Uno de los principales ejes de las cuatro cenas que tuvieron el presidente Javier Milei y Mauricio Macri en apenas un mes tuvo que ver con la coordinación parlamentaria. Esto es: que haya instancias de diálogo permanente entre la Casa Rosada, los bloques libertarios –sobre todo en Diputados– y la bancada del PRO, en particular la que preside Cristian Ritondo.
En ese marco, apenas pocas horas después de la última cena, Ritondo fue convocado a Casa Rosada con el objetivo de encarar la agenda parlamentaria que viene. Y, de paso, explorar la chance de que exista un interbloque.
Según pudo reconstruir PERFIL, Macri fue muy crítico de la labor legislativa de La Libertad Avanza. Precisó que no conocen el reglamento, que no tienen iniciativa parlamentaria y que, en algunos casos, siquiera saben hablar en el recinto. Y, agregó, por el contrario, en el bloque que preside Ritondo hay un grupo fuerte de experimentados legisladores de peso nacional.
El expresidente viajó a África ayer y luego estará en Corea del Sur para dar charlas
El jefe de Estado no suele meterse con el Congreso salvo para criticarlo, como cuando salió la nueva fórmula jubilatoria, donde los llamó “depredadores fiscales”. La excepción fue cuando se aprobó la Ley Bases y mencionó a cuatro diputados del PRO: a Ritondo (con quien tiene una relación personal de primera magnitud), a María Eugenia Vidal (con quien no tiene cercanía pero rescató que se puso al hombro varios temas para aprobar el megaproyecto), a Diego Santilli y a la neolibertaria Silvia Lospennato, quien desde febrero asesora en las sombras a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.
Con todo, para Macri esa coordinación parlamentaria supone darle un vuelo mayor a Ritondo, a quien incluso viene proponiendo para el lugar de Menem. Fue en noviembre, cuando a pocos días de ganar el balotaje, Milei lo convocó al jefe del bloque del PRO y le planteó su deseo de que preside la Cámara baja pero que debía consultarlo con su mesa chica.
Al otro día, tanto Karina Milei como Santiago Caputo y Guillermo Francos (quien prefería a Florencio Randazzo) optaron por un diputado de LLA y ganó Menem la pulseada.
Sin embargo, salvo Lospennato (quien además hace diez días colocó a su asesora Mercedes Piscitello en una dirección parlamentaria que conduce el riojano de LLA), la mayoría de la bancada del PRO tiene serios reproches con Menem.
El titular de Diputados se defiende con dos datos claves: en primer lugar que fue de los primeros libertarios de pura cepa –incluso hace gala de la reivindicación de su apellido que hay en LLA– y en segundo lugar su cercanía a Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia. Es más: en las próximas horas la bancada libertaria saldría a explicitar su apoyo al presidente de Diputados.
En la agenda parlamentaria común aparecen desde la reforma electoral (ficha limpia, financiamiento de partidos políticos, boleta única) pasando por una segunda reforma laboral hasta una nueva ley de salud mental.
Con todo, para el expresidente es un comienzo, un amanecer apenas. Ayer tomó un avión que lo llevará a Mauritania, África, donde tiene compromisos vinculados a su rol en la FIFA. Luego viajará a Corea del Sur, donde tiene previsto dar una serie de charlas.
Jorge Macri activa la contención de aliados ante la tensión con Karina Milei
Mientras tanto, espera que haya más gestos de este tipo de parte de la Casa Rosada. Además de la coordinación parlamentaria viene planteando que haya mesas para resolver las quejas que vienen teniendo los gobernadores. En particular vinculadas a obras públicas y la falta de financiamiento incluso para que las terminen las provincias. A ello se le suma un reclamo particular de Entre Ríos: Rogelio Frigerio busca cobrar una millonaria deuda de Anses por la caja de jubilaciones provincial.
Además, el expresidente también sigue esperando que ingresen funcionarios en áreas sensibles como transporte, energía más Aduana y AFIP, donde sigue viendo las manos ocultas de Sergio Massa.
En el oficialismo nada indica que esto vaya a ocurrir: la relación de Macri con Santiago Caputo sigue siendo prácticamente nula y por ello Macri sigue criticándolo, aunque ahora volvió a hacerlo en privado tras hacerlo público durante una semana entera.
Para el scouting de cuadros técnicos designó a Guillermo “Guillo” Dietrich, el exministro de Transporte y uno de los hombres de mayor confianza del titular del PRO. Dietrich tuvo un megaministerio a su cargo, donde se intercalaban obras públicas, los trenes, Aerolíneas Argentinas, los aeropuertos y la política aerocomercial.
En ese sentido, la infraestructura es uno de los pocos temas que lo alejan de los libertarios: Macri cree que para el desarrollo nacional se necesitan obras públicas, como puentes, rutas, aeropuertos o puertos. Y, de parte de los gobernadores, solo recibe quejas de que todas las obras nacionales está desfinanciadas. Incluso en el caso de las rutas que son materia de Vialidad siquiera hay manutención, según escuchó.
