El presidente Javier Milei encabezó hoy una nueva reunión de Gabinete Nacional, que marcó el estreno de la Mesa Política del Gobierno. Sin embargo, el debut estuvo atravesado por una fuerte interna entre Patricia Bullrich, titular del Ministerio de Seguridad, y Diego Santilli, nuevo ministro del Interior.
Las fricciones surgieron por el control del Registro Nacional de las Personas (Renaper), un área que históricamente dependió del Ministerio del Interior. Según reveló PERFIL, el decreto 793/2025 redujo significativamente las competencias de esa cartera, al transferir áreas clave como Migraciones y el Renaper.
Durante la gestión anterior, Guillermo Francos había defendido el control de ambas dependencias bajo Interior. Sin embargo, Bullrich insiste en que el manejo de las fronteras es estratégico para fortalecer las políticas de seguridad y combatir el narcotráfico.
Con los cambios recientes, Bullrich habría sumado prerrogativas antes de dejar su cargo el próximo 10 de diciembre. Desde su entorno aseguran que busca “optimizar la gestión operativa” de los controles fronterizos, aunque en el círculo libertario lo interpretan como un avance político.
Fiel a su estilo, Santilli evitó confrontar públicamente. Sin embargo, los dichos de Cristian Ritondo, tras la jura del ministro, generaron ruido interno: pidió que el “Colo” asuma “con todas las funciones” del área.
Así, los exdirigentes del PRO trasladaron sus diferencias a la Mesa Política, que integran también Karina Milei, Santiago Caputo, Martín Menem y Manuel Adorni.
Más allá de la disputa entre Bullrich y Santilli, el reacomodamiento estructural del Gobierno genera nuevos roces. Se especula con cambios en el área de Ciencia, actualmente dirigida por Darío Genua, quien si bien depende formalmente de la Jefatura de Gabinete, responde políticamente a Santiago Caputo.
El objetivo de la nueva Mesa Política es alcanzar acuerdos parlamentarios para aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas estructurales, que se debatirían recién en febrero. Pero las tensiones internas persisten pese a los intentos del Presidente por ordenar la agenda.
Otro foco de conflicto es la discusión por los pliegos judiciales y los nombramientos en la Corte Suprema y juzgados federales. Voces oficiales aseguran que el freno al ascenso de Sebastián Amerio responde a movimientos internos, mientras crecen las versiones sobre un canal de negociación entre el karinismo y el kirchnerismo.
En ese marco, aparece el nombre de Santiago Viola, apoderado del partido y figura de confianza en la Casa Rosada, aunque sin confirmaciones oficiales.
Por lo pronto, Bullrich se reunirá el viernes con la vicepresidenta Victoria Villarruel. En los pasillos del Congreso se preguntan si la vice aprovechará para tensar la relación entre Bullrich y Manuel Adorni, ambos potenciales candidatos libertarios en la Ciudad de Buenos Aires.