El nuevo jefe de Gabinete, Jorge "Coqui" Capitanich, carga desde años varias sospechas de irregularidades sobre su patrimonio por polémicas ventas de empresas estatales, inversiones, posibles testaferros y un divorcio complejo con la diputada Sandra Mendoza. De hecho, la Justicia chaqueña llegó a investigar la fortuna del gobernador de Chaco en 2009.
Por las sucesivas denuncias, Coqui "blanqueó" su patrimonio en los últimos años a través de la web del gobierno de Chaco, pero sin el detalle de los bienes, documentos respaldatorios o una declaración formal ante escribano público escaneada.
En su última presentación del 10 de diciembre de 2012, Capitanich aseguró poseer un patrimonio de $3.446.395,64, compuesto por $973.027,67 de inmuebles -departamentos en Resistencia y Capital Federal-, $116.000 de automóviles, $60.647 en otros bienes, $2.185.173 en plazo fijo y $111.547 en dinero en efectivo.
En esa declaración ya no aparecían sus inversiones en bonos provinciales "Secubono 38" ($99.542 de renta financiera) ni la consultora JG Advance que manejaba. En 2010 dijo que “la sociedad nunca inició su actividad comercial”. Ese año, Capitanich aseguró no poseer tarjetas de crédito.
Dólares y amigos. Durante la campaña a gobernador de Chaco en 2007 -Capitanich era todavía senador nacional- sus adversarios denunciaron públicamente que poseía presuntos testaferros en la privatización del Banco de Formosa, en la adquisición de campos en Chaco y en la compra del 50% del Canal 9 de Resistencia.
La oposición chaqueña también aseguraba que Capitanich y su exmujer, Sandra Mendoza, poseían 781.000 dólares en el exterior. El ahora nuevo jefe de Gabinete dijo que se trataba de "una infamia" y una "campaña política" en su contra.
En un entrevista de Jorge Fontevecchia para el diario PERFIL, el 23 de septiembre de 2007, el jefe de Gabinete así justificó su fortuna, que incluía un tríplex en la calle Pasaje del Signo, en Palermo: "Mi riqueza es anterior al ejercicio de la actividad política. Quiero decir que por mi formación profesional y mi prestigio puedo ganar en la actividad profesional privada mucho más de lo que gano en la política".
Capitanich siguió en esa entrevista con PERFIL: "Y la verdad es que en la actividad política he tenido disminución de mi patrimonio personal. Quiero aclarar que soy una persona honesta, que no tuve ningún tipo de problema de carácter legal y voy a defender a rajatabla mi idoneidad moral".
Más sospechas. En diciembre de 2009, en una entrevista con Perfil.com, la diputada nacional y exesposa del gobernador, Sandra Mendoza, anunció que no iba a presentar su declaración jurada conjunta con Capitanich porque "no se condice con los hechos reales". Mendoza estaba en pleno inicio de divorcio. "Carece de veracidad en sus datos", aseguró la legisladora chaqueña.
A los pocos días, el diputado de la UCR de Chaco, Sergio Vallejos, denunció ante la fiscalía penal de Chaco a Capitanich por la presunta fraguación de su declaración patrimonial y requirió que se citara a Mendoza para brindar mayores detalles.
El caso fue cerrado en la Justicia al año siguiente sin mayores informaciones. Pero desde entonces, Capitanich comenzó a publicar cada año -sin documentos que la avalen- una síntesis de sus bienes en la web oficial de la gobernación. Mendoza, por su lado, se atajó en el reportaje con Perfil.com: "Yo pago los impuestos sobre lo que tengo. ¿Esconder?... un Mendoza no esconde nada".
En 2005, al ingresar a la legislatura de Chaco, Mendoza había declarado que el matrimonio poseía dos departamentos en Chaco, dos en el barrio porteño de Palermo, dos coches (Renault Scenic y Suzuki), $203.363 en concepto de "maquinarias", un plazo fijo en dólares en el exterior de US$ 110.000 y otros US$ 120.000 dólares en efectivo.
