Corría el último mes del año 2023. Javier Milei ya era el presidente electo de todos los argentinos. El teléfono del empresario de la salud Mario Lugones sonó. No era una llamada casual. Era su hijo Rodrigo, desde España, con un pedido muy especial: que se hiciera cargo del área de Salud del nuevo gobierno. Pero la propuesta no provenía de su hijo, sino del futuro presidente. Desde entonces, Lugones asesora y maneja el Ministerio de Salud, como un “monje negro”, desde las sombras.
La salida de Mario Russo terminó de blanquear lo que era un secreto a voces. Que el tándem conformado por el asesor estrella Santiago Caputo y el médico y titular del Sanatorio Güemes tenía cada vez más injerencia en la cartera y que incluso Lugones era el “ministro sin firma”.
Fuentes vinculadas al funcionamiento del ministerio señalaron ante PERFIL que el “organigrama informal” tenía cada vez “más peso que el organigrama formal”. La situación se hizo insostenible. Por ello Russo fue expulsado del Gobierno pese a que oficialmente adujeron “problemas personales”. Intentaron que la expulsión de otro miembro del gabinete no se tradujera en nuevo dolor de cabeza para la Casa Rosada y para Milei.
De esa manera, Caputo continúa consolidando un sistema de relaciones ocupando sillas y roles en el gabinete al mismo tiempo que consolida e incrementa su poder y sus influencias junto al manejo de diversas cajas.
Lugones es presidente de la Fundación Sanatorio Güemes. Tiene articulación con el universo de las prepagas. En privado, se ufana de haber corrido a Gustavo Belocopitt de la titularidad de la cámara de prepagas. Es a su vez socio de Enrique “Coti” Nosiglia y del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, quien en campaña se había acercado a Milei.
Tal como contó PERFIL meses atrás, Lugones es el ideólogo de la desregulación del nomenclador para las prestaciones de discapacidad, lo que finalmente no ocurrió. Lo que sí sucedió es que la Andis (discapacidad) fue transferida de la Jefatura de Gabinete a la cartera de Salud a mediados de año, justo tras la salida de Posse.
Rodrigo Lugones (hijo de Mario) fue jefe de Santiago Caputo en su paso por la consultora de Duran Barba. Lugones hijo era el “dos” en la consultora del ecuatoriano. Lugones y Caputo se alejaron de Duran Barba enemistados y conformaron una nueva consultora llamada Move Group. Rodrigo reside hoy fuera del país.
Según trasciende, Mario Lugones habría colocado al titular de la Superintendencia de Salud, Gabriel Oriolo, lo que abre un vínculo clave con las obras sociales y por lo tanto con los sindicatos. No en vano, esta semana Caputo frenó de apuro el dictamen en Diputados que pretendía ponerles fin a las reelecciones indefinidas en los gremios. Gerardo Martínez, líder de Uocra, será recibido por Francos el próximo lunes en Casa Rosada. Caputo participará de la reunión.
En Casa Rosada reconocen que había diferencias por el funcionamiento de la cartera de Salud. En un principio se pensó que fuese secretaría, luego se decidió que tuviera rango ministerial. Allí asomó el nombre de Russo para hacerse cargo del área. Sin embargo, rechazan que el alejamiento de Russo tenga que ver con las expresiones del papa Francisco y las versiones periodísticas.
La gota que rebasó el vaso fueron las vacunas contra el dengue. En una reunión del Cofesa semanas atrás se había acordado que el Ministerio de Salud de la Nación no hiciese uso de la opción de compra de vacunas, para que la gestión del ministro porteño Fernán Quirós pudiera acceder a las mismas, debido a la escasez. Las vacunas compradas por Nación ya habían sido distribuidas en el NOA y el NEA, y la provincia de Buenos Aires, con Nicolás Kreplak a cargo, ya había comprado vacunas.
Caputo y Lugones no vieron con buenos ojos que Nación cediese a la Ciudad vacunas, y la tensión escaló. Russo tenía demasiados interlocutores con los que hablar. Por ello, en el último tiempo solo quería remitirse al jefe de Gabinete, de quien es amigo desde hace más de 15 años (también lo es de Catalán) o con el Presidente. Milei zanjó la tensión a favor de Caputo. Era esperable.
Russo se trasladó el jueves por la tarde noche hasta la Casa Rosada. Allí habló con Francos, a quien le presentó la renuncia. También tuvo una conversación con Caputo en la que ambos lograron cerrar el vínculo en buenos términos.
La jura de Lugones no tiene fecha. Hay voces que señalan que ese día será la primera vez que Milei se vea frente a frente con él, tal como sucedió con el ministro saliente.
