La Sala de Feria de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal resolverá la próxima semana si tratará durante la feria el pedido de regreso al Senado de Edgardo Kueider.
El dirigente ya cumplió un mes bajo arresto domiciliario en Paraguay, donde es investigado por tentativa de contrabando agravado. La Justicia de ese país busca determinar si los más de 200 mil dólares que ingresó vía terrestre con su secretaria son de procedencia ilícita.
El expulsado legislador no ha logrado convencer a la Justicia de que anule la sesión especial de la Cámara alta que el pasado 12 de diciembre, tras una votación casi unánime, determinó su salida del cuerpo.
Pero ahora aspira a un gesto de la Justicia para que durante el receso judicial de verano logre revertir esa decisión. No obstante, Kueider viene sumando una seguidilla de rechazos en la Justicia que vislumbran que el de la próxima semana no podría ser la excepción.
La estrategia de la defensa, a cargo de Maximiliano Ruiz, apunta a que su salida del Senado se dio en medio de la interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel, cosa que a su entender reviste gravedad institucional “no solo porque versa sobre la destitución de un senador nacional, privando a un sector de la sociedad de su representación parlamentaria, sino que además provoca una alteración del equilibrio de las fuerzas políticas del órgano”.
Con ese argumento, el pasado 21 de diciembre Kueider objetó el rechazo in limine del juez Enrique Lavié Pico al amparo con el que buscaba volver; la defensa sostuvo que el magistrado prejuzgó y adelantó su decisión sobre el fondo del asunto. Lavié Pico concedió el recurso y elevó la causa para que la instancia superior fuera la que resolviera.
Sin embargo, Rodrigo Cuesta, fiscal ante la Cámara, sostuvo que la sesión del Senado era completamente válida y “fue adoptada por el Senado de la Nación sin el voto de la vicepresidenta, reservado exclusivamente para los supuestos en que existiese empate”. La decisión dejó la puerta abierta para que ese tribunal pudiera resolver, pero la Justicia ya estaba a pasos del receso de verano, por lo que la decisión quedó para después de la feria judicial.
Pero Kueider quería asegurarse recuperar sus fueros parlamentarios y no lo dejaba tranquilo verse venir un posible rechazo en febrero. Esto le daba la posibilidad de enfrentar en libertad dos causas por enriquecimiento ilícito, una a cargo de la Justicia provincial de Entre Ríos y otra en manos de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
Es por ello que, no bien arrancó la feria, exigió que la Justicia revisara su planteo de volver al Senado. Para ello, volvió a invocar las razones por las cuales sostuvo que su caso “posee suma gravedad para la Nación y genera un antecedente peligroso en el funcionamiento de uno de los órganos más importantes del Estado, el Congreso Nacional”.
Allí tuvo otro revés, pues el fiscal general manifestó que no invocó ni demostró, en forma concreta, la existencia de razones de urgencia suficientes para justificar la excepcional medida de habilitación de feria.
La opinión del Ministerio Público deja una idea de que el planteo de Kueider apunta a ser analizado después de la feria y allí eventualmente rechazado. No es el primer revés que el exsenador tiene en la Justicia, Arroyo Salgado rechazó un pedido de eximición de prisión con el que buscaba enfrentar en libertad la causa por enriquecimiento ilícito cuando volviera a la Argentina, en consecuencia el exlegislador reclamó el apartamiento de la magistrada, resolución que se conocerá con el regreso de la actividad judicial.