POLITICA
A 10 AÑOS DE LA MUERTE DE NISMAN

La muerte de Alberto Nisman: los giros de una causa a partir de los cambios políticos

A diez años de su muerte, la Justicia no logró resolver el caso del fiscal que denunció al gobierno de Cristina Kirchner. Cómo fue cambiando la carátula de la causa y el accionar judicial mientras cambiaban los gobiernos.

Alberto Nisman
Alberto Nisman | CEDOC

El 18 de enero de 2015, el fiscal Alberto Nisman apareció muerto en el baño de su departamento en Puerto Madero con un disparo en la cabeza. Nisman estaba a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA (UFI-AMIA) y había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento a los sospechosos iraníes del atentado. Lo que sucedió después, tanto en la escena del crimen como en los tribunales y en la arena política, marcó una de las mayores controversias de la historia reciente de Argentina.

Es que al principio, la sociedad y los medios, según el lado de la grieta política en el cual estuviesen, tomaban posturas o bien por el suicidio o por el homicidio. Lo cierto es que la primera instancia judicial y los primeros análisis profesionales se inclinaron por la hipótesis de que nadie más que el fiscal estuvo en el baño donde lo encontraron. Es decir, que Nisman se habría disparado.

No obstante, esta hipótesis cambió a partir de la segunda instancia, justo cuando ya el gobierno no era el de Cristina Kirchner, sino el de Mauricio Macri, y fue la Gendarmería de Patricia Bullrich la que volvió a analizar los hechos y giró la investigación en torno a un homicidio. Con un parate importante durante los años de Alberto Fernández, esa es la línea actual que maneja la Justicia, ya en época de Milei, con varios episodios nuevos previos a cumplirse el décimo aniversario del acontecimiento.

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Muerte de Nisman: quiénes fueron las 88 personas que pasaron por la escena del crimen del fiscal

A diez años del hecho, aún no hay indicios ni de quiénes podrían ser sospechosos de haber sido los autores materiales del crimen.

Los primeros días: caos en la escena del crimen

La investigación inicial, liderada por la fiscal Viviana Fein y el juez Manuel de Campos, estuvo plagada de irregularidades. Unas 88 personas ingresaron al departamento de Nisman durante las primeras horas, incluyendo familiares, policías, peritos y funcionarios como el entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni. La cadena de custodia de las pruebas fue cuestionada (y procesada), y las críticas apuntaron al manejo desprolijo de la escena del crimen. Entre las irregularidades más significativas se destacó la falta de huellas digitales de Nisman en el arma encontrada y la inexistencia de rastros de pólvora en sus manos.

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Viviana Fein

En 2015, Fein dejó abierta la posibilidad de que se tratara de un suicidio, pero no cerró la puerta a otras hipótesis. Su informe final, sin embargo, no determinó con claridad las circunstancias de la muerte, lo que generó descontento y sospechas entre quienes creían que se trataba de un asesinato político.

En un primer informe, la Unidad Médico Forense de Investigación Criminalística de la Policía Federal Argentina (PFA) concluyó que se trató de un suicidio. Y horas más tarde del hallazgo del cuerpo de Nisman, a las 10 de la mañana del día siguiente, desde la Morgue Judicial le comunicaron a la fiscal Fein que el resultado de la autopsia había concluido en la inexistencia de indicadores de lucha o defensa, y que "todo ello permite inferir que no hubo participación de terceras personas en el resultado muerte, por lo que podría tratarse de un disparo auto provocado", según consta en el expediente.

Envían a la Justicia material desclasificado de la SIDE y el Ejército sobre la muerte de Nisman

Las irregularidades en la escena del crimen

La gestión de la escena del crimen fue uno de los puntos más cuestionados. Las principales irregularidades incluyeron:

  • La falta de preservación de pruebas fundamentales.

  • Un corte de cuatro minutos en la grabación del levantamiento del arma.

  • La ausencia de pantuflas para quienes ingresaron al departamento, lo que contaminó la escena.

  • Contradicciones en los peritajes forenses, incluidos los resultados de ADN y las pruebas balísticas.

Además, la presencia temprana de funcionarios como Sergio Berni generó suspicacias sobre posibles intentos de manipulación de la escena.

El giro de la causa en épocas de Macri y Bullrich

Con el cambio de gobierno en diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri asumió la presidencia, la Corte Suprema de Justicia decidió que la causa se trasladara al fuero federal por un pedido de la querella que encabezaba la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, madre de las hijas de Nisman, que en 2018 se retiró de la causa. El juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano tomaron las riendas del caso.

