El presidente Javier Milei viajará el próximo fin de semana a Israel. Lo espera una agenda de cuatro días y mantendrá una serie de encuentros, entre ellos, uno con su par Benjamin Netanyahu, atravesado por la creciente fragilidad del cese al fuego con Hamas. El mandatario argentino concretará desde el sábado su primera visita oficial al estado hebreo. Por ahora, el viaje está en pie aunque la Casa Rosada no brinda mayores precisiones porque la previa de la travesía no viene fácil. Estuvo cargada de problemas para Milei. Lo obligó a aferrarse a la agenda de seguridad de la ministra Patricia Bullrich, al punto de suspender la escala que tenía prevista en Madrid.
En la capital española esperaba recibir el premio “Escuela de Salamanca” el próximo 21 de marzo, en donde además se vería con referentes de la derecha local.
La distinción que iba a recibir es otorgada por “El Club de los Viernes”, un think tank liberal con sede en distintos países, pero con origen en España.
La visita a la península ibérica iba a suceder días antes del arribo a Israel. El foro español anunció ayer en sus redes la suspensión del acto.
Según explicaron fuentes del Gobierno, los actos vandálicos y el accionar “sedicioso” de los manifestantes frente al Congreso y a la Casa de Gobierno el miércoles pasado obligaron al Presidente a dar de baja la visita.
De esa manera, el Presidente acotará su agenda internacional, pero no dejará de poner un pie en el país de Medio Oriente justo en momentos en los que se atraviesa una tambaleante tregua con la organización terrorista Hamas, luego de la guerra desatada tras el ataque del 7 de octubre de 2023.
En ese marco se espera que firme junto al premier israelí un memorándum de entendimiento para avanzar en la lucha y el combate contra el terrorismo. La visita de Milei a Israel se dará luego de que el Congreso argentino haya aprobado la denominada ley de “Juicio en ausencia”.
En la práctica, se trata de la modificación al Código Penal que permitirá juzgar a los acusados del atentado a la AMIA sin que estos, estén presentes en el país. El gesto es, en sí mismo, una nueva y potente diferenciación con Cristina Kirchner.
Milei viajará acompañado por su hermana, la Secretaria General, Karina Milei, el canciller, Gerardo Werthein, y el rabino argentino ante Israel, Axel Wanish, quien además, es guía espiritual del jefe de Estado y ha sugerido en más de una ocasión la intención de la Casa Rosada de trasladar la embajada argentina a la ciudad santa de Jerusalén. El traslado de la embajada argentina a Jerusalén, abriría problemas diplomáticos con el mundo árabe e iría en contra de la posición histórica argentina.
La visita a Israel reforzará los alineamientos internacionales de la Casa Rosada, en momento donde Milei es uno de los principales aliados del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Le dará nuevo impulso al vínculo con el país de Medio Oriente, pero no se prevé que reporte avances en materia económica. Israel no figura siquiera entre los principales veinte socios comerciales de la Argentina durante el 2024 y el objetivo de la visita no es comercial, sino político y diplomático.
La defensa de Israel y el alineamiento absoluto detrás de Washington en el tablero internacional forman parte de la inserción que Milei pensó para la Argentina, y que no sufrirá modificaciones. Ello se ha visto reflejado en muchas de las votaciones que la Argentina ha sostenido en organismos internacionales como la ONU.
Milei recibirá “The Genesis Prize” en su versión 2025. Es conocido como el “Premio Nobel Judío”. El mismo fue anunciado el pasado 14 de enero. Es la primera vez que el premio será otorgado a un jefe de Estado. Habitualmente se le entrega a personalidades de la cultura, como el director cinematográfico Steven Spielberg.