El presidente Javier Milei tiene una relación sinuosa con el Congreso. El día previo a la apertura de sesiones ordinarias, dijo en “Financial Times“ que puede prescindir del Congreso para acomodar la economía.
Con el principal objetivo de reducir el déficit y darle un mazazo a la inflación, las energías del Gobierno se volcaron a los recortes de las cuentas fiscales. El dispositivo de negociación política que le permita alcanzar acuerdos en el Congreso corrió de atrás.
Las descoordinaciones quedaron en evidencia con la negociación de la ley ómnibus. Muchos nombres de diversas áreas tallaron en la conversación, encabezados por Santiago Caputo, para una victoria que el Gobierno considera “simbólica”, pero sin resultados en la práctica.
El miércoles Milei recibió en la Casa Rosada al bloque encabezado por Óscar Zago. Un gesto que sirvió para exhibir contención a un grupo de legisladores que miraron desde lejos la negociación por la ley “Bases”, enterándose de las modificaciones por los medios. Un dato llamativo: no hubo precisiones sobre proyectos que serán enviados ni un esbozo de agenda legislativa. Solo referencias generales a la ley “Bases.“
La reunión fue un repaso de los setenta días de gestión. El Presidente aprovechó para destacar los datos alentadores de la macroeconomía. La tendencia a la baja de la inflación y los números fiscales. Entiende que en febrero también habrá superávit. También aprovechó para criticar nuevamente a los gobernadores. Los diputados no pudieron ingresar con celulares.
El ala negociadora del Gobierno deberá reeditar vínculos de cara al período ordinario. Allí será clave el rol de Guillermo Francos, a quien la tarea se le hace cuesta arriba con el Presidente peleándose abiertamente con gobernadores. De hecho, ya comenzó a sondear voluntades entre mandatarios, pero no dejó trascender precisiones.
La cabeza de la negociación en el Congreso, es Martín Menem. El titular de la Cámara baja es la pieza parlamentaria que mantiene el diálogo con los jefes de los bloques opositores dialoguistas.
Milei recibió a Cristian Ritondo, minutos después de reunirse con sus diputados. En el partido amarillo hay resquemores. Entienden que hubo vocación por parte del oficialismo de partirles el bloque, pese a los elogios públicos.
Omar De Marchi deberá continuar tallando en la discusión. El mendocino cumple funciones bajo la órbita de Nicolás Posse. Ayer organizó una reunión con el jefe de Gabinete, diputados y senadores. El encuentro fue pedido por los legisladores. Se repasó la agenda legislativa. De Marchi funge de “sherpa”, una suerte de guía para los diputados e intentará trabajar de manera coordinada con el Senado, lo que no fue posible durante la ley ómnibus.
Otra pieza clave es Lule Menem. Si bien ahora trabajará en el área de Karina Milei, el riojano trabaja codo a codo con su primo. Lule ha acaparado tareas desde legislativas hasta de coordinación. Su reciente designación muestra buen vínculo con “El jefe”, un dato no menor.
Continuará colaborando en el vínculo con las provincias. Estuvo en la reunión de Francos con Raúl Jalil. ¿Habrán hablado de apoyos legislativos y de regulaciones mineras?