Ante los fuertes rumores de su inminente expulsión, la diputada Lourdes Arrieta renunció este martes al bloque de La Libertad Avanza y conformó un monobloque llamado “Fuerzas del cielo - Espacio liberal”, que utilizará la abreviatura “FE”.
“Como parte del oficialismo, seguiré defendiendo mis valores judeo-cristianos y liberales, acompañando al presidente de la Nación, Lic. Javier Gerardo Milei, desde mi labor como legisladora”, expresó la mendocina. También aclaró que permanecerá en sus comisiones asignadas y que “el bloque FE será de color violeta”.
Arrieta, que participó de la visita a los genocidas en el penal de Ezeiza y luego se excusó diciendo que no conocía el verdadero propósito de la actividad, luego emprendió una dura cruzada contra su propio espacio pidiendo que la Justicia investigue el hecho y, a través de las redes sociales, exponiendo los chats en los que se coordinaron las actividades.
Este lunes, en declaraciones a Radio con Vos, Arrieta advirtió que temía por su vida, pero aseguró que no renunciaría a su banca y, que si la expulsaban, se retiraría del bloque libertario "con la frente en alto, sabiendo que dijo la verdad". Su renuncia a LLA llegó horas antes de la reunión pautada para las 20.30 de este martes, en la que se oficializaría su expulsión.
La conformación del monobloque fue una sorpresa además por el acercamiento de Arrieta al exjefe de la bancada, Oscar Zago, (desplazado en abril por Gabriel Bornoroni) y actual presidente del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). Pero frente a la prensa, en la puerta lateral del Congreso, la legisladora anunció: "Decidí hacer mi propio bloque porque no puedo ser parte de un lugar donde no me respetan a mí, ni a la agenda del presidente".
“Voy a votar en cuanto a mis valores y principios. Claro que voy a seguir apoyando al oficialismo, pero cuando tenga que ser crítica lo voy a hacer. Porque una cosa son los proyectos del presidente y otros se quieren agregar, y no con sus ideales”, denunció, en referencia a los proyectos que divulgó el domingo por la noche y que buscaban otorgar la libertad a los genocidas presos.
"Mi primer proyecto va a ser pedir la ampliación de la investigación de la visita al penal de Ezeiza. Que se investigue también al sacerdote Olivera Ravasi y cuáles son sus conexiones con sociedades offshore en los Estados Unidos", adelantó Arrieta. La reunión para su expulsión fue realizada por videoconferencia y, según un presente, "fue un trámite".
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La escalada del conflicto de Arrieta y la situación de Rocío Bonacci
Lourdes Arrieta había quedado en una situación muy delicada después de denunciar penalmente a miembros de su bloque para que la Justicia investigara la visita a los genocidas presos, y más aún luego de sugerir una responsabilidad del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, por la supuesta autorización del traslado en un vehículo oficial del grupo de diputados que intervino hasta Ezeiza.
El miércoles pasado, luego de una sesión especial en la que el oficialismo sufrió un revés político, un grupo de diputados libertarios la increpó por haber expuesto a sus propios compañeros mediante una denuncia penal, y por seguir dándole difusión a un tema al que LLA necesitaba ponerle un cierre.
Las críticas soliviantaron a Arrieta, quien a los gritos y en llanto empezó a vituperar contra Menem por no haberla defendido y por no hacerse responsable del conflicto desatado, al tiempo que repitió su versión de que el diputado Beltrán Benedit, el organizador del tour a la cárcel de los genocidas, le había hecho "una cama". La reacción destemplada de Arrieta, que quedó registrada en un audio que se filtró en las redes sociales, amplificaron el descontento de quienes venían haciendo fuerza para echarla del bloque.
Luego de ese episodio, Menem reconoció que la expulsión de Arrieta estaba "en evaluación", pero tuvo que intervenir la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para tomar la decisión definitiva. El punto de quiebre fue su testimonio en la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, donde cargó las tintas contra Menem, a quien culpó de haber autorizado el viaje del grupo libertario a los represores, pese a que el riojano ya había aclarado que la asignación era automática para quien lo pidiese.
La otra diputada que se encuentra en conflicto es Rocío Bonacci, quien defendió a Arrieta en los medios y también dijo que fue "engañada" al visitar a los represores. Sin embargo, la santafesina no corrió la misma suerte que Arrieta, dado que en la última semana ella bajó el tono de las acusaciones y evitó judicializar el tema.
En declaraciones a Radio con Vos, Bonacci relató cómo se enteró que la visita al penal de Ezeiza era para entrevistarse con represores. "Fui la primera en reconocer que se dio la visita, porque sentí que algo raro había atrás, pasamos como pancho por nuestras casas, algunos diputados recorrieron el pabellón como si fuese un espacio común y es un penal de presos de personas que cometieron crímenes aberrantes", manifestó.
Bonacci es la única diputada de la comitiva libertaria que no aparece en la foto que el grupo se tomó junto a represores como Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti Carlos Guillermo Suárez Mason Jr., Adolfo Donda y Antonio Pernías, entre otros. En línea con Arrieta, ella también deslizó que Menem estaba al tanto de la visita a los genocidas y dijo que Sharif Menem, sobrino y asesor del presidente de la Cámara baja, le había pedido su DNI luego de que se solicitara formalmente el traslado a Ezeiza en vehículo oficial.
La legisladora también señaló al director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, como uno de los que facilitaron el encuentro de los diputados liberales con los represores, e insinuó que los organizadores de la reunión en el penal tenían vínculos con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. No obstante, Bullrich desmintió a Bonacci y defendió al titular del Servicio Penitenciario Federal (SPF): "Es falso de toda falsedad. Me enteré de la visita de los diputados por los diarios", dijo. También señaló que el SPF "hizo lo que dice la ley de Ejecución de la pena".
ML
