está vinculado a la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA). Sotelo es un ferviente militante católico y conservador, pero no se reconoce como miembro de esa corriente. “El Opus Dei es de izquierda al lado de Nahuel”, bromeó alguien que lo conoce. Y la pertenencia de Romo en el grupo, en realidad, no está tan vinculada a lo religioso, sino a lo político. El joven bonaerense armó las listas en San Miguel, la tierra de los hermanos De la Torre, hombres fuertes de la derecha católica.
“Sotelo es parte de un grupo que está concentrado en Bella Vista. Ahí también está Agustín Caulo, que es el actual director nacional de Culto Católico y que tiene cada vez más protagonismo. Sánchez subió su oficina del primer piso al noveno y es el que tiene mejor relación con algunos obispos. Está casado con Ana Belén Mármora, que terminó salpicada por el escándalo de Pablo De la Torre en Capital Humano”, cuenta alguien que los conoce.
Otra persona agrega a la lista Felipe Randle, un joven alineado a Omar de Marchi que en la actualidad trabaja en Jefatura de Gabinete; a María Inés Brogin Alba, designada en la secretaría de Educación; y a Úrsula Basset, una abogada que responde a Karina Milei y que llegó a Cancillería para asesorar —o controlar, según quien hable— a Mondino.
Los vínculos personales juegan fuerte en este mundo. “Lo que pasa es que los que estamos en la derecha católica somos pocos y nos conocemos desde hace años”, cuenta alguien que a pesar de coincidir ideológicamente con el grupo se ubicó en otro bando interno. “Son los ‘catolifachos’ y están jugando juntos a cosas muy ideologizadas”, agregó.
En los pasillos de Cancillería recibirán al nuevo secretario con cierto resquemor tanto por parte de los aliados de Mondino como de los diplomáticos de carrera. La designación de Basset ya había generado molestias. Se tarea en Cancillería es "filtrar" temas de género y ambiente en los foros multilaterales que integra Argentina y donde se trata la Agenda 2030. En La Libertad Avanza todos saben que se trató de un primer paso para mantener a raya las posiciones de Mondino y enlazan ese movimiento con el nombramiento de Sotelo.
GL/fl
