El abrupto final de la última sesión en la Cámara de Diputados le dejó más de un interrogante a Martín Menem. El presidente del cuerpo dijo que la levantó por falta de quórum, en medio de gritos y empujones. Las autoridades de casi todos los bloques del recinto le repitieron en privado lo que ya le espetaron en público. Lo acusan de haber suspendido el funcionamiento del recinto sin ninguna otra razón que evitar la pelea entre sus propios legisladores. La decisión que tomó Menem no quedará en la nada, pero por ahora ocupará un segundo plano por la doble urgencia que afronta la Casa Rosada para esta semana en el Congreso.
La más importante está concentrada en el futuro del DNU 179/25 que firmó Javier Milei para acelerar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no enviar una ley al Congreso. La Coalición Cívica anunció ayer que votará a favor del DNU pero no tiene representantes en la bicameral. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya ingresó el decreto al Congreso y este martes se reunirá la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo para comenzar su tratamiento. Cuenta con diez días hábiles para despachar, pero tenía previsto reunirse la semana pasada. La preside el senador riojano Juan Carlos Pagotto y el primer paso que deberá afrontar el organismo será la definición de sus nuevas autoridades. La idea del oficialismo apunta a mantenerlo y acelerar el trámite para despachar un dictamen de aprobación y conseguir los votos en el Senado. Desde la pelea que estalló en el recinto de Diputados, esa mayoría está en duda y se expresó después de la trifulca. La primera reunión de la bicameral estaba prevista para el jueves pasado, pero fue intempestivamente suspendida sin explicación pública. Las razones tienen que ver con el poroteo para conseguir la mayoría y con dos diputados: Lisandro Amirón de LLA y Oscar Zago del MID, ambos son integrantes de la bicameral y son quienes se trenzaron a gritos y empujones en la última sesión.
Los problemas con Zago son por partida doble. Además de la pelea en el recinto, el escándalo posterior y la interna a cielo abierto, se suma otro ingrediente. Este martes, a partir de las 16, también se reunirán dos comisiones en la
Cámara baja para cumplir con el emplazamiento de la última sesión. Fue la primera del período de ordinarias y dejó un tono muy arriba, cargado de recriminaciones que reaparecerán en la próxima. Sin embargo, a pesar de las dificultades, la oposición consiguió ordenarles a las comisiones de Asuntos Constitucionales y
Peticiones, Poderes y Reglamento para que traten los proyectos presentados que proponen crear una comisión investigadora especial sobre el escándalo de la criptomoneda Libra. Entre ellos hay uno de Zago, cuya idea es crear una bicameral, pero así se ganó una nueva inquina del oficialismo y, en especial, de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
La orden inicial para el oficialismo fue frenar cualquier intento de investigación. Zago fue presidente de LLA hace un año. Tras el primer fracaso de la Ley Bases dejó el bloque y se transformó en el titular del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). Sigue como aliado del oficialismo, pero con planes de hacer un interbloque con el PRO y con las otras dos cuestionadas por LLA en la última sesión: Marcela Pagano y Rocío Bonacci. La idea de Zago para crear una investigadora del criptoescándalo es considerado una afrenta dentro del oficialismo, pero desde que se peleó con Almirón, hay más sospechas.
La que más intriga tiene que ver con su rol dentro de la bicameral de DNU. El oficialismo quiere sacar un dictamen de aprobación rápido y necesita nueve firmas. Están en duda, especialmente por Zago y por el senador Francisco Paoltroni, que se fue del bloque hace un año y cuestiona públicamente al Gobierno.