Sandra Arroyo Salgado
Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman

Asimismo, en 2017, un informe de la Gendarmería Nacional concluyó que Nisman había sido asesinado. Según este peritaje, el fiscal fue golpeado, reducido y posteriormente ejecutado. Este informe contrastó con las conclusiones iniciales de la fiscal Fein y reforzó la hipótesis del homicidio vinculado a su labor en la UFI-AMIA.

También concluyeron en que fueron al menos dos personas que lo golpearon y le hicieron injerir ketamina antes de hacerlo.

¿Suicidio o asesinato? A 9 años de la muerte de Alberto Nisman, la Justicia no logra cerrar el caso

Y, a partir de ese informe, para la Justicia la muerte del fiscal fue un homicidio. Esa postura fue oficializada por la Cámara Federal en un dictamen de 39 carillas firmadas por los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, en junio del 2018.

Para los magistrados, la investigación se inclinó casi exclusivamente en el sentido en que había sido un suicidio, cuando no correspondía descartar ninguna hipótesis.

Irurzun, en su voto, afirmó: "Las evidencias físicas directas -la posición del cuerpo al momento del hallazgo, la proyección hemática que presentaban ambas manos, la ausencia de partículas químicas compatibles con la deflagración-, los peritajes posteriores -forenses, tecnológicos y psiquiátricos-psicológicos-, y los testimonios que se refieren a la actividad desarrollada por la víctima momentos previos al fatal desenlace, conforman el cuadro indicario que habilita concluir que Natalio Alberto Nisman fue asesinado".

Irurzun también señaló que Nisman vivía rodeado de medidas de seguridad: desde las propias del complejo de edificios donde vivía hasta personal de inteligencia que monitoreaba su actividad y la custodia de diversas fuerzas de seguridad a partir de amenazas que había recibido en el pasado. También mencionó que para diciembre del 2014 existían informes que daban cuenta de que se había incrementado el nivel de alerta sobre Nisman.

Para el magistrado, "existió un punto ciego temporal que sirvió a la comisión del hecho ilícito". En ese margen, "al menos una persona pudo entrar a su departamento, asesinarlo y dejar el lugar -favorecido por diversas y selectivas disfuncionalidades de los mecanismos de filmación -sin que se encendiera la más mínima alerta hasta su tardío y ensombrecido hallazgo-".

Cúneo Libarona y su teoría de la muerte de Alberto Nisman: "No aguantó lo que estaba viviendo"

El estudio de Gendarmería fue cuestionado por la defensa de Diego Lagomarsino y algunos expertos de la materia. “Fue un suicidio de manual", dijo Lagomarsino, el técnico informático que le prestó a Nisman el arma 22 Bersa del cual salió el disparo que le dio muerte, motivo por el cual está acusado de ser partícipe necesario del homicidio. Él y todos los que defienden esa teoría exponen un argumento central: que no hay una sola prueba que demuestre que en el departamento hubo otra persona además de Nisman.

Diego Lagomarsino
Diego Lagomarsino, quien le entregó el arma al fiscal con la que murió

Muy poco movimiento en los años de Alberto Fernández (2019-2023)

Sobre la muerte del fiscal, hay una entrevista en donde Alberto Fernández afirmó en 2017: "Hasta el día de hoy dudo que se haya suicidado". Pero ya en 2020, el exmandatario aseguró al diario Clarín que "hasta hoy las pruebas acumuladas no dan lugar a pensar en que hubo un asesinato" del fiscal. Y agregó, además, que "lo único que contradice" esas pruebas que dan a entender que se trató de un asesinato, "fue una pericia de Gendarmería que parece carecer de todo rigor científico".

Con esa contradictoria línea asumió un nuevo gobierno que no pudo ser contemporáneo de muchos avances en la causa bajo su gestión.

El misterio Nisman: las dudas, certezas y líneas que sigue la investigación

Una de las únicas novedades judiciales fue a fines de noviembre del 2022 y provocó cierta sorpresa. Ocurrió que el ex agente de inteligencia Jaime Stiuso se presentó a declarar como testigo por tercera vez: fue bajo un estricto hermetismo y el contenido no trascendió porque quedó protegido por la ley de inteligencia.

La declaración de Stiuso solo fue una de las varias declaraciones de ex espías que hubo a lo largo de 2022 y que motivó a los investigadores a establecer una nueva línea de investigación.

Mientras buscaban dar con los dos supuestos partícipes de la muerte del fiscal, también fueron procesados ​​cuatro de sus custodios por no haber advertido la situación.

Jaime Stiuso, Alberto Nisman
Jaime Stiuso y Alberto Nisman

La línea de la investigación se centró en la declaración testimonial de decenas de agentes de inteligencia bajo la hipótesis de una guerra interna de espías en la entonces AFI.

