POLITICA
marchas y contramarchas

La política alimentaria, sin rumbo claro en plena crisis

Las irregularidades en torno a la entrega de mercadería a los sectores vulnerables, sumado a las internas en el Ministerio de Capital Humano, complican el armado de una estrategia transparente de la administración de los comedores y el envío de alimentos. Cómo quedó el vínculo con las organizaciones sociales que intermediaban en el esquema entre el Gobierno y los grupos carenciados. Acusaciones contra Pettovello sobre su supuesto conocimiento de la existencia de galpones repletos de mercadería y las repercusiones de la salida de Pablo de la Torre.

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Protagonista. La superministra fue blanco de numerosos cuestionamientos en la semana. | NA

La trama en torno a las irregularidades en la entrega de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano, con la ministra Sandra Pettovello en el centro de la escena, está lejos de tener un cierre. Primero, porque hay voces que señalan que la funcionaria sabía de los alimentos en galpones desde diciembre pasado. Segundo, porque el exsecretario Pablo de la Torre montó una curiosa defensa, despegando a la ministra del escándalo.

Según pudo reconstruir PERFIL a través de fuentes libertarias y de exfuncionarios de la cartera, la ministra preferida por Javier Milei conocía perfectamente desde el 11 de diciembre que existían miles de toneladas de comida en diferentes depósitos. Y que a partir de ese dato, bajó una orden precisa, sin lugar a confusión: negociar con las organizaciones sociales la entrega de alimentos siempre y cuando cumplan con condiciones.

“Propusimos reglas de juego claras: pedimos documentación a los dirigentes de los movimientos, desde la ubicación de los comedores hasta datos de los asistentes. Sabíamos que la gestión anterior tuvo irregularidades y queríamos focalizar la asistencia. Y las agrupaciones, como Libres del Sur, la UTEP y el MST Teresa Vive, entre otras, cumplieron a rajatabla”, dice una voz de LLA al tanto de las negociaciones.

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Es más: existen registros de intercambios de correos electrónicos y chats entre funcionarios, con Héctor Calvente, el subsecretario de Políticas Sociales de la Secretaría de la Niñez, a la cabeza, y dirigentes de agrupaciones en los cuales consta que existía diálogo y buena voluntad, pese a algunos intercambios poco amables en la esfera pública. Todo marchaba sobre rieles, incluso, como menciona un cuadro de peso que lidera una organización, con auditorías que realizó el propio ministerio a comedores, certificando su existencia. En las últimas semanas, Pettovello pidió que se siga hablando de lugares de asistencia “fantasma”, pese a que su cartera certificó hace semanas que dichos comedores cumplían la función pertinente.

Pero la relación, y la política alimentaria, sufrió un brusco cambio el 30 de enero. Aquel día, sin consulta previa a los funcionarios a cargo de dialogar con los movimientos sociales, el ministerio dio de baja el “sistema de entrega discrecional de alimentos secos” y encaró una “transferencia monetaria directa a los comedores” para evitar los intermediarios, algo que personal de la cartera dice que no se cumplió.

“Se montó una puesta en escena, y todo el trabajo que se hizo, de auditorías e información con los movimientos, fue tirado a la basura”, comenta una fuente de LLA sobre lo que pasó, cargando responsabilidad en Pettovello.  

Por si fuera poco, el apuntado por la funcionaria, De la Torre, se defendió de manera sorpresiva, sin cargar contra la funcionaria que, como dicen quienes tuvieron trato con ella, es “obsesiva y controladora” y no permite detalles al azar. Hay una lectura: el hermano del legislador sabe que Milei la protegerá a toda costa y cree que si apunta directamente contra ella, el Presidente contragolpeará en distintos niveles, por medios y por redes sociales.

“Hay kirchneristas infiltrados”

El exsecretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, despedido y denunciado “por falta de transparencia” por Sandra Pettovello, se defendió ayer en su cuenta de X: “Tengo la conciencia y las manos limpias”.

Un día después de su despido, De la Torre ratificó su inocencia y les echó la culpa a supuestos “kirchneristas infiltrados en el Gobierno”. Todo a pesar de la denuncia que le hizo Sandra Pettovello. “Tengo la conciencia y las manos limpias. Me enorgullece haber dado junto a la ministra Pettovello la batalla contra los gerentes de la pobreza. No me voy a dejar amedrentar por los kirchneristas infiltrados en el Gobierno. Muerto antes que sucio”, publicó en su cuenta de X.

Cabe destacar que Pettovello acusó al hermano del legislador bonaerense ante la Oficina Anticorrupción por “falta de transparencia”.