En La Rural, Macri, Massa y Scioli tuvieron, entre otros referentes de la oposición, su "noche ciudadana". En cada año electoral, la cena benéfica de la Asociación Conciencia suele tener un importante tono político. Pero la última gala que se realizó el jueves pasado fue, por lejos, la más política de los últimos años.
Entre los asistentes estuvieron, Daniel Scioli, gobernador de la Provincia de Buenos Aires; Mauricio Macri, jefe de gobierno Ciudad de Buenos Aires; Sergio Massa, Intendente de Tigre; Francisco De Narváez, diputado nacional; Gabriela Michetti, Diputada Nacional del PRO por la Ciudad de Buenos Aires; Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados de la UCR, entre otros.
Además, participaron reconocidas celebridades como Mirtha Legrand, Catherine Fulop, Karina Rabolini, Juliana Awada, Agustina Ayllón, Analia Maiorana, Iván de Pineda, Dolores Cahen Danvers, Rosella Della Giovampaola, Cristina Perez, Guillermo Andino, Fernando Bravo, María Susini, Fabián Medina Flores, Wally Diamante, entre otros.
Aunque la dinámica del encuentro no fue distinta de las ediciones anteriores –una agradable recepción, una rica cena y tentadoras subastas y sorteos para recaudar fondos–, el tono de los discursos de los oradores, algunas presencias fugaces, algunas ausencias y las entretenidas sobremesas que se extendieron hasta casi las 2 de la mañana sirvieron para ilustrar el momento de ebullición que vive la Argentina de cara a los comicios de octubre, y sobre todo a los de 2015.
Mauricio Macri, por ejemplo, que suele despacharse con un discurso conciliador, amagó con alguna broma acerca de sus dotes como cantante y luego apuntó directamente al blanco: llamó a defender la libertad de prensa y a respetar la Constitución y la alternancia de los mandatos. El jefe de Gobierno porteño no usó nombres propios a la hora de sus críticas, ni falta hizo. Los aplausos que recibió de parte de quienes llenaban el salón dejaron claro que los invitados esperaban un mensaje como ese.
Minutos después, Sergio Massa tomó el micrófono, y también aprovechó su momento. En una semana que lo ha tenido como protagonista en actos junto a Cristina Fernández de Kirchner, el intendente de Tigre –que logró más fotos incluso que Macri porque tuvo el detalle de no llegar sobre la hora, como hizo él– eligió palabras más etéreas: habló del futuro y de la educación como punto de partida para saber elegir. Fue menos concreto, pero alzó más la voz. Y también se llevó importantes aplausos.
Incluso la presidenta de Conciencia, María Figueras, además de destacar la tarea de la asociación desde hace tres décadas, pidió “una democracia que sea producto de la búsqueda de consensos”.
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, por su parte, llegó con Karina Rabolini, pero casi sin ninguno de los muchos funcionarios provinciales que suelen acompañarlo en este tipo de ocasiones. Lejos de aparecer en fotos no deseadas, optó por hacer sólo un breve acto de presencia; no llegó a estar entre los oradores porque se fue antes de la cena.
El que encabezó de algún modo la mesa correspondiente al sciolismo fue Jorge Telerman, quien por cierto fue uno de los últimos en irse de La Rural, luego de mantener animadas conversaciones con Massa y con Francisco de Narváez, que compartió mesa con su armador José “Pepe” Scioli, y con Felipe Solá.
Entre los más solicitados de la noche estuvo el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, quien al parecer tuvo que postergar unas programadas vacaciones por la onda expansiva que generó la represión de la Policía Metropolitana en el Hospital Borda. Uno de los que hablaron con él fue el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, definitivamente abocado a exhibir una imagen más juvenil con su atuendo informal y su peinado sauvage.
El jefe de Gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta también optó por una camisa de diseño sin corbata. Entre los opositores no vinculados al macrismo o al peronismo hubo menos figuras destacadas. Se los vio, por ejemplo, a Ricardo Gil Lavedra y al exdiputado Adrián Pérez.
En una de las mesas principales estuvo también la embajadora de los Estados Unidos, Vilma Socorro Martínez, quien dejará la Argentina en poco tiempo para retirarse a descansar a su casa en California luego de cuatro años en Buenos Aires. Un dato que llamó la atención en varias mesas fue que varios invitados comentaron haber compartido el vuelo entre Río de Janeiro y Buenos Aires en el que Diego Maradona causó algunas turbulencias a comienzos de la semana.
Y aunque no estaba presente en la cena, un comensal contó que fue la mujer de Antonio Bonfatti, gobernador de Santa Fe, quien se acercó adonde estaban ubicados el ex director técnico y su novia Rocío Oliva para tratar de calmar el ánimo de la pareja después de observar una situación algo compleja entre ambos.