Es que de esas declaraciones habría surgido que la Agencia Federal de Inteligencia llevaba adelante una operación en los días previos a la muerte de Nisman orientada a confirmar si un grupo iraní se encontraba realizando tareas de inteligencia en Argentina.

Los testimoniales de ex espías tenían como fin ahondar en un contexto señalado como una "guerra de espías", que había detectado la Fiscalía a través de una importante cantidad de llamadas entre teléfonos que respondían a un sector del organismo vinculado a Stiuso, y, por del otro lado, al ex director de Reunión, Fernando Pocino.

Ganó Milei: se reactiva la causa con foco en que Nisman fue asesinado

A penas asumió Milei, desde el Poder Ejecutivo difundieron la clara línea en la que se moverían: "A nueve años de su homicidio, la Oficina del Presidente conmemora el legado del fiscal Alberto Nisman, un incansable defensor de la justicia cuyo compromiso por esclarecer la causa AMIA e impartir justicia para las víctimas y familiares del atentado continúan siendo hoy un ejemplo para todos los argentinos", señaló Milei en un comunicado difundido por la cuenta oficial de la Casa Rosada.

Días atrás, ahora el Gobierno desclasificó información de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y del Ejército sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman y comenzó a girar los documentos a la Justicia, a una semana de que se cumplan 10 años de su muerte. Ocurrió luego del requerimiento que hizo el fiscal Eduardo Taiano.

Alberto Nisman inédito: las pistas no reveladas

La Justicia busca determinar si hubo responsabilidad de integrantes de la SIDE durante la era kirchnerista sobre la muerte del fiscal. También existen sospechas sobre la actividad del entonces jefe del Ejército, César Milani , y hombres cercanos a él ligados a posibles tareas de espionaje ilegal.

Taiano también aprovechó estos días para ratificar en un escrito que para él Nisman fue asesinado. "El fiscal federal Natalio Alberto Nisman fue víctima de un homicidio y que su muerte estuvo motivada en su trabajo en la UFI-AMIA y, concretamente, con su accionar vinculado al Memorándum de Entendimiento con la República de Irán", subraya el informe de 56 carillas en la investigación que lleva adelante el fiscal Taiano.

La grieta social y mediática en torno la muerte de Nisman

La muerte de Nisman dividió profundamente a la sociedad argentina. Un sector de la población y del periodismo, alineado con el kirchnerismo, consideraba plausible la hipótesis del suicidio, atribuyendo su muerte a la presión que enfrentaba tras realizar la denuncia. Por otro lado, críticos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner sostenían que Nisman había sido asesinado para silenciarlo.

El debate trascendió lo judicial y se instaló en los medios, donde se libraron batallas discursivas que reforzaron la polarización. Mientras unos señalaban inconsistencias en la denuncia de Nisman contra el Memorándum con Irán, otros ponían el foco en las irregularidades de la investigación inicial y en la interferencia política. También se conocieron detalles sobre el estilo de vida personal que llevaba el fiscal para desacreditarlo.

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Edi Zunino y Pablo Duggam dos periodistas críticos del kirchnerismo que defendieron la hipótesis del suicidio.

Muerte de Alberto Nisman: cómo cambió el discurso de Cristina Kirchner desde 2015 hasta hoy

En el medio, algunos periodistas como Pablo Duggan o Edi Zunino, muy críticos del kirchnerismo y el gobierno de Cristina Kirchner en aquel entonces, decidieron impulsar investigaciones con lecturas del expediente completo: ambos ratificaron su visión de que fue un suicidio.

Otro de los casos que llamó la atención por su postura es el Mariano Cúneo Libarona, hoy ministro de Justicia del gobierno de Milei, quien sostiene que Nisman “no aguantó lo que estaba viviendo” y que por eso se suicidó.

Un caso abierto y sin culpables

A casi una década de la muerte de Nisman, la causa sigue abierta y sin responsables identificados. El fiscal Eduardo Taiano mantiene como hipótesis principal que fue un homicidio vinculado a su trabajo en la UFI-AMIA y a su denuncia contra el Memorándum con Irán.

El caso Nisman se convirtió en un espejo de las divisiones más profundas de Argentina, donde la búsqueda de justicia se entremezcló con intereses políticos y un debate público cargado de tensiones. Aunque las preguntas persisten, la muerte del fiscal dejó una marca indeleble en la historia judicial y política del país, recordando los desafíos de alcanzar la verdad en un contexto atravesado por grietas y sospechas.

JD / ds