POLITICA
el nuevo escenario amarillo

Macri cambia a Bullrich por Yeza en un cargo clave del PRO y duda de la gestión

El diputado nacional bonaerense y exintendente de Pinamar será el presidente de la asamblea partidaria, un órgano clave porque es donde se deciden las alianzas electorales. Era el lugar reservado para la ministra de Seguridad, quien ya no está en los planes de Macri para el futuro político amarillo. Mientras tanto, comienzan los primeros reproches a viva voz sobre la Casa Rosada y el funcionamiento del gobierno nacional tras la sanción de la ley Bases.

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Reemplazo. Macri eligió a quien fuera intendente de Pinamar por Bullrich. El viernes, con De Loredo. | cedoc

La decisión se tomó esta semana, pero se venía madurando hace un mes. Mauricio Macri y las principales figuras del PRO no permitirán que Patricia Bullrich presida la asamblea del PRO, el órgano que se ocupa de aprobar las alianzas partidarias. Más aún: el expresidente ya no se imagina un futuro político con la ministra de Seguridad. La distancia es total.

En este contexto de tensión, además Macri empezó a desplegar sus serias dudas sobre la marcha de la gestión y sobre los movimientos políticos de La Libertad Avanza.

En cuanto al partido amarillo que por primera vez comenzó a presidir, su equipo está organizando un acto en Capital Federal para el jueves próximo a las diez de la mañana donde se reunirán más de  doscientos asambleístas de las 24 provincias de manera proporcional a la cantidad de afiliados. Se trata de un órgano partidario clave porque desde allí se aprueban las alianzas con otros partidos.

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Quien será electo por consenso para presidir la asamblea en lugar de Bullrich será el diputado y exintendente de Pinamar, Martín Yeza, un histórico dirigente amarillo desde su juventud como gerente operativo de la entonces vicejefa porteña María Eugenia Vidal.

Aunque no presidirá la asamblea de manera formal Bullrich estará invitada al encuentro del PRO como una asambleísta más, aunque son pocos los que creen que pueda concurrir.

De hecho, Macri no estará en el encuentro de la asamblea, pero animará una cena reservada el miércoles para la dirigencia que viene del interior donde bajará línea.

Con la ministra de Seguridad no hay diálogo y solo suman bronca mutua.

El expresidente repite en estos días que cree que ya no hay espacio para seguir haciendo política junto a ella, considera que lo traicionó y la ve como una jugadora solitaria en el mundo libertario.

Incluso en una reunión a comienzos de semana, a horas de que Bullrich haya echado a la mano derecha de Cristian Ritondo (el exsecretario de Seguridad, Vicente “Tito” Ventura Barreiro) con denuncia penal incluida del ministerio, se lo escuchó muy duro contra Bullrich.

Hay quienes aseguran que habló de un reconocido empresario joven que prestó servicios –sobre todo motorizados y aéreos para la campaña– en 2023 y que fue acercado por él a la entonces candidata de Juntos por el Cambio.

Por ahora no hay ninguna propuesta para expulsar a Bullrich del partido, pero la bronca entre los miembros del consejo directivo sigue creciendo.

De los 45 consejeros (hay 24 que son los presidentes del partido a nivel provincial (solo el 10% son bullrichistas.

Incluso entre esos cuatro están dos armadores políticos, pero con distinto hándicap. Por un lado el diputado y vicepresidente segundo del PRO nacional, Damián Arabia, a quien no se lo convocó ni a reuniones informales a pesar de que fue el principal armador en el interior del bullrichismo el año pasado.

El otro es el dirigente Pablo Walter, un añejo miembro del partido (fue secretario del PRO hace más de diez años atrás) cuya ficha de afiliación es un queso gruyere dados sus cambios de domicilio de Tucumán a un coqueto country del norte bonaerense.

Pero no todo es bronca con Bullrich. También, y en especial tras la sanción de la ley Bases, Macri comenzó a ser más crítico del gobierno de Javier Milei.  

En particular, cree que la gestión no es eficiente y que debe demostrar mayor celeridad en el día a día. Aunque, en términos ideológicos, está de acuerdo con muchas de las medidas que está tomando, sobre todo el equipo económico, piensa que en muchas áreas hay problemas de ejecución y en otros directamente sigue habiendo funcionarios vinculados al massismo, como la AFIP o la Aduana. Esto ya se pudo ver en el último tuit que escribió el expresidente en la red X cuando dejó de lado el apoyo total a la Rosada para condicionar el próximo semestre a una mejora de la calidad de la gestión.

Con todo, por ahora no habrá críticas al presidente Milei, pero sí una distancia prudente que se pudo ver cuando el viernes se fotografió con el radical Rodrigo de Loredo, uno de los enemigos de LLA.